sábado, 24 de agosto de 2019

XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 8/24/2019 08:46:00 p.m. with No comments

“LA PUERTA ESTRECHA”
 

Jesús, dirigiéndose a Jerusalén, anuncia la salvación de Dios a todos los hombres, en cada pueblo o aldea que recorría, su mayor preocupación, es que todos se salven, por eso no se cansa de anunciar que el reino de Dios ha llegado, y que es necesario, que se conviertan y crean en él. Uno del gentío le preguntas, serán pocos los que se salven, pero Jesús no da un dato numérico, por eso responde:

Jesús da la respuesta, “Esfuércense en entrar por la puerta estrecha, con ello nos va indicando, que cada creyente que ha abrazado la fe en Cristo Jesús, tiene que emplear todas sus fuerzas, para entregarse a la gloria de Dios y al servicio al prójimo, procurando hacer siempre la voluntad del Padre celestial, amando incluso a los enemigos, teniendo como modelo a Jesús. Si nos descuidamos, cuando entre el dueño a la casa, cerrará la puerta, para celebrar el banquete; y empezarán al golpear la puerta diciendo: “Señor ábrenos”. El dueño no abrirá, porque no los conoce, y les dirá:

“No sé de donde son ustedes, apártense de mí todos los servidores de la iniquidad”, creen que la salvación de Dios, es un derecho, así piensan los judíos, por eso le dicen: al Señor: “Hemos comido y hemos bebido contigo, y has enseñado en nuestras sinagogas”, pero por no acoger la palabra de Dios, son rechazados, ni son reconocidos.  También encontramos otro grupo de personas que, por pertenecer a un grupo religioso, y al realizar una actividad piadosa, etc. creen también tener derechos sobre Dios para que alcanzar la salvación, es decir creen que tienen el derecho de cobrarle la factura a Dios, por eso le dicen al Señor: “En tu nombre hemos predicado, hemos echado demonios, etc. También el Señor, les dirá: “no los conozco, aléjense de mí malvados”. Estos estarán en el lugar de tormento, esto será el llanto y el rechinar de dientes.

La salvación de Dios es gratuita un don, donde Dios quiere que todos los hombres se salven, por eso vendrán todas las naciones, para que alcancen la salvación de Dios, ya que los primeros, que eran los judíos, se quedaron anclados, en sus ritos, leyes y sistema religioso… no aceptando el mensaje de salvación de Dios, porque se creían seguros de sí, por eso estos primeros, serán los últimos y los últimos serán los primeros.  Querido hermano, no os asustéis, Jesús pide que vivamos y hagamos la voluntad de su Padre, viviendo en radicalidad su enseñanza, para alcanzar la salvación; incluso aquellos que no son de los nuestros, si se esfuerzan por buscar la verdad y vivirla, alcanzarán la salvación de Dios.          
                   
                                                Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

sábado, 17 de agosto de 2019

XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 8/17/2019 08:24:00 p.m. with No comments

UN FUEGO, ¡OJALA YA ESTUVIERA ARDIENDO
 

He venido a prender fuego sobre la tierra ¡y ojalá ya estuviera ardiendo!, el amor de Jesús por nosotros es fuego divino, que cambia, transforma y purifica a la persona de toda escoria de pecado, en el mundo que se mueve, sea familiar, social, económico, político, religioso, etc. El fuego divino, es el espíritu Santo, que cambia profundamente el interior del hombre; pero que a muchos no les gusta, porque les conviene que sigan las cosas tal como están, no se dejan transformar por el fuego divino abrasador de su amor, quieren que todo siga igual, es decir que haya injusticia, engaño, explotación, muerte, etc. viviendo una falsa paz, quedando adormecidos en su propio sistema y seguros de ello, así tenemos un grupo de hombres, que son hipócritas, religiosos que no necesitan convertirse,; pero los que se han dejado transformar, por el fuego divino de su amor, son los pobres pecadores que se ha dejado abrazar por ese fuego divino, con los purifica y acrisola, viviendo con fortaleza su fe.

Es necesario pasar por un bautismo, ¡y que angustia, hasta que se cumpla! los poderes reinantes en este mundo, no quieren que nada se cambie, por eso, rechazaron a Jesús,  dándole muerte; ese es el bautismo que tenía que pasar Jesús por todos nosotros, y es el mismo bautismo que tenemos que pasar todos nosotros los que estamos comprometidos con Jesús y su reino, donde cada discípulo que ha optado por Jesús, debe ser signo de contradicción en este mundo; pero resulta, que muchas veces nos parcializamos, o hacemos componendas con los poderes de este mundo, hablando cosas muy bonita;  pero es una exigencia vivir en radicalidad el evangelio.

“Jesús ha venido a traer división y no paz”, pareciera contradictorio sus expresiones, pues nos habla que ha traído la paz al mundo, pero ahora nos dice que no ha traído paz, sino división. El mundo nos ofrece una paz engañosa, como un equilibrio de fuerzas, como una aceptación de todo lo que hay incluso dentro de la familia, donde todos engañan y explotan…. Esa división se produce, por la opción radical, que han tomado todo bautizado en favor de Cristo, de manera que se producirá una ruptura con la familia, en el trabajo, etc. Porque ha asumido un modo de vida, siendo testigo del evangelio, sabiendo los riesgos que se corre por optar por Jesús.
                                       
                                      Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

sábado, 10 de agosto de 2019

XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 8/10/2019 01:17:00 p.m. with No comments

ESTEN VIGILANTES Y ESPEREN AL SEÑOR”
 “

Ricos para Dios y no para el mundo, los ricos del mundo, son aquellos que se ahogan en sus riquezas, y ambicionan tener más, volviéndose codiciosos y ponen su seguridad en ellas; y los ricos para Dios, son aquellos que han puesto su confianza en el Señor, porque los bienes que obtienen lo ven como un don de Dios, y lo comparten con sus hermanos más necesitados y así acumulan un tesoro en el cielo, ni el ladrón lo podrá robar ni la polilla carcomer. El único bien para ellos es Jesús, por eso hacen buen uso de sus bienes y este es el pequeño rebaño, a quien el Padre a tenido a bien darles el reino.

Donde esta vuestro tesoro allí estará tu corazón, nos dice Jesús, si amas al dinero tendrás un corazón frio materialista interesado, un corazón de piedra y de metal mezquino, y codicioso; pero si pones tu corazón en Dios, tendrás un corazón tierno, servicial, cálido, sensible y esperaras para recibir tu premio,

Estad siempre vigilantes y en continua espera, serán  dichosos los criados a quienes el Señor al llegar de la boda, los encuentra despiertos y vigilantes, para que le abran la puerta; por eso hay que tener ceñida la cintura, que significa estar en camino y dispuesto a trabajar; y encendidas las lámpara, indica estar en vigilia, no dormir; que el mundo no nos adormezca; ni desear, ni tener, lo que los poderosos desean y tienen, ni quedar anclados en sus falsos valores, etc. que intentan hacernos caer en la idolatría, y estar apegados a los bienes terrenales de este mundo.  El dueño de casa debe estar también vigilante, tener ceñida su ropa y estar despierto para que cuando venga el ladrón, no permita que le roben en su casa; es estar preparado cuando el Señor nos llame. El administrador, que debe estar preparado para rendir cuentas, pue a ellos se les ha confiado, donde no deben ser buenos administradores, que el Señor les ha confiado para que diesen lo necesario a sus trabajadores, tratando bien a los que se les ha confiado; el administrados no tiene que ser malvado, ni holgazán… que para cuando venga el dueño, sepan rendir cuentas de todo ello. Dichosos a quienes se nos encuentra haciendo algo bueno, poniendo los talentos al servicio de Dios y de la Iglesia.

Somos peregrinos de la fe, porque marchamos a la patria verdadera y definitiva, gracias a un Dios bondadoso, omnipotente y siempre fiel,  que hace que no se apague esa luz, que es la fe en nuestras vidas, para que los siervos seamos buenos administradores de los tesoros que el Señor nos ha confiado;  sin dejar de ser peregrinos de la fe, esperando con ansia y con la certeza segura, de obtener el premio y no el castigo., como lo hicieron nuestros padres en la fe, como fue el caso de Moisés, Abrahán, que son modelos de fe y de esperanza.

                                  Pbro. Salvador A. Carrasco Castro