¡DIOS PERDONA Y DIGNIFICA A LA MUJER!
Jesús, es invitado por el fariseo a su
casa, encontrándose en
ella otros comensales, el motivo es por curiosidad, quiere saber si Jesús, es o
no el profeta, ya que mucha gente seguía a Jesús por sus enseñanzas; pero una
mujer rompiendo los esquemas de toda cortesía, se introduce en la casa del
fariseo.
La mujer pecadora, quiere ser curada y
perdonada, es la realidad de
todo hombre pecador; todo el mundo la conocía, y estaba en boca de todos; pobre
mujer, llena de pecados, se coloca detrás de Jesús, junto a sus pies, y con sus
lágrimas, lava los pies de Jesús, con sus cabellos los seca, besa los pies de
Jesús, los unge; ella quiere ser curada y perdonada.
El fariseo que se cree justo, no necesita del perdón
de Dios, se fija en Jesús, descubre que no es un profeta, pues sabía bien que la mujer que la está tocando,
es una pecadora. Si Jesús sabría que es una pecadora, al momento se
alejaría de ella, o le dirá apártate de mí pecadora o la recriminaría. Mas
Jesús al conocer el corazón del fariseo, este no quiere ser curado y sanado por
el maestro, porque está lleno de orgullo y soberbia, y cree que es un hombre
justo, que no necesita perdón, esta distanciado de Jesús no necesita
arrepentirse, según él está justificado por cumplir la ley.
Dios perdona a la mujer pecadora y
la dignifica, pues sus muchos pecado, han sido
perdonados, por eso Jesús plantea una parábola sencilla y asombrosa al fariseo
Simón: “A un prestamista le debían, uno cincuenta denarios y otro
quinientos, pero como no tienen dinero para poder pagarle, les perdona a los
dos, y Jesús le dice a Simón: ¿cuál de ellos lo amara más? le responde:
"al que más se le perdono". Agrega tu no me diste el trato que ella
hizo conmigo, cuando ingrese a tu casa, porque su amor era grande, por eso a
ella Jesús le dijo: "Tus pecados están perdonados", porque
grande fue su amor..
Jesús bondadoso, hace que cada pecador sea
perdonado, pero no condenado, porque
el fariseo tiene el hábito de juzgar al pecador y condenarlo,
mientras que Jesús hace que cada pecador, alcance la bondad,
la misericordia y el perdón de Dios. Me pregunto: ¿Qué puede mover al pecador, para acercarse a Jesús
y obtener el perdón de los pecados?; y la segunda ¿Tengo la actitud del
fariseo, de reprochar y acusar al pecador, creyéndome estar limpio y puro a los
ojos de Dios?.
Pbro. Salvador A. Carrasco C.
0 comentarios:
Publicar un comentario