viernes, 24 de noviembre de 2017

XXXIV DOMINGO JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO CICLO A 2017

Posted by salvador on 11/24/2017 09:11:00 p.m. with No comments

JESUCRISTO, COMO REY DIRÁ: ¡VENGAN BENDITOS DE MI PADRE!

Celebramos la solemnidad de Jesucristo, como Rey de todo el Universo, que vendrá revestido de toda su gloria, y rodeado de todos sus ángeles; si en la primera venida no le reconocieron como Rey, por venir al mundo como pobre, débil, humilde, de baja condición social, siendo uno más de nosotros. El vino como Rey de los judíos, para darnos ejemplo, de cómo debemos amar a nuestros hermanos, procurando hacer el bien, a los más necesitados, incluso a nuestros enemigos. Ahora vendrá con toda su gloría, para establecer de manera definitiva su reino.

Vendrá ahora como Juez, sentado en su trono de gloria, a juzgar a todas las naciones, donde sus ángeles, separaran a los hombres buenos de los malos, que hasta ese momento estaban todos juntos, como las ovejas y los cabritos; a los buenos que están simbolizados por las ovejas, los pondrán al lado derecho y a los malos que están simbolizados por los cabritos, los pondrán a lado izquierdo, donde cada uno será juzgado sobre el amor al prójimo.

Lo que determinara nuestra salvación o condenación es: “En verdad os digo, que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis”, es decir, si has realizado las obras de misericordia corporales, y espirituales, tendrás tu premio, y si no has hecho nada, y te has desentendido de necesitado, tendrás tu castigo. A los buenos les dirá el Rey:

¡Vengan ustedes, benditos de mi Padre!, hereden el reino preparado para vosotros!, es la palabra que el Señor dice a todos los de la derecha, que han cumplido, ayudando, sirviendo, vistiendo, alimentando, visitando, a los más necesitados, es decir que han realizado las obras de caridad corporal y espiritual, que siempre la Iglesia nos ha recordado estas enseñanzas de Jesucristo que ha sido misericordioso y caritativo; que al ponerlo por obra uno logra descubrir el rostro de Cristo en los pobres; pero a los de la izquierda les dirá:

¡Apartaos de mí, malditos, v váyanse al fuego eterno!, es una fuerte maldición, para aquellos que no han hecho nada por el pobre, por el hambriento, por el desnudo, por el enfermo, por el que estaba preso; más bien se han preocupado en conseguir más dinero y poder, buscando los placeres del mundo, deleitando a sus cinco sentidos. Para ellos está reservado el infierno y también para los demonios. Nadie abogara por vosotros, la sentencia está dada.
Uno se pregunta, quienes van al infierno, aquellos que dicen: Yo no hago mal a nadie, no robo, no manto, no miento…; pero el gran mal que hacen es: Que, teniendo la oportunidad de hacer el bien, no lo hacen, por eso cometen pecado de omisión; que muchas veces no nos acusamos, en el sacramento del perdón, creyendo que todo está bien, cuídate mucho, que, por no hacer el bien, puedes condenarte para siempre.

Jesucristo nuestro Rey, reinará para siempre, donde ya no habrá espacio para las personas malas. Estará siempre con los buenos, que se han enamorado del pobre; no lo han instrumentalizado; no lo han utilizado como objeto de campañas políticas, ni religiosas, ni económicas etc; si no, lo que, más los ha movido, es el amor, todo cuanto hacían por los pobres estaba empapado de amor, descubrieron que ahí está Jesucristo nuestro Rey, que nos dirá: “Lo que hiciste con uno de ellos los más pequeños, a mí me lo hiciste.





                            Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

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