sábado, 18 de febrero de 2017

VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

Posted by salvador on 2/18/2017 09:22:00 p.m. with No comments



¡AMEN A SUS ENEMIGOS¡





La violencia engendra violencia, el odio engendra odio, por eso se puso la ley del talión “ojo por ojo” y “diente por diente”, esta ley se dio con el fin de que no se excedieran en su venganza frente al agresor, pues la persona sufriría el mismo daño que ha ocasionado. Ahora bien, san Juan Crisóstomo nos dice el que nos ha hecho daño no es en si la persona sino el maligno que ha tomado posesión de esa persona, que busca siempre hacernos daño, por eso no debemos caer en ese juego de violencia. Jesús como el domingo pasado, es exigencia de cada discípulo no buscar la venganza.

Jesús nos dice:: “No hagan frente al que les hacen mal”, pues con violencia no se arreglan las cosas; cuando se dio la ley del talión: No respondan con odio, ni resentimiento, ni deceso de venganza,  al que nos hizo daño, es muy difícil, perdonar y olvidar el daño que nos ha hecho,  y estamos resentidos; precisamente ahí está la novedad del evangelio de Jesús, que quiere arrancarnos del espiral de la violencia, pues debemos responder a estas personas no con violencia, ni con odio, ni con injusticias, para no deshumanizarnos, sino que tenemos  que rogar a Dios por ellos, para que descubran que también son hijos de Dios, respondiendo al odio con amor, al deseo de venganza con perdón, al resentimiento con el olvido de verdad… Toso soportarlo por amor como lo hizo Jesús por todos nosotros, que fuimos pecadores.  Por eso Jesús también nos pide otra exigencia que debe ser el buen discípulo:

¡Amen a sus enemigos! es la respuesta que Jesús nos pide, nos resulta difícil, de amar a nuestros enemigos, ya que siempre amamos al que nos hace el bien, al que nos cae bien, a nuestro circulo…. Y quienes son nuestros enemigos, aquellos que nos han ofendido, injuriado, difamado, nos han quitado el trabajo, nos han robado, … y tanto daño que nos han hecho y aquellos que no son de los nuestros…los consideramos como nuestros enemigos; tenemos que aprender de Jesús que el estando en el sufrimiento y en la cruz grito con voz potente dirigiéndose a su Padre diciendo: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” …

Por eso Jesús nos pide que: “sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto” que mi Padre deja que el sol alumbre a los buenos y a los malos, así cada discípulo debe amar a todos, incluso a los enemigos para ser hijos de un mismo Padre, que nuestro amor no quede limitado, sino que tenga un alcance universal, procurando siempre hacer el bien, en este sentido superamos el amor de los publicanos que se aman entre ellos y de los paganos que entre ellos se saludan, el verdadero discípulo rompe toda barrera sin distinción. Que la Virgen María, nos ayude muchísimo para responder a estas exigencias que nos hace nuestro Maestro.   
                                                                                        
                         Pbro. Salvador A. Carrasco Castro.

                                                                                        
                 




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