sábado, 27 de agosto de 2016

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORIDNARIO CICLO C 2016

Posted by salvador on 8/27/2016 10:59:00 p.m. with No comments
“INVITA AL POBRE… Y SERÁS DICHOSO”


Jesús, es invitado en la casa de un fariseo que tiene gran prestigio,  para comer, los fariseos observan a J,esús que no negó la invitación del fariseo, en día sábado; él observa también a los fariseos, que están ocupando los primeros puestos, buscando ser honrados y considerados por la gente; pues es gente vanidosa, soberbia y orgullosa; al ver esto, Jesús nos da dos enseñanzas por medio de parábolas: una sobre los convidados y otro sobre el que convida, o el anfitrión,  indicando mi relación con Dios, conmigo mismo y con los demás.

Si te invitan siéntate en el último sitio, no busques los primeros puestos, normalmente en esta sociedad, los valores del mundo, son contrarios a los valores del reino; cuando a uno lo invitan, siempre esta persona procura ocupar el primer puesto, porque tiene riqueza, poder, fama, prestigio, etc. todo ello, hace que sea orgulloso, soberbio, vanidoso, arribista, es enceguecido y queda ensordecido, no quiere escuchar, solo quiere escucharse a sí mismo, busca que todo el mundo lo alabe, esta por encima de los demás, incluso ya no cuenta a Dios. Jesús cambia estos valores, porque tenemos que vivir, en pobreza, en humildad, incluso humillarse, siendo los mas "menos" en este mundo, él viene, a humillar al que se ha enaltecido; el mismo Jesús se humillo por todos nosotros, y nos pide a no tener las actitudes de algunos fariseos.

Buscamos ser correspondidos, en este mundo mercantilistas, donde nuestra relaciones, están llena de intereses, esperando siempre ser correspondidos, cuando uno invita, especialmente a los amigos, a la familia, a los vecinos ricos, incluso a las autoridades; siempre buscamos la dulce recompensa de un amor correspondido, lo hacemos por interés, como los escribas y fariseos; buscamos una recompensa, tal vez, trabajo, ocupar un cargo político, o de confianza, ser asesor, o una recomendación, así es este mundo; es decir nuestras relaciones humanas se mueven en el mundo de la reciprocidad, en un mundo mercantilistas, donde buscamos siempre ser correspondidos, así es nuestro mundo, Dios no quiere eso.

 
La novedad de Jesús, te pide que: "Invites al pobre... y serás dichoso, porque no te pueden corresponder", los pobres, lisiados, cojos, ciegos, enfermos, son los marginados de la sociedad, que no te devolverán, ni te retribuirán por lo que estas haciendo, aunque el mundo te diga, que nada sirve lo que haces, porque estas malgastando tu fortuna; pero para todo cristiano, la caridad, es un amor gratuito, que dirige su atención en primer lugar al pobre, a ejemplo de Cristo Jesús.

Serás  recompensado en el cielo,  ese es tu premio, los pobres te pagaran cuando resucites, escucharás de Jesús que te dirá: "bendito a la casa de mi Padre, porque cuando tuve hambre me diste de comer"... ¡Animo! Procura compartir tus bienes con los más necesitados, sin esperar recompensa, aunque para el mundo eso sería una locura perder tu fortuna terrenal, pero tendrá una gran reconpensa en el cielo, que nadie te la quitará, donde Dios te premiara, y ocuparas un gran puesto en el banquete del reino de los cielos.
                                                                                                               
                                    Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORIDNARIO CICLO C 2016

Posted by salvador on 8/27/2016 10:59:00 p.m. with No comments
“INVITA AL POBRE… SIN ESPERAR RECOMPENSA”


Jesús, es invitado en la casa de un fariseo que tiene gran prestigio,  para comer, los fariseos observan a Jesús que no negó la invitación del fariseo, en día sábado; él observa también a los fariseos, que están ocupando los primeros puestos, buscando ser honrados y considerados por la gente; pues es gente vanidosa, soberbia y orgullosa; al ver esto, Jesús nos da dos enseñanzas por medio de parábolas: una sobre los convidados y otro sobre el que convida, o el anfitrión,  indicando mi relación con Dios, conmigo mismo y con los demás.

Si te invitan siéntate en el último sitio, no busques los primeros puestos, normalmente en esta sociedad, los valores del mundo, son contrarios a los valores del reino; cuando a uno lo invitan, siempre esta persona procura ocupar el primer puesto, se cree que  es grande por lo que tiene, por lo que es, por la fama que gano, etc. por eso busca que todo el mundo lo alabe, se vuelve soberbio, orgulloso, arribista, vanidoso y se cree más que los demás; ya no tiene en cuenta a Dios por lo que es; más Jesús cambia estos valores, porque el que se humilla será enaltecido, es decir el que es menos importante, será el más importante en el reino de los cielos y estos estarán en los primeros puestos, que gran enseñanza nos da Jesús, que nos invita a no tener las actitudes de algunos fariseos.

Buscamos ser correspondidos, en este mundo mercantilistas, donde nuestra relaciones, están llena de intereses, esperando siempre ser correspondidos, cuando uno invita, especialmente a la familia, o los amigos siempre lo hacemos por interés, como los escribas y fariseos; buscamos una recompensa, tal vez, trabajo, ocupar un cargo político, o de confianza, ser asesor, o una recomendación, así es este mundo; es decir nuestras relaciones humanas se mueven en el mundo de la reciprocidad, buscamos siempre ser correspondidos, así es nuestro mundo mercantilistas, que Dios no quiere eso.

 
La novedad de Jesús: es que cuando invites al pobre... no esperes recompensa, en este mundo, Jesús, te pide que invites al pobre, al lisiado, cojos y ciegos, que no pueden recompensarte,  allí radica la novedad de la enseñanza de Jesucristo, donde los invitados no pueden retribuirte o recompensarte. Eso Dios quiere de nosotros,  Jesús nos dio el ejemplo, dando su vida por todos nosotros y lo hizo de manera gratuita.

Serás  recompensado en el cielo,  ese es tu premio, los pobres son los que van acusarte en el momento que seas juzgado, y por ellos alcanzaras el premio celestial, ya que escucharas de Jesús las palabras que te dirá, bendito a la casa de mi Padre, porque cuando tuve hambre me diste de comer. ¡Animo! Procura compartir tus bienes con los más necesitados, sin esperar recompensa, aunque para el mundo eso sería una locura perder tu fortuna terrenal, pero tendrá una gran fortuna, que nadie te la quitará, donde Dios te premiara, y ocuparas un gran puesto en el banquete del reino de los cielos.
                                                                                                               
                                    Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


sábado, 20 de agosto de 2016

DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2016

Posted by salvador on 8/20/2016 10:49:00 p.m. with No comments
“DIOS QUIERE, QUE TODOS SE SALVEN”

Jesús, dirigiéndose a Jerusalén, anuncia la salvación de Dios a todos los hombres, en cada pueblo o aldea que pasa, no se cansa de anunciar que el reino de Dios ha llegado, y que es necesario, que se conviertan y crean en él. Uno del gentío le pregunta: ¿serán pocos los que se salven?

Jesús le responde: “Esfuércense en entrar por la puerta estrecha. Les digo muchos intentarán entrar y no podrán”, con ello nos va indica, que cada creyente que ha abrazado la fe en Cristo Jesús, tiene que emplear todas sus fuerzas, tiene que combatir, para entregarse a la gloria de Dios y al servicio del prójimo, procurando hacer siempre la voluntad del Padre celestial, amando a sus hermanos, incluso a sus enemigos, teniendo como modelo a Jesús. Si nos descuidamos, cuando el dueño de casa se levante y cierre la puerta, se quedarán fuera, y empezarán al llamar a la puerta diciendo: “Señor ábrenos”. El dueño no abrirá, porque no los conoce, por eso en cada acción, palabra, obra o pensamiento alguno que se tenga, nos puede poner en peligro de quedarnos fuera, es necesario pedir a Dios, que no ayuda a entrar en su reino; y a los que quedaron fuera les dirá:

“No sé de donde son ustedes, apártense de  mí todos los servidores de la iniquidad”,  creen que la salvación de Dios, es un derecho, así piensan los judíos por ser el pueblo o nación elegida por Dios, diciéndole al Señor: “Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras sinagogas”, pero por no acoger la palabra de Dios, son rechazados, ni son reconocidos.  También encontramos otro grupo de personas que por pertenecer a un grupo religioso, realizar una actividad piadosa, etc. creen también, tener derechos sobre Dios para que alcanzar la salvación, es decir tienen el derecho de cobrarle la factura a Dios, por eso le dicen al Señor: “En tu nombre hemos predicado, hemos echado demonios, hemos sanado enfermos, etc. También el Señor, les dirá: “no los conozco, aléjense de mi malvados”. Estos estarán en el lugar de tormento, donde será el llanto y rechinar de dientes, pues verán en el reino a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los elegidos de Dios, pero los que quedaron fuera, serán atormentados.

La salvación de Dios es gratuita un don, donde Dios quiere que todos los hombres se salven, por eso vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, como nos dice el profeta Isaías, reunirá a todas las naciones, para que alcancen la salvación de Dios, ya que los primeros, que eran los judíos, se quedaron anclados, en sus ritos, leyes y sistema religioso… no aceptando el mensaje de salvación de Dios, porque se creían seguros de sí, por eso estos primeros, serán los últimos y los últimos serán los primeros.  Querido hermano, no os asustéis, Jesús pide que vivamos y hagamos la voluntad de su Padre, viviendo en radicalidad su enseñanza, para alcanzar la salvación; incluso aquellos que no son de los nuestros, si se esfuerzan por buscar la verdad y vivirla, alcanzarán la salvación de Dios.


                       Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

                                       
                                     





domingo, 14 de agosto de 2016

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2016

Posted by salvador on 8/14/2016 09:02:00 p.m. with No comments
“SU REINO, ES COMO UN FUEGO QUE NO TRAE PAZ, SINO DIVISIÓN.

Vine a prender fuego al mundo ¡y ojalá ya estuviera ardiendo!, el amor de Jesús por nosotros es fuego divino, que cambia, transforma y purifica a la persona de toda escoria de pecado, en el mundo que se mueve, sea familiar, social, económico, político, religioso, etc. cambia el interior del hombre; pero a muchos no les gusta, porque les conviene que sigan las cosas tal como están, no se dejan transformar por el fuego divino abrasador de su amor, quieren que todo siga igual, es decir que haya injusticia, engaño, explotación, muerte, etc. viviendo una falsa paz, quedando adormecidos; pero los que se han dejado transformar, por el fuego divino de su amor, han tomado postura por Jesús, y han rechazado lo que el mundo les  ofrecía.

Es necesario pasar por un bautismo, ¡y que angustia, hasta que se cumpla! los poderes reinantes en este mundo, no quieren que nada se cambie, por eso, rechazaron a Jesús,  que puso en peligro sus intereses, dándole muerte; ese es el bautismo que tenía que pasar Jesús por todos nosotros, al inaugurar su reino; y es el mismo bautismo que tenemos que pasar todos nosotros los que estamos comprometidos con Jesús y su reino, donde cada discípulo que ha optado por Jesús, debe ser signo de contradicción en este mundo; pero resulta, que muchas veces nos parcializamos, o hacemos algunos pases con los poderes de este mundo, hablando cosas muy bonitas y no queremos acabar como el maestro.

“Jesús ha venido a traer división y no paz”,  pareciera contradictorio sus expresiones, pues nos habla que ha traído la paz al mundo, pero ahora nos dice que no ha traído paz, sino división. El mundo nos ofrece una paz engañosa, como un equilibrio de fuerzas, como una aceptación de todo lo que hay incluso dentro de la familia, donde todos engañan y explotan…. Esa división se produce, por la  opción radical, que ha tomado todo bautizado en favor de Cristo, de manera que se producirá una ruptura con su familia, en su trabajo, etc. Porque ha asumido un modo de vida, convirtiéndose en testigo del evangelio, sabiendo los grandes riesgos que tiene que sucederle por optar por Jesús. El que no quiere correr el riesgo, es aquel que no quiere quemar su vida por la causa del reino. Pidamos a Dios, que nos ayude a ser consecuentes con su causa.
                                       
                                      Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


sábado, 6 de agosto de 2016

DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

Posted by salvador on 8/06/2016 10:40:00 p.m. with No comments
ESTAD VIGILANTES Y ESPERAR AL SEÑOR”

Ricos para Dios y no para el mundo, los ricos del mundo, son aquellos que se ahogan en sus riquezas, y han puesto su seguridad en  ellas; y los ricos para Dios, son aquellos que han puesto su confianza en el Señor, porque los bienes que obtienen, lo ven como un don de Dios, y lo comparten con sus hermanos, los más necesitados. El único bien para ellos es Jesús y este es el pequeño  rebaño, a quien el Padre ha tenido a bien darles el reino, porque han empezado a vivir los valores del reino.

Donde esta vuestro tesoro allí estará tu corazón, nos dice Jesús, si amas al dinero tendrás un corazón frió materialista interesado, un corazón de piedra y de metal mezquino, y codicioso; pero si pones tu corazón en Dios, tendrás un corazón tierno, servicial, cálido, sensible y esperaras para recibir tu premio.

Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar los encuentre despierto, para esto hay que tener ceñida la cintura, es decir estar pronto a caminar y ha servir al que más lo necesita; y encendidas las lámparas, que nos pide mantenerse despiertos y vigilantes, pues no sabemos a qué hora vendrá el esposo,  que si nos encuentra despiertos se pondrá a servir. Tenemos que estar en vigilia, es decir  despiertos, que el mundo no nos adormezca, con sus falsos valores, sus ruidos, imágenes, ideologías etc. que intentan hacernos caer en la idolatría, y no tener una esperanza en el Señor, sino en lo que ellos nos ofrecen; por eso hay que estar vigilantes y despiertos. Haciendo buen uso de nuestra tiempo que el Señor nos da, como le dice a Pedro, que tiene que ser un fiel administrador, para cuando él venga, en el momento menos pensado, nos diga Dichosos a quienes han sido fieles administradores y solícitos, de lo que se les ha confiado, poniendo los talentos al servicio de Dios y de la Iglesia,,

Somos peregrinos de la fe, porque marchamos a la patria verdadera y definitiva, gracias a un Dios bondadoso, omnipotente y siempre fiel,  que hace que no se apague esa luz, que es la fe en nuestras vidas, para que los siervos seamos buenos administrador de los tesoros que el Señor confió nos ha confiado;  sin dejar de ser peregrinos de la fe, esperando con ansia y con la certeza segura, de obtener el premio y no el castigo., como lo hicieron nuestros padres en la fe, como fue el caso de Moisés, Abrahán, que son modelos de fe y de esperanza. Debéis estar dispuesto ha hacer siempre buen uso del tiempo que el Señor te da en este mundo como peregrino de la fe.

                                        Pbro. Salvador A. Carrasco Castro  


DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

Posted by salvador on 8/06/2016 10:40:00 p.m. with No comments
ESTAD VIGILANTES Y ESPERAR AL SEÑOR”

Ricos para Dios y no para el mundo, los ricos del mundo, son aquellos que se ahogan en sus riqueza, y han puesto su seguridad en  ellas; y los ricos para Dios, son aquellos que han puesto su confianza en el Señor, porque los bienes que obtienen lo ven como un don de Dios, y lo comparten con sus hermanos, los más necesitados. El único bien para ellos es Jesús y este es el pequeño  rebaño, a quien el Padre ha tenido a bien darles el reino.

Donde esta vuestro tesoro allí estará tu corazón, nos dice Jesús, si amas al dinero tendrás un corazón frio materialista interesado, un corazón de piedra y de metal mezquino, y codicioso; pero si pones tu corazón en Dios, tendrás un corazón tierno, servicial, cálido, sensible y esperaras para recibir tu premio,

Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar los encuentre despierto, para esto hay que tener ceñida la cintura y encendidas las lámpara, pues  no sabemos a qué hora vendrá el esposo,  y por tanto tenemos que estar en vigilia, es decir  despiertos, que el mundo no nos adormezca, con sus falsos valores, sus ruidos, imágenes, ideologías etc. que intentan hacernos caer en la idolatría, y no tener un esperanza en el Señor, sino en lo que ellos nos ofrecen; por eso hay que estar vigilantes y las lámparas encendidas,  para recibir al esposo, cuando venga en el momento, menos pensado, para que nos diga Dichosos a quienes nos encuentra haciendo algo bueno y mientras llega hacemos buen uso del tiempo que Dios nos da, poniendo los talentos al servicio de Dios y de la Iglesia,,

Somos peregrinos de la fe, porque marchamos a la patria verdadera y definitiva, gracias a un Dios bondadoso, omnipotente y siempre fiel,  que hace que no se apague esa luz, que es la fe en nuestras vidas, para que los siervos seamos buenos administrador de los tesoros que el Señor confió nos ha confiado;  sin dejar de ser peregrinos de la fe, esperando con ansia y con la certeza segura, de obtener el premio y no el castigo., como lo hicieron nuestros padres en la fe, como fue el caso de Moisés, Abrahán, que son modelos de fe y de esperanza.

                                        Pbro. Salvador A. Carrasco Castro