“LA PUERTA ESTRECHA”
“
Jesús, dirigiéndose a
Jerusalén, anuncia la salvación de Dios a todos los hombres, en
cada pueblo o aldea que recorría, su mayor preocupación, es que todos se
salven, por eso no se cansa de anunciar que el reino de Dios ha llegado, y que
es necesario, que se conviertan y crean en él. Uno del gentío le preguntas,
serán pocos los que se salven, pero Jesús no da un dato numérico, por eso
responde:
Jesús da la respuesta,
“Esfuércense en entrar por la puerta estrecha, con ello nos va indicando,
que cada creyente que ha abrazado la fe en Cristo Jesús, tiene que emplear
todas sus fuerzas, para entregarse a la gloria de Dios y al servicio al prójimo,
procurando hacer siempre la voluntad del Padre celestial, amando incluso a los
enemigos, teniendo como modelo a Jesús. Si nos descuidamos, cuando entre el
dueño a la casa, cerrará la puerta, para celebrar el banquete; y empezarán al
golpear la puerta diciendo: “Señor ábrenos”. El dueño no abrirá, porque no los
conoce, y les dirá:
“No sé de donde son ustedes, apártense de mí todos los
servidores de la iniquidad”, creen
que la
salvación de Dios, es un derecho, así piensan los judíos, por eso le dicen: al
Señor: “Hemos comido y hemos bebido contigo, y has enseñado en nuestras
sinagogas”, pero por no acoger la palabra de Dios, son rechazados, ni son
reconocidos. También encontramos otro
grupo de personas que, por pertenecer a un grupo religioso, y al realizar una
actividad piadosa, etc. creen también tener derechos sobre Dios para que
alcanzar la salvación, es decir creen que tienen el derecho de cobrarle la
factura a Dios, por eso le dicen al Señor: “En tu nombre hemos predicado, hemos
echado demonios, etc. También el Señor, les dirá: “no los conozco, aléjense de
mí malvados”. Estos estarán en el lugar de
tormento, esto será el llanto y el rechinar de dientes.
La salvación de Dios es gratuita un don, donde Dios
quiere que todos los hombres se salven,
por eso vendrán todas las naciones, para que alcancen la salvación de Dios, ya
que los primeros, que eran los judíos, se quedaron anclados, en sus ritos,
leyes y sistema religioso… no aceptando el mensaje de salvación de Dios, porque
se creían seguros de sí, por eso estos primeros, serán los últimos y los
últimos serán los primeros. Querido
hermano, no os asustéis, Jesús pide que vivamos y hagamos la voluntad de su
Padre, viviendo en radicalidad su enseñanza, para alcanzar la salvación;
incluso aquellos que no son de los nuestros, si se esfuerzan por buscar la
verdad y vivirla, alcanzarán la salvación de Dios.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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