¡JESÚS NO HA VENIDO A DESTRUIR...!
Jesús libremente decide ir a Jerusalén, por Samaria, a pesar
de los detractores y lo peligroso que puede ser ese camino, y para sorpresa de
sus discípulos, que sabían que los judíos son odiados, y lógicamente los
samaritanos no les dan hospedaje.
Jesús
es rechazado por los samaritanos, los discípulos que fueron
enviados por Jesús a Samaria, para buscar un alojamiento, al enterarse que eran
judíos, no les dan hospedaje, son rechazados porque les llevan odio a los judíos,
y Jesús siendo judío es rechazado por la gente de Samaria, no por ello reacciona
con violencia; con esto les quiere dar una gran lección el Maestro, así como lo
han rechazado también los discípulos algún día serán rechazados, de igualmente
los que seguimos ahora a Jesús seremos rechazados, despreciados, odiados, etc.,
pues siempre hemos querido que nos
traten bien, pero cuando se sigue con radicalidad a Jesús, el mundo los odiara,
porque no somos del mundo, esto ya nos advirtió Jesús a sus discípulos.
Jesús
no quiere violencia contra los Samaritanos; ante la reacción
violenta y con deseos de venganza divina de Juan y Santiago, los hijos del trueno, que habían sido
formados por las costumbres judías, que buscaban venganza o castigo divino.
Jesús los reprende firmemente, no quiere que se haga daño a los Samaritanos,
pues no ha venido a destruir y a matar, sino les da una gran lección. Así como lo
han rechazado, también a sus discípulos los rechazarán, por eso le pide
paciencia, comprensión y que no reaccionen con violencia, cuando sean
rechazados. Hay que dirigirse a otras aldeas, donde la gente tiene hambre de
Dios.
Pbro. Salvador A. Carrasco C.