ACEPTAR
LA CRUZ CON AMOR
El domingo pasado Jesús alaba a Pedro, ahora les dice que
es necesario ir a Jerusalén y padecer allí mucho, por causa de los ancianos,
escribas y fariseos, morir y resucitar al tercer día, es decir, Jesús está
explicando el verdadero sentido de su mesianismo, que para llegar a la gloria es necesario el
camino de la cruz, esto les resulta imposible comprender, porque pensaban en un
mesianismo político económico.
“Dios nos lo permita”, Pedro se lo llevo aparte, no
quiere aceptar el camino del sufrimiento, basta con una buena proclamación de fe; como nos sucede a muchos de
nosotros, profesar la fe, pero sin cruces ni sufrimientos, un cristianismo
fácil, como algunas sectas evangélicas predican el bienestar material y
corporal como una bendición de Dios, y que no es necesario sufrir, ni padecer; ni
es necesario el sufrimiento, por eso con esta actitud de Pedro, que nos
representa, recibimos el reproche de Jesús.
Jesús le dice a Pedro: “apártate de mí satanás”, eres
un tropiezo para mí, tú piensas
como el mundo, y no piensas como Dios; que quieren cosechar grandes éxitos,
llenarse de dinero, de fama, de poder,
de placer, mejorar su imagen, de títulos…no les importa el mal que padecen
muchos de nuestros hermanos, como son las injusticias, las enfermedades, las contaminaciones sociales, que van
degradando a la familia, no les importa la vida de los que tienen derecho de
nacer, y no les importa la destrucción de los hogares, por eso ya estamos
pagando muy cara la factura.
Debemos aceptar la cruz con amor, en nuestra sociedad que vivimos, es, necesario negarse a sí mismo, preocuparse por los
demás, aunque cueste un sufrimiento, como Cristo lo hizo por nosotros, por ello es importante adecuar nuestra voluntad a la
voluntad divina de Dios, dejando los criterios del mundo.
Jesús pone condiciones para que podamos seguirle; negarse a sí
mismo, llevar la cruz y ponerse en marcha con el Salvador, para ser buen
discípulo hay que correr la misma suerte que el Maestro.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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