sábado, 29 de junio de 2019

XIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 6/29/2019 11:32:00 p.m. with No comments
    ¡SIGUEME!

Jesús libremente decide ir a Jerusalén: por Samaria, a pesar de los detractores y lo peligroso que puede ser ese camino, y para sorpresa de sus discípulos, es el lugar donde los judíos son odiados, y lógicamente los samaritanos no les dan hospedaje.

Jesús rechaza todo tipo de violencia, no quiere hacer daño a los Samaritanos; ante la reacción violenta y con deseos de venganza divina, de Juan y Santiago, los hijos del trueno, ya que habían sido formados por las costumbres judías, que buscaban venganza o castigo divino. Jesús reprende su violencia, no quiere hacerles daño y se van por otro camino; es necesario ir a los lugares donde la gente tiene hambre de Dios.

Camino a Jerusalén, es un camino de subida, para apostar por su Padre, y sabe lo riesgoso que es, uno le dice a Jesús, te seguiré a donde vayas, Jesús le dice: “las zorras tienen madrigueras…a otro lo invita pero le responde que tengo que enterrar a mi padre; Jesús le dije dejad que los muertos entierren a sus muertos; y a un tercero también lo invita a seguir, pero pone condiciones. Para seguir a Cristo, son tres exigencias, primero no ofrece seguridades materiales, luego tener un desprendimiento total de la familia, y finalmente no poner condiciones, es decir no volver atrás.

Los invita a que sean sus discípulos, no buscando seguridades materiales, ni económicas, dejar esa vida pecaminosa, pues que los muertos entierren a sus muertos, se refiere a la gente que no quiere cambiar, pues, prefieren seguir viviendo en pecado mortal por ello no hay que insistir, tu ven y sígueme. Jesús quiere salvar al hombre, cambiar al hombre.  Finalmente, el discípulo no puede volver hacia atrás, pues es necesario arar bien la tierra sin torceduras, fijarse en la línea recta, es decir nunca apartar su mirada de Dios. No perder el fin último que Dios tiene para cada uno de nosotros.

Con él seremos libres, como nos dice San Pablo, nada nos ata, por eso el buen cristiano se pone a caminar con Cristo, procurando hacer el bien, como verdadero discípulo que conoce a su Maestro.
  

                                                Pbro. Salvador A. Carrasco C

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