¡TU FE, TE HA SALVADO!”. “¡NO TEMAS, BASTA QUE TENGAS
FE!”
En la liturgia nos
invita a descubrir el poder sanador de Dios, y el poder de Jesús que es el Señor de la vida y de la muerte. Que
solamente Dios nos pide que tengamos mucha fe en Él, y esto es una condición
necesaria, para que Dios pueda obrar dichos milagros.
La fe de uno de los jefes importante de la sinagoga, se dirige a Jesús, postrándose de rodillas, le suplica dos cosas,
que le imponga las manos a su hija, para que ella se sane y la libre
de la muerte, ya que ella está en las últimas, sabemos que era costumbre como
nos dice el libro de los reyes, que para curar a un enfermo era necesario
imponerle la mano en la cabeza, y esto pide Jairo a Jesús, que imponga las
manos hacia su hija para que sane, acá notamos lo poco que conocía Jairo acerca
de Jesús.
“No temas, basta que tengas fe” le dice Jesús a
Jairo, porque le habían dicho que no molestase al Maestro,
porque su hija ha muerto, y ya estaban los preparativos para el entierro, Jesús
a llegar, invita a que toda la gente salga, y solo ingresa con los tres
discípulo que son Pedro, Juan y Santiago, y los padres de la niña a la casa de Jairo; Jesús dice que la niña esta dormida, ala ace4rcarse a la niña le dice: “Talita Qumi”
que significa a ti te digo levántate. La niña se levanto, aquí se manifiesta el poder de Dios u prohibe que lo divulgasen esto, para mantener en su
anonimato su mesianismo. Ahora nosotros, tenemos que anunciar que Jesús a venido al mundo, para salvarnos, sanarnos y liberarnos.
Tu fe te ha sanado, Jesús le dice aquella mujer que lo había tocado, quien era esa mujer, era
aquella que durante doce años había padecido de esa enfermedad, y ella sabía
que era impura que no podía acercarse, pero lo hizo con fe, abriéndose camino
ante el gentío, que dijo basta que toque el manto, quedare sano, pero era una
fe, revestida con cierto ropaje, como algo mágico que si tocase se sanara, por
eso Jesús dice a sus apóstoles, alguien me ha tocado porque ha salido una
fuerza de mi, a pesar de ello, insiste Jesús, es así que una mujer se pode de
rodillas asustada y temblorosa, y Jesús le dice tu fe te ha sanado. Esto lo
hace para que sepan que Dios la ha sanado, y no por un arte de magia.
Jesús tiene poder sobre toda enfermedad y la vida; la fe es condición necesaria, pero es el poder de Dios que sana y nos da
vida, por eso tenemos que
pedirle a Dios que nos sane de la lepra del pecado que nos conduce a la muerte,
y nos incorpore a una nueva vida.
Pbro. Salvador A. Carrasco C.
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