¡EL CAMINO PROGRESIVO DE LA
FE, LO SACO DE LAS TINIEBLAS!
Dios manifiesta su gloria,
Jesús se acercó al
ciego de nacimiento, para realizar su obra para gloria de Dios; los judíos, creen que nació ciego, por
haber pecado él o sus padres; el ciego no participa de la sinagoga, ni es capaz de leer
la Torá, pobre hombre, pobre de muchos nosotros, que aún muchos todavía estamos
ciegos. Jesús conoce nuestra debilidad humana y viene a sanarnos de la ceguera
no solo del cuerpo, sino del alma, para que se manifieste la gloria de Dios.
El camino progresivo de la fe, empieza,
cuando Jesús unge con barro los ojos del ciego, y este ciego de nacimiento no sabe quién lo
untó los ojos, Jesús le manda que se lave en el poso de Siloe; él fue, se lavó
y volvió con vista, recién puedo ver, estaba muy feliz, él se fió de su palabra,
por eso se sano, ahí empezó el camino progresivo de su de fe. No es el agua que lo curo, sino
fue la saliva de Jesús que lo sanó. Jesús se retiró, para que no lo alaben como
nos dice San Juan Crisóstomo, y este ciego no sabía quién lo unto sus ojos,
pero al recobrar la vista, como humano queda agradecido, se entera que es Jesús quién lo sano de la vista.
“Soy yo” responde el
ciego, a los vecinos que estaban perplejos, lo conocían al pedir limosna; pensaban que no era
él o se parecía a él, por ello les responde: “Soy yo” el ciego que fui sanado, respondiendo,
así como un acto de agradecimiento por haber recuperado la vista, y no es otro.
Los fariseos no quieren
aceptar este milagro evidente, al preguntar al hombre como había adquirido la
vista, el hombre les contesto: “Me puso barro en los ojos, me lavé y veo”. Para
los fariseos les resulta imposible que un hombre pecador, pueda hacer este milagro,
y lo peor del caso es que ha quebrantando el sábado. Este bien, que ha
realizado Jesús, suscita división en los fariseos; por eso le vuelven a
preguntar al hombre, y este responde lo mismo, no duda en su afirmación, porque
ha quedado sanado.
Confiesa que es un
profeta,
los fariseos no estaban convencidos del milagro, por eso le vuelven a
preguntar: ¿Tú que dices del que te ha abierto los ojos? Les responde sin ambages
que es un profeta. Conoce quien lo ha sanado, es Jesús y por ello es expulsado
de la sinagoga por
dar testimonio, ante los fariseos de su sanación.
El camino progresivo de la fe, lo sacó de las tinieblas, al ser expulsado, Jesús lo encontró y le dice: ¿Crees en el Hijo del
Hombre? le contesto, quien es, Jesús le dice lo estás viendo, y dijo: Si Creo y
se arrodillo, recibiendo la luz, que es la fe en Cristo Jesús; mientras que los
escribas y fariseos permanecen en tinieblas, por no creer en Jesús. Dios quiera
que no permanezcamos en las tinieblas, que el sane nuestra ceguera, para poder
vivir en la luz de Cristo como dice San Pablo: “Él nos sacó de las tinieblas,
para que caminemos como hijos de la luz".
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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