domingo, 26 de octubre de 2014

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO A

Posted by salvador on 10/26/2014 09:12:00 p.m. with No comments



           ¡AMARAS AL SEÑOR TU DIOS
             CON TODO TU CORAZÓN!...


Los fariseos después de haber escuchado las respuestas de Jesús sobre los saduceos, que los dejo en silenció, sobre la resurrección, ahora los fariseos, quieren salir triunfantes, y le tienden una trampa a Jesús, con la maraña de sus 613 preceptos.


Formulan una pregunta maliciosa: ¿Cuál es el mandamiento principal? Ante tantos preceptos que son 613, de los cuales 365 son prohibitivos y la diferencia son impositivos, Si Jesús responde que  unos son  importantes y los otros no, entonces lo acusarían que no quiere cumplir los preceptos dados por Moisés; si dice todos, entonces pondría a todos a un mismo nivel, y no habría el más importante; pero Jesús el gran Maestro les da una sabia respuesta, que hace confundir a sus enemigos y les hace caer en su propia trampa.


¡Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón.. y el segundo es similar a este y amaras a tu prójimo como a ti mismo!, es una respuesta que compendiza toda la Ley y los profetas, esto nos indica que primero hay que amar a Dios, y no al revés, ya  que algunos dicen que primero es la caridad y no es necesario ir a  Misa, porque estás haciendo una obra de caridad, eso es el horizontalismo por tanto es  una gran herejía.

 
“Amar a Dios con todo el corazón,… es complacerle a Dios en todo; Jesús dice: “Quien me ama cumple los mandamientos de Dios”; y como nos dice san Juan el Apóstol, quien ama a Dios, no se deja engañar por el mundo materialista y sensacionalista,  es decir, evitando que todas nuestras malas inclinaciones de nuestra naturaleza, nos dominen; y el que vive en pecado no ama a Dios, y continuamente ofende a Dios y el que no quiere salir de esa situación de pecado, también ofende a Dios. Por eso el que ama, procura conocer a Dios,  y estar con él, recibir la sagrada comunión, procura no perder la amistad de Dios.


El segundo mandamiento es similar al primero, y amar a tu prójimo como a ti mismo, acá se resume toda la Ley y no hay caso de separación, pues lo pone al mismo nivel, si amas a tu hermano estas amando a Dios, y la medida de ese amor, es cuando tu quieras algo para ti, que también sea para tu hermano, si lo ofendes, vas contra toda la ley, cuya esencia es el amor. Por esos es necesario ayudar y defender con amor a los desposeídos, a los indefensos, a los pobres…



                                                  Pbro. Salvador A. Carrasco Castro





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