¡EL MISTERIO DE AMOR, ES REVELADO A LOS PEQUEÑOS…!
Jesús lleno de alegría y jubilo, da gracias a su Padre,
porque este misterio de amor, se ha revelado a los pequeños y humildes, que han acogido su mensaje, de la llegada del reino de los cielos, han aceptado su plan y su
designio, que Dios tiene sobre los hombres; pero los doctos y entendidos, que eran los escribas y fariseos,
conocedores de la Ley, hoy en día sería la élite de toda clase, han desautorizado o rechazado a Jesús y su mensaje sobre el reino de los cielos. No
han dado crédito a sus enseñanzas, porque creen que lo tienen todo.
El Hijo
de Dios, revela el rostro del Padre a los pequeños y humildes, manifestando su profunda e intima relación con su Padre, que conoce a su Hijo; y que el Hijo conoce a su Padre, que es Señor de cielo y tierra; además también manifiesta la misión que le ha confiado su Padre, en favor del hombre. Los pequeños y humildes, reconocen al Padre celestial
que Jesús les ha revelado. También es el mismo Jesús que nos manifiesta en
su persona al Padre al decir:” Quien me ve a mí ve a mi Padre”.
El Hijo no revela los misterios de su reino a los sabios y entendidos, se refiere a los escribas y fariseos, conocedores
de la Ley, que han cerrado su corazón al mensaje de Jesús y de su reino, desacreditándolo; no tenían un corazón bien dispuesto para acoger al Mesías y su mensaje; no es que este velado su mensaje, ni tampoco Jesús está contra la sabiduría que logra el ser humano; sino más bien, es el orgullo y la soberbia, de muchos de ellos que se creen autosuficientes, y que no necesitan nada de Dios, porque lo tienen todo. Muchas veces, esto se da en las élites religiosas, culturales, políticas... que quieren someter a toda la gente humilde, y que si no se someten son amenazados, sometiendo sus vidas a unas cargas muy pesados e insoportables. También son aquellos, que se presumen de tales, que piensan
que con su mucho conocimiento pueden alcanzar toda la verdad; son los que el mundo
considera grandes por razón de su ciencia e inteligencia, que tienen éxito, los
que no tolerarían jamás ser pequeños. Es una triste realidad.
Pbro. Salvador A. Carrasco C.
Pbro. Salvador A. Carrasco C.
"APRENDED DE MI QUE SOY MANSO Y
HUMILDE DE CORAZÓN".
Vengan a mí los que están cansados y agobiados que yo los aliviare, los que están cansados de llevar esta carga impuesta por estos escribas, que obligaban a la gente sencilla, que tenían que cumplir los seiscientos trece preceptos, que ni siquiera estos escribas lo cumplían, por eso lo hacían insoportable; Jesús los invita a llevar su nuevo yugo, que es una carga ligera y liviana, que es cumplir sus enseñanzas, y su vida ejemplar; y a los que están agobiados por los pecados que uno comete y uno es victima de los pecados que otros cometen; Jesús viene a perdonar a todos los que acogen su mensaje, para estar aliviados; por eso Jesús, acoge a los
pecadores, para liberarlos del pecado que los oprime, angustia y agobia.
Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, el ser manso no es sinónimo de ser sonso, que así entendemos, sino que ser manso significa, que reaccionamos muy lentamente a la persona que nos ha ofendido, sin reaccionar con cólera; Jesús nos da ejemplo de mansedumbre, al decirle al que lo agredió: "¿Porque me golpeas, dime en que te he ofendido?." Con ello nos invita a que no debemos reaccionar con ira y violencia. Nos invita a ser humildes; Jesús fue el más humilde, lo tratamos como basura de los hombres... y todo lo hizo porque nos amaba tanto, indicando que la humildad es un servicio, en favor de nosotros, cumpliendo la misión que el Padre le había encomendado. Dios no quiere a los soberbios, orgullosos ni vanidosos, que reaccionan con violencia cuando hieren su ego. Que la Virgen María, una criatura tan humilde, no ayuda a cada uno a ejercitar la virtud de la humildad.
Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, el ser manso no es sinónimo de ser sonso, que así entendemos, sino que ser manso significa, que reaccionamos muy lentamente a la persona que nos ha ofendido, sin reaccionar con cólera; Jesús nos da ejemplo de mansedumbre, al decirle al que lo agredió: "¿Porque me golpeas, dime en que te he ofendido?." Con ello nos invita a que no debemos reaccionar con ira y violencia. Nos invita a ser humildes; Jesús fue el más humilde, lo tratamos como basura de los hombres... y todo lo hizo porque nos amaba tanto, indicando que la humildad es un servicio, en favor de nosotros, cumpliendo la misión que el Padre le había encomendado. Dios no quiere a los soberbios, orgullosos ni vanidosos, que reaccionan con violencia cuando hieren su ego. Que la Virgen María, una criatura tan humilde, no ayuda a cada uno a ejercitar la virtud de la humildad.
Pbro. Salvador A. Carrasco C.
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