sábado, 26 de septiembre de 2015

DOMINGO XXVI TIEMPO ORDINARIO CICLO B 2015

Posted by salvador on 9/26/2015 10:00:00 p.m. with No comments



¡DEJEN QUE HAGA EL BIEN!

Los discípulos  quieren monopolizar a Jesús, que hace el bien; y no quieren que otro haga el bien, usando el nombre de Jesús; el grupo es muy celoso porque uno que no era del grupo, expulsaba demonios usando el nombre de Jesús; con ello procura el bien del hombre. Los  discípulos se creían los únicos autorizados que pueden usar el nombre de Jesús y no otros, que no fueran del grupo. Por eso Jesús les dice: “ No se lo impidan..

“Dejen que haga el bien”, el querer el bien del hombre no puede ser un privilegio de un solo grupo, Jesús añade: “El que no está en contra de nosotros está en favor nuestro”. Por eso, podemos afirmar, que el bien, no está limitado exclusivamente a un grupo. La verdad no está monopolizada, a un grupo reducido o que se creen los elegidos...

Hacen  el bien, si dan un vaso de agua a unos de estos pequeños, estos pequeños son los discípulos, dejando todo se han comprometido para anunciar el reino de Dios, y es importante darles un vaso de agua, ya que tendrán la recompensa.

No escandalizar a los más pequeños del reino,  estos pequeños son aquellos que recién han recibido la fe; donde los crecidos en la fe, no deben ser motivo de escándalo.

Renunciar a todo aquello que nos impida ingresar al reino de Dios,  es una exigencia que nos pide Jesús, diciendo, si tu mano, los pies y los ojos te hacen pecar, más vale que te lo arranques, para que puedas ingresar al reino de Dios; ya que con la mano y los pies, muchas veces hacemos el mal, y no el bien; los ojos representan a los malos deseos, por eso procuremos siempre hacer el bien, para ingresar al reino de Dios.

El cristiano debe debe alegrarse por el bien que se hace, aunque no sean de los nuestros, recordando que Dios obra  el bien, independientemente de todo grupo. ya que no está sometido a los caprichos humanos. Quien se compromete con Jesús debe renunciar a todo lo que se le oponga, de manera radical, para ingresar al reino de Dios.

.                                       Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


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