¡PERMANECED DESPIERTOS, NOS PIDE EL SEÑOR!
Hoy empieza un nuevo año litúrgico, que nos invita a prepararnos, en este tiempo de
espera, para la segunda venida de Cristo y en segundo lugar, para celebrar con
alegría, gozo, y llenos del amor de Dios, la primera venida del niño Dios, que
en todo lugar se celebrará el nacimiento de Jesucristo que se encarnó por
nosotros y vivirá en medio de su pueblo.
Jesús nos habla sobre lo
incierto de su venida pues
mientras unos están sufriendo maltratos, injusticias, explotación, pasando
penalidades, aflicciones, pero superando con la ayuda de Dios, dichas
dificultades; pero otros están viviendo en esta mundo, con muchas
distracciones, preocupándose más en las cosas terrenales, pasándola bien, viviendo
ajenos a la realidad que viven, sin importarles nada sobre el sufrimiento y el
dolor de sus hermanos, es decir unos sufren porque se retrasa la venida de
Cristo, y otros viven como si nunca vendrá Jesucristo.
Estad despiertos, nos pide
el Señor, estad despierto significa,
que uno vive su vida cristiana de manera responsable, todo lo que tiene se lo
debe a Dios, primero la vida, luego la salud, el trabajo, su riqueza, y toda
cuanto tiene y que ante las tentaciones
o pruebas, logra superar con la ayuda de Dios; es decir es un hombre cristiano,
que administra bien su vida y los bienes que tiene comparte con el pobre, porque sabe que algún día vendrá el Señor y
vive esperando al dueño, que le pedirá cuentas de todo, para pasar al banquete
de su Señor.
No deben estar dormidos,
porque el que está dormido, es aquella persona que vive su vida cristiana de
manera irresponsable,
viviendo distraído de la realidad, no asumiendo su compromiso cristiano, piensa
que es dueño de su propia vida, de sus propios bienes, que debe disfrutar todo
lo que el mundo le ofrece, y que los bienes que obtiene, nadie tiene que
arrebatarlos, ni quiere compartirlos con los pobres, porque es el
esfuerzo de su propio sacrificio, es
decir vive sin poner su mirada hacia Dios, como si nunca tendrá que rendir
cuentas a nadie. Cuidado con el que vive así, pues tendrá un castigo eterno,
por no saber administrar bien su vida..
La venida de Jesucristo será
inminente y tendrá un significado para
uno que estuvo despierto vigilante, la
venida de Dios, será el fin de todas sus fatigas, y sufrimientos, donde pasara
al banquete de su Señor; pero para el que no estuvo vigilante, la venida del
Señor será como un ladrón, que arrebata todo lo que creía poseer, y como se
cree dueño de su vida y de sus bienes, ve a Dios como un ladrón, que le
arrebata todo.
Toda nuestra existencia es
un adviento, una preparación para el
encuentro con el Señor. Todos, cada cual a su tiempo, seremos el invitado que
se presenta a la gran fiesta del cielo donde nos aguarda “el dueño de la casa”.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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