sábado, 2 de septiembre de 2017

XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2017

Posted by salvador on 9/02/2017 10:04:00 a.m. with No comments


¡ACEPTAR LA CRUZ CON AMOR!
El pensamiento de Dios, no coincide con el pensamiento del hombre, la gente admira a Jesús, lo tienen como un gran profeta, los discípulos le siguen como un mesías victorioso, triunfante, así piensan de él, ante todo lo que han visto, buscan sus propios intereses mezquinos y egoístas; el mismo Jesús les explica, que tiene que subir a Jerusalén para que sea entregado, por los ancianos, escribas y fariseos, para padecer, morir y resucitar al tercer día, es decir, el Hijo del Hombre, tiene que padecer por nosotros. Esto no quieren aceptar los discípulos.

Pedro le increpa, no quiere aceptar el camino del sufrimiento, basta con una buena proclamación de fe; como nos sucede a muchos de nosotros, profesar la fe, pero sin cruces, ni sufrimientos, como algunas sectas evangélicas que predican el bienestar material, corporal, toda clase de éxitos en este mundo y toda clase de seguridades,  como si la salvación ya se la hubieran comprado, con una bendición de Dios, y que no es necesario sufrir ni padecer; por eso con esta actitud de Pedro, contrapone lo humano a lo divino, sin jerarquizar lo eterno de lo temporal, por eso recibe el reproche de Jesús.

Jesús le dice apártate de mí satanás, eres un tropiezo para mí, tú piensas como el mundo, y no piensas como Dios; por ello es importante adecuar nuestra voluntad a la voluntad divina de Dios. Tenemos que dejar los criterios del mundo, que no les importa el mal que padecen muchos de nuestros hermanos, como son: las injusticias, las enfermedades, las contaminaciones sociales... que van degradando a la familia.

Aceptar la cruz con amor, Jesús pone sus condiciones: “El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga” negarse a sí mismo, significa .arrancar todos nuestros vicios, y toda clase de egoísmos, que nos impiden llegar a Jesús; y cargar la cruz, significa, que el cristiano no busca el sufrimiento o el dolor por el dolor, sino es la consecuencia de ser fiel a Jesucristo, como todo discípulo, que está detrás de Jesús y poniéndose en marcha con el Salvador, y correr la misma suerte que su Maestro.

                                                         Pbro. Salvador A. Carrasco Castro



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