sábado, 6 de octubre de 2018

XXVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

Posted by salvador on 10/06/2018 10:28:00 p.m. with No comments


                QUIEREN DESTRUIR EL PLAN DE DIOS: 

¡SOBRE EL HOMBRE Y LA MUJER!

Una pregunta descalificada de los fariseos a Jesús: “¿Le es licito a un hombre divorciarse de su mujer?” Jesús sabia sobre dicho precepto de Moisés; la pregunta es mal intencionada, pues quieren saber si Jesús, a cuál de las escuelas rabínicas está apoyando; y también si va contra lo mandado por Moisés. Jesús conociendo su malicia, les dice: “¿Qué les mando Moisés?” le contestan a Jesús, desde su posición diciendo:

“Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla”. Está claro, que Moisés dejo escrito esto por la dureza y terquedad de vuestros corazones, pudiendo repudiar a su mujer por cualquier motivo; ahora también, hay algunos que están forzando a que se destruya o cambie el plan de Dios, como los fariseos sobre el matrimonio, cuanta gente terca y duro de corazón, insisten que, si se pueden divorciar, con ello destruyen el plan de Dios. Se separan muchas veces por egoísmos, por inmadurez afectiva y emocional; por falta de responsabilidad, lo peor del caso no han descubierto la riqueza del ese amor gratuito en Cristo Jesús, que debe darse entre los esposos.

Jesús les dice que al inicio no fue así sino que Dios tiene un plan para el hombre y la mujer, el Génesis nos dice que el hombre estaba poniendo nombre a los animales, pero no puede contar las maravilla de la creación a  alguien, por eso Dios hace caer en un profundo sueño a Adán…, y saca una de sus costillas  para formar a Eva, que al despertar ve a su compañera que le dice: “Esta es carne de mi carne y huesos de mis huesos”, ese es el plan de Dios, que los crea el uno para el otro, para vivir juntos. La mujer es el auxilio de Dios para el hombre, será la compañera de su vida, será tratada con dignidad…  Pero por el pecado pone en peligro esta relación, por no descubrir la riqueza del amor de Dios dado en Jesús que amó a su iglesia, dando su vida por ella.


Dios no quiere el divorcio y Jesús reafirma el proyecto del plan de Dios como fue al inicio de la creación, y como nos dice el Papa Francisco: Lo más hermoso de toda la creación, es cuando Dios creó al hombre y a la mujer”. Ellos hacen presente la imagen de Dios, son signo del amor de Dios y reflejan la alianza de Dios. Cuando el hombre se separa de su mujer, desfiguran la imagen de Dios… y uno de ellos, o los dos, caen en adulterio, que puede ser permanente; y no solo eso, sino que también se destruye la felicidad de los hijos, su crecimiento espiritual, sicológico, biológico, emocional, y afectivo.  El daño es muy grande.

Hoy tenemos la gracia, de que muchos matrimonios que se han separado, han vuelto a unirse, reconstruyendo sus vidas, con la ayuda de Dios, han comprendido que se necesitan, ahora quieren ser más responsables, quieren tener espacios para amarse, comprenderse ayudarse, servirse, perdonarse, ser compañeros de vida y sacrificarse el uno por el otro. Esta separación, los ha ayudado a reflexionar mucho para unir nuevamente sus vidas, ya que el hombre y la mujer se necesitan mutuamente…
                       
.                               Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

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