sábado, 10 de febrero de 2018

VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

Posted by salvador on 2/10/2018 09:20:00 p.m. with No comments

 JESÚS: “QUIERO: QUEDA LIMPIO”.


Jesús ve la miseria del hombre marginado, el hombre leproso, según la ley, tenía que andar con la cabeza rapada, con la barba tapada, tenía que gritar: ¡Impuro!, ¡Impuro!; además la lepra era a causa del pecado; lo que más le afectaba, es estar marginado, de su ámbito familiar, religioso, del culto, perdiendo su identidad religiosa, y vivir apartado lejos de su pueblo. Es un hombre muerto en vida, por el mismo sistema religioso que imperaba; cuanta gente en estos tiempos están marginados, sin opción alguna, como casos difíciles de curarse, así también los que tienen lepra del alma se alejan poco a poco de su comunidad, ya no pueden participar de los dones que el Señor nos da.

El leproso lleno de fe se acerca a Jesús y le dice de rodillas: “Si quieres, puedes limpiarme”, él va contra el legalismo, acercándose a Jesús, corriendo el riesgo de ser apedreado, reconoce su miseria humana, sufre mucho, porque ha sido arrancado de todo ámbito, pero confía en el Señor, que es el único que con autoridad puede limpiarlo, sanarlo, liberarlo y pueda reincorporarse a todos los ámbitos de la sociedad judía; por eso se acerca y se pone de rodillas a los pies de Jesús suplicándole: “Si quieres, puedes limpiarme”.

Jesús se compadece del leproso, y sin prejuicios legales extendió la mano y lo tocó diciendo: “Quiero: queda limpio” que alegría de este hombre al haber experimentado la sanación integral. Jesús se compadece y superando todo temor, no solo a las leyes judías, sino también al temor de contagiarse, extendió su mano, lo toco, y le dijo: “Quiero: queda limpio”. Jesús al tocar al hombre, no se contagió, al contrario, Jesús le comunico vida y salud; el bien sobre el mal. Nosotros necesitamos que Jesús nos toque, para que quedemos limpios, y podamos participar de sus dones.

El hombre sanado empieza a divulgar lo que Jesús hizo, Jesús le dice severamente que no diga a nadie, y que se presente ante el sacerdote; pero la alegría de ser limpiado, dejar de ser un marginado… y empieza a pregonar las obras que Dios ha realizado en él, por eso Jesús no pudo ingresar a los pueblos, a pesar de ello la gente lo busca. Nos preguntamos, hemos reconocido nuestras impurezas, todos necesitamos acercarnos a Jesús, para suplicarle que nos limpie de toda enfermedad espiritual y corporal.

 Pbro.  Salvador Carrasco C.


0 comentarios:

Publicar un comentario