¡
¡JESÚS,
REY DE TODO EL UNIVERSO!
El Jesús no
aspira lo que el mundo le ofrece, muchos de nosotros queremos aspirar
lo que el mundo nos ofrece el poder: político, como Poncio Pilato; el poder
religioso, como el sumo Sacerdote Caifas; el ser rey, como Herodes; ser rico
como los Saduceo; ser docto como los
letrados, etc. El Evangelio de Lucas nos va descubriendo que Jesús no aspira lo que el mundo nos ofrece, sino
mas bien, se acerca a los marginados, a los pecadores, a los enfermos, a los
pobres, a las mujeres de mal vivir, y su presencia los transforma radiclamente.
Jesús ha fracasado, o se ha frustrado su proyecto de
salvación, terminando en la cruz, las autoridades de este muundo que tienen poder, son los que han
triunfado, silenciando y dando muerte al Mesías, al salvador de mundo, diciendo:
“«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el
Elegido».” Otros que eran los soldados romanos se burlaban diciendo: «Si eres
tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo». Finalmente un malhechor le decia:
«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros». Aca se descubre los
rostro del pecado, de ellos, como los nuestros. Da la sensación que el
juticiado dificilmente se salve y nos salve, por eso el mundo dice que ha
fracasado, pero realmente Jesús ha triunfado. Lo peor del caso, es que no
tomamos conciencia de estos poderes terrenales; vivimos, como si fueramos del
reino de las tinieblas. Jesus crucificado, sigue reinando desde la cruz que es su trono, y aclara que su
reino no es de este mundo y que solo ingresan a este reino, los que se han
covertido de corazón especialmete los pecadores, los desheredados, los marginados
y los pobres.
Jesus desde su trono que es la Cruz,empieza a reinar, el buen ladron reconoce su culpa, y que la sociedad lo ha
desechado, como un caso perdido, reconoce su falta, reconoce a Jesús como el
rey del universo, por eso le pide: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu
reino”. No le pide que le baje de la cruz, ni tampoco que no muera.., sino más
bien le pide que sea admitido en su reino, por eso Jesús desde su trono real le
dice: “Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso»
Este reino que esta en nuestro
corazón, debe esteriorizarse, realizando obras buenas, amando, perdonando,
ayudando, solidarizandose con el pobre, socorriendo al necesitado…
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
0 comentarios:
Publicar un comentario