FAMILIAS DESTRUIDAS POR “FALTA
DE AMOR”
Hoy es muy penoso hablar o escribir de hogares
destruidos, y la razón de todo ello, es porque
han dejado de lado al niño Jesús de su hogar, por meros caprichos y
egoísmos, llenos de intereses personales,
no han madurado, y se han llenado de tantas cosas materiales.
El papá
(esposo) alejado de su hogar que formó, y que perdió la autoridad, por varias
razones, que ellos mismo conocen o no quieren conocer; de igual manera la mamá,
perdió también la autoridad ante su esposo y sus hijos, por las razones que
ellos mismos también conocen; se han olvidado del papel que realiza San José
protegiendo su hogar, y María, dando calor humano a su hogar; las consecuencias
de este rompimiento, o separación de los esposos, las pagan los hijos siendo
las primeras víctimas, de un hogar destruido, por falta de responsabilidad,
falta de amor, y por falta de madurez Sico-afectiva.
Ante el abandono o descuido de los hijos, por parte
del padre o de la madre, estos crecen con falta de afectividad, es decir, con
un desequilibrio Sico-afectiva. La familia que es escuela de amor, no cumple su
verdadera misión por falta uno de ellos; los hijos no logran fácilmente sus
objetivos, por tanto muchos de estos niños por falta de una autoridad, que los orienten, y corrija, ademas por las carencias afectivas, que crecen con ello, pues cuando sean ya adolescentes o jóvenes, buscarán lugares donde
puedan encontrar una compensación
afectiva, porque en su hogar no lo encuentran, y pueden caer fácilmente en
manos de malos amigos, que los corrompen. Por eso esta sociedad esta pagando
muy caro la factura, ya que nuestros jóvenes se están dedicando al pandillaje, al
robo, al crimen, etc., y porque no hicimos nada por defender la familia, los
acusamos a estos jóvenes, que se pudran en la cárcel, eso no es justo, ya es
urgente defender a la familia, para que nuestra sociedad no se siga deteriorando.
Pbro.
Salvador A. Carrasco Castro
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