sábado, 2 de agosto de 2014

XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 03 de AGOSTO DEL 2014

Posted by salvador on 8/02/2014 04:57:00 p.m. with No comments


“DENLES USTEDES DE COMER”


Jesús, se conmovió al recibir la noticia de la muerte de su primo Juan Bautista, y se entristeció, por ello se va de la ciudad a descansar, donde  correrá la misma suerte.

La multitud tiene hambre de Dios, lo siguen, y están en el desierto, son todos aquellos que admiran sus enseñanzas, por eso lo siguen, es una muchedumbre que tiene hambre de Dios,  que quieren estar saciados, no solamente del pan material, sino también de aquel pan espiritual, es la muchedumbre que se le acerca, abandonan las ciudades, lo buscan con diligencia, y  perseveran; no obstante el apremio, que tenían por el hambre, pone de manifiesto la fe que todos tenían el Él. También los discípulos de Juan el Bautista se unen a la multitud, porque confían en Él,

Jesús se conmueve y dice a sus apóstoles: “denles ustedes de comer”,  ya que querían despedir a la gente que tiene hambre, porque es ya tarde,… pero Jesús, les dice: “denles ustedes de comer”, acá encontramos una nota característica, que son ellos los que tienen que alimentar y anunciar la Palabra y dar el pan eucarístico, que no se agota.  Nos invita a que tenemos que compartir con los que tienen necesidad, para que nadie se vaya vacío, sino satisfechos.

Confiar en la providencia de Dios, solo hay cinco panes y dos peces, no es suficiente para alimentar a tanta gente, dejarlo todo en manos de Dios, que multiplico los panes y peces, es más que suficiente para que este alimento alcance para todos, quedando saciados o satisfechos, y sobraron doce canastos, con ello nos demuestra que el que sabe compartir, no le hará faltara nada, y Dios hará que tenga más para que pueda ayudar al pobre.

Finalmente el Reino de Dios es vida y no muerte; es un banquete,  pues el que no comparte su riqueza, produce muerte; y el que sabe compartir su riqueza, produce vida, porque ve que todos los bienes ya sean espirituales y materiales, son dados por Dios, que sacia toda necesidad humana,  si no comparte dice san Juan Crisóstomo “le está robando al pobre”. Pues nadie pasará  hambre.

                                               Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


PRIMERA LECTURA              Is 55,1-3
El profeta Isaías nos proclama una gran invitación que viene del corazón de Dios, pero lo único necesario para alcanzar esta abundancia de bienes es encaminarse hacia Dios, escuchar su voz y vivir atento a su voluntad.
LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS
Así dice el Señor: “Todos los que tengan sed, vengan a beber agua, también los que no tienen dinero: vengan, compren trigo, coman gratuitamente vino y leche sin pagar nada. ¿Por qué gastan dinero en lo que no alimenta, y el salario en lo que no deja satisfecho?. Escúchenme atentos, y comerán bien, saborearán platos sustanciosos. Inclinen el oído, vengan  a mí: escúchenme y vivirán. Sellare con ustedes una alianza eterna, la promesa que aseguré a David”.

SALMO RESPONSORIAL       Sal 144
R. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias de favores.
- El Señor es clemente y misericordiosos, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. /R.
- Los ojos de todos te están aguardando , tú les das la comida a su tiempo,; abres tú la mano, y  sacias de favores a todo viviente.  /R.
- El Señor es Justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente.  /R.

SEGUNDA LECTURA             Rom  8,37-39
La carta a los romanos nos transmite este himno de la primitiva comunidad y nos impulsa a descubrir que nada puede separarnos del amor de Cristo, entonces: ¿quién podrá separarnos del amor de Cristo?
LECTURA DE LA  CARTA DE SAN PABLO A LOS ROMANOS.
Hermanos: ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? Pero en todo esto salimos vencedores. Fácilmente gracias a Aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido que mi muerte, mi vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.

EVANGELIO                             Mt 14,13-21
Mateo nos narra cómo la gente buscaba insistentemente a Jesús. Hombres y mujeres con hambre profunda, existencial, para quienes solo Jesús ofrece satisfacción y sentido de vida.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en una barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús la muchedumbre, sintió compasión de ellos y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: “Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a los poblados y compren algo de comer”. Jesús les replicó: “No hace falta que vayan, denles ustedes de comer”. Ellos le replicaron: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces”. Les dijo: “Tráiganmelos". Mandó a la gente que se recostar en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo,  pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce canastos llenos de sobas. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.



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