sábado, 30 de marzo de 2019

IV DOMINGOC. DE CUARESMA CICLO CC

Posted by salvador on 3/30/2019 09:38:00 p.m. with No comments

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    PADRE MISERICORDIOSO…


No conocen bien el rostro misericordioso del Padre bueno, el hijo menor, como el mayor tienen una imagen distorsionada del padre; el hijo menor, solo quiere los bienes de su padre, tratando a su padre como si hubiera muerto; es hijo ingrato, arrogante, no aprecia la ternura de su padre, quiere estar lejos de su padre, vivir libremente sin ninguna responsabilidad…, rechazando el amor de su padre; mientras que el hijo mayor, ve a un Dios, castigador celoso, que es exigente que cumpla sus leyes a quien hay que servirlo.

El Padre bueno reparte la herencia y da a su hijo menor lo que le corresponde; el menor junta todo lo que tiene y decide marcharse de su casa a un país muy lejano; derrocha su fortuna viviendo perdidamente, busca los placeres, pasando el tiempo con malos amigos, que se le pegan por el dinero, así sucede en algunos hogares que el hijo quiere marcharse de su casa para no estar sometido a las reglas del hogar, viviendo su vida de manera irresponsable, pero llega el momento que se le acaba todo, y empieza a sentir necesidad.

El hijo menor, llega hasta lo peor, por haber malgastado su vida y su fortuna, empieza a pasar hambre, los amigos lo abandonan, nadie le quiere dar de comer, se apega como un pordiosero a un pagano, en tierras paganas, donde no observan las leyes de la pureza, vive en medio de pecadores y sin ley; el trabajo que le dan es intolerable para un judío piadoso, porque pastorea chanchos, animal impuro, como dice: “maldito el que cría puercos”, cayendo en la ignominia, y siente ganas de comer las algarrobinas que comían los chanchos.

El hijo menor recapacita y vuelve a su interior, Motivado por el hambre, recapacita y dice: “cuantos trabajadores en la casa de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre”. El pecado de este pobre hombre, lo ha animalizado, lo ha deshumanizado, ha perdido su dignidad, a no tener derecho de ser hijo del padre; por eso se da cuenta que su vida no debe ser así; decide levantarse el hambre, iré a la casa de mi padre y le diré: “Padre he pecado contra el cielo y contra ti, ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como un empleado tuyo”. Todo pecador pierde el derecho de ser hijo, por estar atrapados en la drogadicción, tabaquismo, ludopatías, etc. y nos resulta salir de esa situación, pero con la ayuda de Dios, uno podrá decir me levantaré y volveré a la casa de mi padre.

Descubre el verdadero rostro misericordioso de su Padre, que al verlo de lejos, el padre se conmocionó;  corrió a su encuentro se le echo hasta el cuello, lo lleno de besos, y no le dio tiempo de decir su confesión preparada; que solo le escucho al decirle: padre he pecado contra el cielo y contra ti, no merezco llamarme hijo tuyo, hasta ahí lo escucho, pero la otra oración no le escuchó, pues el padre no quería tratar como jornalero ni como esclavo; por eso indico a sus criados que traigan el mejor traje, pónganle el anillo y la sandalia, maten el mejor ternero cebado y traigan la música; un padre bueno y misericordioso perdona a su hijo y hace fiesta, porque ha recuperado a su hijo. La actitud del Padre que acoge a su hijo que ha regresado desconcierta, por eso el hijo descubre el verdadero rostro del padre misericordioso.

El hijo mayor, está fuera de la casa, no quiere participar de la fiesta, ni alegrarse, recibe la noticia por terceros, que le dicen. tu hermano ha vuelto, estaba perdido y lo han encontrado, estaba muerto y ahora está vivo”; él se indignó, se molestó y no quiere aceptar la actitud de su padre. El padre salió a su encuentro e intentaba persuadirlo; pero el hijo mayor le dice: cuanto tiempo te he servido… pero “ese hijo tuyo, ha malgastado tus bienes en malas mujeres”, es la lengua venenosa que calumnia a su hermano. El padre le dice al hijo mayor: “tu hermano estaba muerto y lo hemos encontrado vivo, estaba perdido y lo hemos encontrado, deberías alegrarte, … La actitud del hijo mayor, ha caído en un servilismo religioso, como la de los escribas y fariseos, buscan recompensa, no aman a Dios, auto justifican acusando a los demás, que no son como ellos. Cuantos no perdonamos, somos muy egoístas, aprendamos como el padre nos perdona.

                                         Pbro. Salvador A. Carrasco C.



sábado, 23 de marzo de 2019

III DOMINGO DE CUARESMA CICLO C 2019

Posted by salvador on 3/23/2019 09:03:00 p.m. with No comments



SI NO NOS CONVERTIMOS, PERECEREMOS.

Nadie está libre de cualquiera desgracia, sean estas ocasionadas por el hombre, como sabemos de algo terrible que ha sucedido a los galileos, que estaban en el templo; esta se conoce como la desgracia política; y también hay desgracias naturales, como los terremotos, inundaciones, tsunami…, que producen muchas pérdidas humanas; que también sucedieron en tiempos de Jesús, que hubo un terremoto que derrumbó la torre de Siloe y murieron dieciocho personas. Los medios de comunicación masiva viven siempre de la desgracia del hombre. Muchos piensan que Dios los ha castigado por ser muy pecadores y los que no sufrimos desgracias somos los menos culpables, o no tenemos nada contra Dios. También Jesús frente a estos hechos, nos quiere indicar que la vida del hombre es precaria, es decir, en cualquier momento dejaremos de existir y estaremos ante el inminente juicio divino.

Jesús nos advierte, que si no nos convertimos pereceremos, como ellos. Todos necesitamos de conversión, Jesús, al leer estas realidades que producen muerte y dolor, nos manifiesta que si no nos convertimos pereceremos como ellos. Todos necesitamos de convertirnos. Jesús quiere que todos nos salvemos, Dios nos da una oportunidad, que, si no lo aprovechamos, será ya muy tarde, porque la muerte sorprende al pecador. Con ello Jesús nos muestra que toda nuestra vida está montada sobre un riesgo: el juicio de Dios que se avecina. Ante ese riesgo del juicio, solo existe una actitud, la conversión. Queda claro, que no podemos decir que no somos pecadores, y que no necesitamos de conversión, pues Jesús nos invita a la conversión verdadera, para que obtengamos la salvación eterna y que nuestra verdadera realidad no quede destruida.

Es necesario convertirse, sabemos que todos necesitamos convertirnos. La conversión es todo un proceso, que empieza por quitarse esa falsa visión, de que los que han muerto eran más pecadores que nosotros, por eso Dios los ha castigado; quitarse también esa falsa visión de que somos buenos, por eso nada nos sucede; no hemos recibido el castigo divino de Dios. Quitar también la falsa visión que Dios es un castigador, y que tenemos que experimentar su bondad, misericordia y su perdón con todos nosotros. La conversión también es la transformación de corazón, y del camino de la vida, desterrando todo tipo de ídolos, vicios…y empezando tomar la ruta que Jesús nos ha señalado; es decir rompiendo con todo aquello que nos impide acercarnos a Dios. La conversión significa vivir abiertos al   misterio del reino como don de amor de Dios y como una urgencia de un cambio, para servir a los demás. La conversión es también una gracia de Dios que toca lo más profundo del ser de la persona, que hace cambiar la vida del pecador de manera radical, aceptando la bondad, la misericordia, el perdón, y su mensaje de amor de Dios que nos tiene.

Dios es paciente con el hombre, no quiere que seamos como una higuera estéril, para ser arrancada por no dar fruto. El labrador suplica al dueño que le dé un tiempo más, si al remover la tierra, al abonarla, al podarla, podría dar mucho fruto. Si no da realmente ningún fruto hay que arrancarla. Dios es paciente con nosotros, espera que demos frutos de conversión y hay que demostrarlo; pues no basta decir, tengo el conocimiento de Dios, conozco la Palabra de Dios, conozco muy bien la doctrina cristiana, Dios siempre cuida de nosotros, soy muy piadosos, es decir nada me falta; pero no hace nada por dar frutos de conversión, por eso será arrancado. Cuáles son esos frutos de conversión, son el reconocimiento que soy pecador, el arrepentimiento, el firme propósito de cambiar, confiar en la misericordia de Dios que todo lo puede, en experimentar el perdón de Dios; y en estar llenos del Espíritu Santo, como nos dice San Pablo, para que se manifiesten sus frutos que son: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio propio. (Gal 5,22). Especialmente en realizar obras de caridad, con los más necesitados.


                                Pbro. Salvador A. Carrasco C.






sábado, 16 de marzo de 2019

II DOMINGO DE CUARESMA CICLO C 2019

Posted by salvador on 3/16/2019 09:15:00 p.m. with No comments
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LA GLORIA DE DIOS

Jesús va al monte a orar, era habitual en Jesús dirigirse a un monte, para orar a su Padre, y esta vez lo hace acompañado, de sus tres mejores amigos más íntimos…, que serán los testigos de la manifestación de la gloria de Dios, y que no le van a fallar; ellos, estarán también en el monte de los olivos, próxima a su pasión. Ya Jesús les había hablado que tenida que padecer mucho y morir.

La experiencia de la manifestación de la gloria de Dios…, la tuvieron, Pedro, Juan y Santiago, Jesús les regala esta rica experiencia, de ver la gloria de Dios, al ver su rostro radiante, y sus vestiduras resplandecían de blancos; vieron dos hombres que conversaban con el: eran Moisés y Elías, que apareciendo revestidos de gloria, hablaban de su muerte, que se consumara en Jerusalén. Uno representa a la Ley y el otro representa a todos los profetas, luego desparecieron.

Pedro dijo a Jesús “Maestro, que bien se está aquí, hagamos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías, pues no sabía lo que decía; porque quería siempre ver la gloria, quedaba admirado de lo hermoso que se veía, el cuerpo de Cristo, que para llegar a la gloria es necesario el camino de la cruz, que todo discípulo tiene que seguir a Jesús por ese camino de la cruz.
  
“Este es mi Hijo elegido, escúchenlo”, una nube los cubrió a los apóstoles y escucharon una voz que venía de lo alto “este es mi Hijo el elegido, escúchenlo”. Jesús su mayor preocupación es hacer la voluntad de su Padre, y nosotros tenemos que escucharlo, y quien escucha a Jesús se pone en camino con Él, imitando a Jesús, y no dar marcha atrás.

¿Qué nos enseña este acontecimiento?
* Nos enseña a seguir adelante aquí en la tierra, venciendo toda tentación, como Jesús, lo hizo, no ponerse a dialogar con Satanás.
* Como auténticos discípulos, tenemos que escuchar a Jesús y seguir su camino, aunque tengamos que padecer por Cristo; pues en el horizonte se vislumbra una gran esperanza, que seremos transformados por Él, nos espera con su gloria en el Cielo y que como nos dice San Pablo, somos ciudadanos del cielo.
* Hoy aprendemos, que para llegar a la gloria, es necesario el camino de la cruz, como nos ha enseñado Jesús.
 * A entender que el sufrimiento, cuando se ofrece a Dios, se convierte en sacrificio y así, éste tiene el poder de salvar a las almas. Jesús sufrió y así se desprendió de su vida para salvarnos a todos los hombres.                        

            Pbro. Salvador A. Carrasco C


domingo, 10 de marzo de 2019

I DOMINGO DE CUARESMA CICLO C 2019

Posted by salvador on 3/10/2019 01:07:00 a.m. with No comments




JESUS, VENCE AL TENTADOR

Jesús se deja guiar por el Espíritu Santo al desierto, para estar cuarenta días y cuarenta noches sin comer, ni beber, en ayuno y oración, y encontrarse con Dios su Padre; recuerda que Israel estaba en el desierto, donde fue probado…También todo bautizado, es lanzado al desierto de la vida, donde seremos probados.

El Diablo, que tentó a Adán, ahora lo hace con Jesús el nuevo Adán, su nombre propio es “Tentador” o Diablo que no es un simple demonio, y acá se alude al diablo o “Satán”, el jefe de todos los espíritus perversos que se han rebelado contra Dios, ha roto su armonía sobre el mundo, ha pervertido nuestra tierra. Quiere el demonio que Jesús redima sin sufrimiento, y quiere destruir el reino de Dios.


Jesús combate rechazando la oferta del tentador, Jesús el cuerpo total, lucha, constantemente, para vencer toda tentación, enfrentándose con la fuerza amenazante del mal al que lo derrota, aceptando la Palabra de Dios como pan fundamental, aunque tenga hambre material, confiando y obedeciendo a Dios. En este momento actual, todo sucede, como si Dios no existiese, y como si el Diablo fuera el rey de nuestra tierra. En esta tierra se manifiesta la figura y la actuación de Cristo Jesús donde se da la lucha inevitable, y donde Dios romperá la fuerza de Satán.

Cuando deja de luchar o combatir, el hombre cae en desgracia y empieza por aceptar la oferta del tentador: los placeres terrenales; la idolatra de la riqueza, quiere tener más, se vuelve codicioso y avaro; y la idolatría del poder económico, político, y otros poderes de todo índole, a idolatrar los placeres que el mundo nos ofrece, y a manipular a Dios: “Si eres Hijo de Dios convierte estas piedras en pan” y así creeremos en ti”; si nos llenas de prosperidad y de seguridad económica, creeremos en ti.  “Manifiesta un gran milagro de lanzarte de la parte más alta del templo y creemos que eres Dios”, y cuando realizas un milagro creeremos en ti. El hombre no quiere dejar a Dios que sea Dios. Se fabrica otros dioses, que le rinde honores. Por ello el hombre quiere dominar y detentar el poder, y es así que vuelve a caer en la esclavitud de lo que más ama, apartándose más de Dios, y queriendo ser otro dios mejor que Dios, así como fue en la tentación de Adán y Eva.


Jesús nos ayuda a vencer al enemigo, cuando alimentamos el corazón con su palabra; cuando obedecemos y somos fieles a su Palabra; y finalmente cuando oramos a nuestro Padre y permitimos que Dios habite en nosotros, el campo de la fe, para dejarnos guiar por su Espíritu hacia la verdad.  
                         
                                              Pbro. Salvador A. Carrasco


sábado, 2 de marzo de 2019

VIII OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

Posted by salvador on 3/02/2019 08:24:00 p.m. with No comments
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    LA CORRECCIÓN FRATERNA

No es posible, que un ciego guie a otro ciego, Jesús nos hace ver que los doctores y fariseos, son ciegos, porque han suplantado a la Palabra anteponiéndole sus interpretaciones, y sus costumbres; imponiendo muchos preceptos, que no son capaces de cumplirlos. Jesús no quiere que este se dé esta situación entre nosotros, pues puede haber que uno, por más preparado que sea y tenga tantos títulos, quera imponer sus ideas y se convertirá en un ciego, que guía a otros ciegos. Los guías responsables de una comunidad, debe seguir el camino, que Jesús les ha señalado, para que sean auténticos discípulos, por eso cuando escuchamos al guía, y no escuchamos la Palabra de Dios, nos convertimos en ciegos. no creerse que son los mejores pastores, o dirigentes que al guiar.

Es fácil juzgar al hermano, Jesús nos pide que debemos mirar la viga de nuestro propio ojo y no del hermano, quiere que seamos misericordiosos, pues, cuando juzgamos nos creemos más santos o perfectos que los demás, creemos tener la razón, juzgamos muchas veces sin base, sin tener la verdad, basándose en las habladurías de la gente, queriendo quitar la fama a la persona, eso sí que son hipócritas. Incluso usamos la verdad para herir al hermano, eso Dios no quiere, si queremos corregir, hay que hacerlo con amor y caridad así nos pide el Papa Francisco. Nunca nos fijamos en nuestros defectos, que son tan grandes como una viga, que nos impide reconocer que también somos peor que el hermano, por no ser misericordioso.  

De todo árbol bueno, siempre dará fruto bueno y de todo árbol malo siempre dará frutos malos, y nunca dará frutos buenos. Así es nuestra naturaleza humana, si hemos sabido atesorar buenos valores, se nos conocerá por nuestras buenas obras; si somos de naturaleza mala, no daremos frutos buenos, sino siempre frutos malos; como sucedió un hecho, en nuestra patria, que una profesional bien titulada, estaba maltratando a una pobre servidora, no tuvo misericordia ni compasión por esta humilde trabajadora. Queridos hermanos, pidamos a Dios, para siempre demos frutos buenos.



                                           Pbro. Salvador A. Carrasco C