viernes, 5 de mayo de 2017

IV DOMINGO DE PASCUA CICLO - A 2017

Posted by salvador on 5/05/2017 10:30:00 p.m. with No comments

     ¡YO SOY EL BUEN PASTOR!

Jesús, nos describe que no es un impostor, sino un pastor,  indicando que hay pastores, que no entran al redil por la puerta, sino que salta por otro medio, por so reciben el título de ladrón y asesino; pues no entra cuando hay luz y no se hace anunciar por el testimonio de la Escritura. También hay otra clase de pastores, que son indiferentes frente a sus ovejas, que solo se preocupan de sí. Jesús se define como el verdadero pastor anunciado por el profeta Ezequiel, y no es un impostor como piensan los judíos, al decir: "Yo soy el Buen Pastor", dándole una fuerte carga simbólica, que todo judío del campo conoce; san Juan Crisóstomo nos dice que son los herejes, que quieren sacarnos del redil, al intentar desviarnos de la verdad enseñada por el único Pastor, por medio de sus pastores.

Hay pastores antes y después de Cristo,  estos son los falsos pastores, que se apacientan a sí mismos, solo buscan su propio provecho, sacando de lo mejor de las ovejas, no las cuidan y las matan para aprovechar su carne. También hay otros pastores que no se preocupan en nada de las ovejas son indiferentes, solo busca su propio éxito, buscan su propio interés. También hay otros pastores que en nada se asemejan al Buen Pastor, que solo se dedican a robar ovejas del verdadero rebaño, formando sus propias sectas, que se creen los iluminados, manipulando la palabra de Dios, según sus conveniencias, confundiendo a la gente sencilla, poco preparada, para después aprovechar de ellas. Estos reciben el título de: “Mercenarios de la Palabra de Dios” o "Mercaderes de la Palabra de Dios".

El Buen Pastor conoce a sus ovejas, antes y después de Cristo son los verdaderos profeta, que hablan en nombre de Dios a su pueblo, corrigiendo, dando a conocer la voluntad de Dios. También hay buenos pastores, que hacen presente la imagen del Buen Pastor, como son los obispos que pastorean su pequeño rebaño ayudado por los sacerdotes que colaboran con su pastor; los buenos sacerdotes hacen presente la imagen viva del Buen Pastor. El Buen Pastor, es Jesucristo, que nos ama a cada uno de nosotros, busca a la descarriada, venda a la herida, cura a la enferma…, conocen su voz, lo escuchan con gusto a su pastor, pues se sienten seguros, cuando Jesús los guía por el sendero de la vida eterna.

Jesús nos dice: “Yo soy la puerta”, que nos permite tener acceso a su santuario en virtud de su sangre derramada, es la única puerta, por el cual nos conduce hacia el Padre, y nosotros ingresamos para formar parte de esa gran familia de Dios, al ser admitidos por medio del Bautismo, y la conversión de nuestra vida. Nuestro Padre nos da la capacidad para creer en su Hijo, por eso escuchamos su voz, y conocemos a Jesús, que es la única puerta que podemos salir y entrar, y que nos cuida a cada uno de nosotros.

Queremos que haya buenas vocaciones, hace falta en estos tiempos de muchos buenos sacerdotes, que hagan presente la imagen del Buen Pastor; años atrás miraba como la gente lloraba por no tener sacerdotes, que los pastoreen: Cuando estuve en un valle, un agricultor me dijo, los animales nos ven a nosotros, y sabemos que es lo que quieren, ( darle alimentos y agua), pero se preguntó: "¿nosotros a quien miramos? si miramos a los animales, seremos peor que estos animales; tenemos que dirigir nuestra mirada hacia arriba y no hacia abajo, por eso en el fondo me decía que hacen falta sacerdotes, que den a conocer que hay un Dios que nos ama a todos y que tenemos que dirigir nuestra mirada hacia arriba, que el nos cuida a nosotros.

Jóvenes si sienten el llamado de Dios, responde con valentía, y no tengas miedo, serás un buen servidor del mensaje de Dios, cuanta gente necesita, que se les hable de Jesús, pues todavía no lo conocen. No te dejes engañar por el mundo, este mundo pasa, pero tu estarás para siempre con Dios, que te ama profundamente como a los apóstoles, que lo dejaron todo por seguir a Jesús. Oremos por las vocaciones sacerdotales, que haya muchos y buenos sacerdotes.


                                                       

   Pbro.  Salvador Carrasco C.

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