
APRENDIENDO DE LA SAGRADA FAMILIA
La Iglesia nos invita hoy a la intimidad familiar en que se desarrolló humanamente el Salvador
del Mundo. Siendo Jesús auténtico hombre –al mismo tiempo que era Dios- creció
como lo hace cualquier niño, necesitado del calor humano.
El niño Dios, necesita de un calor humano, sabemos que Jesús, siendo niño, era frágil, débil,
indefenso, inocente, y necesitado de la protección y cuidado de sus padres....