sábado, 29 de septiembre de 2018

XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B 2018

Posted by salvador on 9/29/2018 09:57:00 p.m. with No comments


NO SE LO IMPIDAN, DEJEN QUE HAGA EL BIEN”

No es de los nuestros, le dice Juan a Jesús; los discípulos quieren monopolizar a Jesús que hace el bien, y no quieren que otro haga el bien expulsando demonios, usando el nombre de Jesús; por no formar parte del grupo; este grupo de discípulos estaba muy celoso porque uno que expulsaba demonios no era de los nuestros. Los discípulos se creían los únicos autorizados para usar el nombre de Jesús y no otro; también sucede en nuestros días que queremos ser los únicos, nos creemos los mejores, desautorizando a otros que hagan el bien, por no ser de los nuestros; tengamos mucho cuidado, porque podemos estar tentados al discriminar, marginar y ser intolerables, con aquellos que hacen el bien, sin forma parte del grupo, como dice Jesús: “No se lo impidan…”.

“Dejen que haga el bien”, el querer el bien del hombre no puede ser un privilegio de un solo grupo Jesús añade: “El que no está en contra de nosotros está a nuestro favor”. Por, por eso podemos afirmar, que el bien que se hace no está limitado exclusivamente a un grupo. La verdad no está monopolizada, a un grupo reducido o que se creen los elegidos...Todo ello nos permite ser tolerables, comprensibles, entrar en un dialogo fraterno con otros grupos o personas que hacen el bien.

“Si dan un vaso de agua a unos de estos más pequeños, tendrán su recompensa; estos pequeños son los discípulos, que dejando todo se han comprometido con Jesús anunciar el reino de Dios, a todos los lugares que el Señor los envía, y es importante darles un vaso de agua, ya que tendrán la recompensa.

No escandalizar a los más pequeños del reino, estos pequeños son aquellos que recién han recibido la fe; donde los crecidos en la fe, no deben escandalizar a los pequeños de la fe, es decir no se debe dar mal testimonio de vida porque esto escandaliza a los pequeños y ponen en peligro su salvación.

Renunciar a todo aquello que nos impida ingresar al reino de Dios,  es una exigencia que nos pide Jesús, diciendo si tu mano, o los pies, o los ojos te hacen pecar, más vale que te lo arranques, para que puedas ingresar al reino de Dios; ya que la mano, los pies, muchas veces hacemos el mal, no el bien, y con los ojos que representa a los malos deseos, deseamos el mal; por eso procuremos siempre hacer el bien, para ingresar al reino de Dios. Si no te cortas la mano, o los pies, o los ojos, que te hacen pecar, iras al infierno, donde el gusano no muere, y el fuego no se apaga, será un eterno suplicio.

Alegrarse por el bien que se hace, aunque no sean de los nuestros, recordando que Dios obra siempre el bien, independientemente y no está sometido a los caprichos humanos. Quien se compromete con Jesús debe renunciar a todo de manera radical, a todo lo que se le oponga, para ingresar al reino de Dios.

Finalmente, hay un dicho: “Tal como vives, morirás. Si vives como pecador, morirás como pecador; si vives como buen santo, morirás como santo”; es decir tendrá una digna muerte.

.                               Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


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