¡ALEGRÉMONOS!
¡LA OBRA DE DIOS, HA EMPEZADO!
Hay motivo para alegrarse, se vislumbra poco a poco la presencia del reino de Dios. Estamos en el Tercer Domingo de Adviento, llamado el domingo
de “Gaudete” (regocijo) se hace un alto en el camino del Adviento: el Señor
está más cerca del hombre. Isaías anuncia el gozo de la liberación a los
desterrados que el Señor trae. El Ángel le dice a María “alégrate"…Juan salta de
alegría en el seno de Isabel, por la cercanía de Jesús…. Los discípulos se
alegran al ver al Señor resucitado. Juan, descubrió a Jesús por sus obras.
"¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?". Juan está muy perplejo, se ha enterado, que el Mesías no va de la misma línea que él ha predicado, que tiene que ser un vengador, justiciero, aquel que viene a destruir al pecador; pero no es así como él piensa. Juan Bautista, ha entrado en una duda de fe, como todo creyente, el hombre duda, pero Dios no duda, por eso Juan envía a sus discípulos para que le pregunten: ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otros? El hombre necesita salir de sus dudas, pues muchas veces quedamos tan perplejos frente a tanto mal, que necesitamos que alguien haga justicia, y es ahí donde surge la pregunta ¿dónde está Dios?, ¿Por qué permite tanto mal? Y empieza la duda como Juan, será o no será el Mesías que yo anunciaba. Juan conoce muy bien a Jesús es un pariente suyo, pero Jesús mostró misericordia con el pecador, no vino a vengarse, por eso Juan quedo muy perplejo. Jesús responde a los discípulos de Juan.

Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
"JUAN, ES MAYOR QUE TODOS LOS
PROFETAS"
Jesús alaba a Juan: que han visto en el desierto, a un
hombre vestido, de piel de camello, que no estrena ropa lujosa, ni vive en palacios;
a un hombre como una caña que no se dobla fácilmente por el viento, aquel que
no cede frente al poder de las autoridades como increpo sin miedo al rey
Herodes, ni cede ante las promesas, Por eso Jesús alaba a Juan diciendo, es más
que un profeta, y no hay ningún hombre alguno, más grande que él nacido de
mujer, porque es el mensajero de la cercanía del reino de Dios, que ha
preparado su venida.
El más pequeño del reino de Dios, es más
grande que Juan,
se refiere a todos los que creen en Cristo, que han vivido y creído en Jesús
pues, somos lo beneficiados, los afortunados. Cuanto quisieron ver estos
momentos los profetas, ellos murieron no han podido ver este gran
acontecimiento de la salvación de Cristo lo han anunciado, pero no han visto
los frutos de la economía de la salvación. Dichosos nosotros, que hemos visto y
creído, por eso debemos continuar en la construcción del reino de Dios, y ser
misericordiosos como Dios.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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