¡CONFIAR EN DIOS!
Todo cristiano debe
confiar en Dios, es el tema de los
domingos anteriores, así los apóstoles estaban confundidos, ya que no podían
concebir porque el rico no se salvó, si su riqueza es una bendición de Dios;
mientras que el pobre se salvó, sabiendo que el pobre paso necesidad por haber
ofendido a Dios, así era la mentalidad farisaica. Surge la pregunta: ¿En quién
debemos poner la confianza? Se nos había dicho, no pongas tu confianza en las
riquezas; y dando un paso más, no la pongas en tus buenas obras”; incluso va
más allá no pongas tu confianza en los propios méritos, es decir confíar en sí
mismos, como tuvieran todo el derecho de alcanzar la salvación por los puntos
que han acumulado. Por eso los apóstoles, se dan cuenta que les falta algo para
poder comprender las exigencias de Jesús y le piden a Jesús: “Auméntanos la
fe”.
Jesús nos da una respuesta, quiere que confiemos
plenamente en Dios; “Si tuvieras fe como un granito de mostaza, seria
formidable, ya que la semilla de mostaza, es tan pequeña, y la más pequeña de
todas las semillas, nos dice que lo importante es tener fe, eso está pidiendo
Jesús, si no tienen fe nada se puede hacer, y teniendo esta fe tan
pequeña como la de un granito de mostaza harían cosas mayores y Dirían al árbol “Arráncate de raíz, y
plántate en el mar” inmediatamente sucedería, esa es la fuerza de la fe, por
más raíces profundas que tenga el árbol será arrancado. Con ello nos indica que
la vida del cristiano ha cambiado profundamente, al ser arrancado del mal; la
fe hace todo lo posible para arrancarnos del mal, y eso es lo que ha hecho
Jesús con nosotros. Sabemos que la fe es un don de Dios, que se nos da
gratuitamente por la escucha de la palabra de Dios, como nos dice San Pablo. La
fe es una virtud, no es un acto ni una serie de actos, sino una actitud
personal fundamental y total que imprime una dirección definitiva a la
existencia y hace que el hombre cambie radicalmente por confiar en Dios.
Tenemos la oportunidad ahora: de
vivir nuestra fe, en la biblia la fe es equivalente a confianza en una persona.
Ella nos ayuda a amar a Dios, y a nuestros hermanos, ya nada cambiará nuestra
vida, si nos mantenemos firme en la fe, ya que de ella brotará el amor a Dios y
a los hermanos, y nos ayuda a vivir en esperanza, con la seguridad de recibir
el premio celestial.
También como nos dice el profeta Habacuc, frente a tanta amenaza externa, y situaciones
adversas dentro del reino como son las injusticias, las explotaciones, engaños,
etc. ¿Dónde está Dios? Ahora, sigue teniendo actualidad, al ver tanta muerte,
robos, secuestros, organizaciones criminales, injusticias, etc. Uno se pregunta
cómo el profeta Habacuc ¿Dónde está Dios? Pareciera que no existe, por eso se
pueden perder la fe en el Señor, y piden todos a Jesús:
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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