viernes, 10 de noviembre de 2017

XXXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2017

Posted by salvador on 11/10/2017 09:30:00 p.m. with No comments

“¡LLEGA EL NOVIO! ¡SALGAMOS A SU ENCUENTRO!"

El reino de Dios es semejante a diez vírgenes, que están con sus lámparas encendidas, que unas cinco tienen alcuzas con aceite y las necias solo tienen la lámpara encendida. Esto se refiere a toda la Iglesia, es decir hay fieles muy buenos, y también hay fieles que no son gratos a los ojos de Dios.

¡Llego el novio! ¡Salgamos a su encuentro! las muchachas prudentes, son aquellas, que no quebrantan la Ley de Dios, que sus buenas obras son el aceite, y que sus lámparas encendidas, indican que observan la Ley de Dios; la caridad es el aceite, que hace que continuamente estén encendidas sus lámparas; y son todos aquellos, que se preocupan por socorrer al pobre, de estar en comunión con Dios, escuchando su palabra, recibiendo su cuerpo y su sangre, conociendo su verdad, y no apartándose del amor de Dios; y sobre todo haciendo el bien a los más necesitados, y dando limosna al pobre como dice san Juan Crisóstomo. Sus cinco sentidos están para el Señor.

Las muchachas imprudentes, solo llevan la lámpara encendida, pero no tienen aceite en su alcuza, se va apagando, son aquellas, que al principio no quebrantaron la ley de Dios, pero ahora no observan la ley, no hacen obras buenas; y en vez de conocer, amar y servir a Dios, se dejaron seducir por el mundo, en sus cinco sentidos, del ojo, del oído, del olfato, del tacto y del gusto o sabor, procurando los placeres que el mundo les ofrece, para deleitar sus cinco sentidos;  y también acumulando riquezas para deleitar sus ojos, ante gran fortuna que han acumulado, son también aquellos que no tienen tiempo para estar con Dios, no hacen obras de caridad…; y cuando llegue el esposo, su lampara estará apagada, querrán que les presten aceite, pero será demasiadamente tarde, porque no fueron precavidas ni responsables, la puerta se ha cerrado y nadie les abrirá la puerta.

Jesús nos pide que estemos vigilantes, para participar de las bodas del esposo, que ya llega, aunque tarde, solamente los que están preparados y han estado en continua vigilia, aunque se hayan dormido, participaran de las bodas del banquete; pero las vírgenes imprudentes no participaran, ya que no llevaron el aceite de la caridad, y que sus lámparas prontamente se apagaran, y serán rechazados por el esposo, diciéndoles no las conozco, y no les abrirá las puertas. Recuerda, que la salvación es personal, y no te salvaras por las buenas obras, que haga tu familia o tu amigo, uno mismo tiene que realizar las obras buenas de caridad, uno mismo tiene que convertirse y confesarse con la ayuda de la gracia de Dios. Debemos vivir como si hoy fuera el último día de vida que Dios te ha concedido, y vivir como Dios quiere, y no como el mundo quiere.

                            Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

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