sábado, 30 de septiembre de 2017

XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2017

Posted by salvador on 9/30/2017 10:19:00 p.m. with No comments


¡CREYERON EN EL ENVIADO DE LO ALTO… ¡Y OTROS NO LE CREYERON!


Hay dos clases de hijos, Jesús se dirige en parábolas a los sumos sacerdotes, ancianos de Israel, diciéndoles que hay un dueño que tiene dos hijos, uno que le dice no, pero después recapacita y va a trabajar en la viña; y el otro hijo que dice sí, pero no va a trabajar en la viña. Los sumos sacerdotes y los ancianos, habían dividido al pueblo de Dios, en dos clases de personas, los justos y los pecadores que viven al margen de la ley.  Pues al principio no era así, Dios formo un solo pueblo, y todos son hijos de Dios.

El primer hijo, representan a todos los pecadores y gentiles, que recapacitan al creer en el enviado, que, al inicio, rechazaron y no quisieron conocer, ni vivir la ley natural; pero recapacitan, es decir acogieron el mensaje de Juan el Bautista, y se convirtieron, y ahora los publicanos y meretrices creen en Jesús y acogen su mensaje y se convierten, por eso entraran en el reino de Dios antes que los escribas y sumos sacerdotes, porque están trabajando en su conversión.

El segundo hijo, representan a los fariseos escribas y sumos sacerdotes,  que dijeron sí, pero no fueron a trabajar en la viña, son los hipócritas que dicen si, en cumplir la ley de Dios, de rendir culto a Dios, y pagar su diezmo, de llenarse de palabras bonitas, pero todo lo hacen por vanidad, por soberbia, y no por amor a Dios, buscan que la gente los aprecie y los aplauda, pobre de ellos ya que no quieren convertirse, rechazan y no quieren creer en el enviado de lo alto, porque piensan que el amor a la Ley los va a salvar. Por eso sus palabras son vacías, y no aceptan el mensaje de salvación.

Vale a los ojos de Dios, las buenas obras, y no puras palabras, a veces decimos sí, pero con buena intención, pero al final estamos diciendo no, por eso solamente heredaran el reino de Dios, los que están llenos de obras buenas, practicando la justicia divina, trabajando en su conversión, no creyéndose se justo;  y cuidado no digas que no tengo tiempo, ahora es tu oportunidad y empieza a vivir tu vida como buen cristiano, empieza a trabajar en la viña del Señor, convirtiéndote, llegando a ser buen cristianos de corazón.

                                      Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

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