sábado, 17 de agosto de 2019

XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 8/17/2019 08:24:00 p.m. with No comments

UN FUEGO, ¡OJALA YA ESTUVIERA ARDIENDO
 

He venido a prender fuego sobre la tierra ¡y ojalá ya estuviera ardiendo!, el amor de Jesús por nosotros es fuego divino, que cambia, transforma y purifica a la persona de toda escoria de pecado, en el mundo que se mueve, sea familiar, social, económico, político, religioso, etc. El fuego divino, es el espíritu Santo, que cambia profundamente el interior del hombre; pero que a muchos no les gusta, porque les conviene que sigan las cosas tal como están, no se dejan transformar por el fuego divino abrasador de su amor, quieren que todo siga igual, es decir que haya injusticia, engaño, explotación, muerte, etc. viviendo una falsa paz, quedando adormecidos en su propio sistema y seguros de ello, así tenemos un grupo de hombres, que son hipócritas, religiosos que no necesitan convertirse,; pero los que se han dejado transformar, por el fuego divino de su amor, son los pobres pecadores que se ha dejado abrazar por ese fuego divino, con los purifica y acrisola, viviendo con fortaleza su fe.

Es necesario pasar por un bautismo, ¡y que angustia, hasta que se cumpla! los poderes reinantes en este mundo, no quieren que nada se cambie, por eso, rechazaron a Jesús,  dándole muerte; ese es el bautismo que tenía que pasar Jesús por todos nosotros, y es el mismo bautismo que tenemos que pasar todos nosotros los que estamos comprometidos con Jesús y su reino, donde cada discípulo que ha optado por Jesús, debe ser signo de contradicción en este mundo; pero resulta, que muchas veces nos parcializamos, o hacemos componendas con los poderes de este mundo, hablando cosas muy bonita;  pero es una exigencia vivir en radicalidad el evangelio.

“Jesús ha venido a traer división y no paz”, pareciera contradictorio sus expresiones, pues nos habla que ha traído la paz al mundo, pero ahora nos dice que no ha traído paz, sino división. El mundo nos ofrece una paz engañosa, como un equilibrio de fuerzas, como una aceptación de todo lo que hay incluso dentro de la familia, donde todos engañan y explotan…. Esa división se produce, por la opción radical, que han tomado todo bautizado en favor de Cristo, de manera que se producirá una ruptura con la familia, en el trabajo, etc. Porque ha asumido un modo de vida, siendo testigo del evangelio, sabiendo los riesgos que se corre por optar por Jesús.
                                       
                                      Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

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