¡LA SAGRADA FAMILIA, ESCUELA DE LA VIDA Y DEL AMOR!
Iglesia nos invita hoy a
celebrar la Sagrada Familia, con alegría, viviendo ese espíritu navideño, que al nacer el
niño Dios, José empieza a vivir su dimensión paternal como don, y María también
empieza a vivir con gozo y alegría el don maternal, afianzado su amor conyugal,
esa es la verdadera familia, que es modelo para todo hogar cristiano…El niño
Dios que ha nacido hombre –al mismo tiempo es Dios, creció como lo hace
cualquier ser humano, necesitando del calor humano.
José, hombre justo, ama a
su esposa, y es un buen padre, con gran responsabilidad religiosa, protector de su
hogar, cumple con María lo mandado por la ley, todo lo hace por amor y no por obligación;
por eso lleva al niño al Templo, como mandaba la Ley y unida con su madre. María
ama a su esposo y vive con gozo la dimensión maternal, llena de fe, cuida
del hogar, es la que pone el calor maternal, quedaba admirada todo lo que
decían del niño dios y guardaba en su corazón todo lo que se decía del niño
Dios.
Simeón, hombre justo… movido
por el Espíritu Santo fue llevado al templo, recibe al niño en sus brazos, diciendo he visto
al Salvador del mundo, ahora ya podre descansa en paz, no tiene miedo a
morir… y anuncia proféticamente lo que le sucederá, al niño: será signo de caída
para unos y levantada para otros…será bandera discutida, se descubrirá la
intención de los corazones. También nosotros debemos acoger siempre al niño
Dios, como lo hizo este anciano, del Él venimos y hacia Él vamos. El niño Dios
ha sido presentado en el templo por sus padres y todo lo que se decía del Él,
María lo guardaba en su corazón.
La verdadera familia
formada se convierte en escuela de la vida y del amor, a semejanza de la
Sagrada Familia, que
al traer un hijo o más al mundo por amor, viven el don de ser padre y madre,
protegen y cuidan con amor a sus hijos y lo ven como un don de Dios, lo educan
en la fe, con su buen ejemplo, que conozca la verdad de Dios y de la Iglesia,
que es la gran familia, una gran comunidad de amor y de vida. La Iglesia nos pide que defendamos la familia,
de toda clase de ideologías que intentan desvirtuar la verdad sobre la vida, el
amor, el matrimonio.
Los hijos, que realmente
aman a sus padres, Dios los premia, pues, vivirán largos años, si respetan y obedecen
a sus padres, aceptarlos, y no avergonzarse de ellos, ayudarlos y asistirlos en
su ancianidad, ya que ellos hicieron mucho por ti. La gran familia es la
Iglesia católica, ya que desde que nos bautizaron formamos parte de esta
gran familia, en ella hacemos crecer nuestra fe.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro