sábado, 19 de diciembre de 2015

DOMINGO IV DE ADVIENTO CICLO C 2015

Posted by salvador on 12/19/2015 09:33:00 p.m. with No comments
¡ENCUENTROS MARAVILLOSOS!


María, movida por el Espíritu Santo visita a su prima Isabel, corre presurosa, por el anuncio del Arcángel Gabriel, que le dice que: Isabel está en el sexto mes de su embarazo; asimismo la impulsa en su marcha el natural deseo de querer compartir su desbordante alegría con quien sabe que podrá comprenderla. La impulsa también, y sobre todo, su deseo de servirla con un doble servicio: el servicio solidario de la atención solícita a quien necesita de su ayuda, y el servicio evangelizador, el deseo de anunciarle y transmitirle la Buena Nueva de la que Ella es portadora.

La visita de María a su prima Isabel, se producen dos encuentros maravillosos. El encuentro del Santísimo con el profeta, ambos están en el vientre materno, pero las envolturas fetales no son un impedimento para que Juan perciba la presencia del Santísimo, por eso que Isabel al recibir el saludo de María siente que  el niño salto de gozo y alegría. También todos nosotros, cada vez que recibimos el Cuerpo del Señor debemos saltar de alegría  y gozo,  porque lo recibimos con un corazón puro y limpio el cuerpo amadísimo de Jesús. Dios siempre se fija en los mas humildes, se fija en los desposeídos, abandonados, en los que la sociedad no cuenta.

El Encuentro de dos santas mujeres, una que avanzada de años, fue beneficiada por Dios al quedar embarazada ya de seis meses, y fue llena del Espíritu Santo, al recibir el saludo. María, que vino de lejos al encuentro de su prima Isabel, es portadora de una gran noticia, que llena de alegría, y lleva en su vientre al Hijo del Altísimo, que es obra del Espíritu Santo. Con Isabel culmina el Antiguo Testamento y el tiempo de la promesa; y con María que es modelo de fe para todo creyente, se cumple la promesa siendo portadora de aquel don maravilloso. María vive su adviento y espera con paciencia el nacimiento de su hijo.

 “Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”. Isabel bendice a María, porque ella lleva en su vientre al Bendito, que no es engendrado por el pecado, ni por varón, sino que es obra del Espíritu Santo. Algo más la llama Dichosa o bienaventurada, porque María  no dudo para nada de la palabra de Dios. Por eso le dice dichosa por haber creído, de todas maneras se cumplirá lo que has creído. Es el gran premio de la fe, de que ella será la Madre de Dios.

Además añade desde cuando viene a mí la Madre  de mi Señor, Isabel está convencida del fruto bendito de María, donde Jesucristo, es el verdadero fruto, de la Virgen María.    
                                                                                                     

                                                                 Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


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