¡JESÚS, ES GENEROSO Y SOLIDARIO!
Jesús predica el Reino de Dios y cura
a los que lo necesitan, están en un lugar descampado y lejos del pueblo, ya es tarde;
los doce piden al Señor que: "Despide a la gente, que ellos vean donde
consiguen alimento y alojamiento..., pero Jesús no quieren despacharlos con el
estómago vació, por eso que dice a los discípulos: "Denles ustedes de
comer", ustedes tienen que alimentarlos.
Se desvive por nosotros, los apóstoles querían deshacerse de
la gente, pero Jesús estaba muy preocupado, para que vayan a sus casas bien
alimentados; Jesús conoce nuestras necesidades, por ello debemos poner toda
nuestra confianza en el Señor, porque realmente él cuida de nosotros, y nada se reserva para
sí, pues todo lo hace por amor a nosotros.
Jesús manifiesta su generosidad y
solidaridad con la multitud venida de lejos, por eso realiza la multiplicación de los
cinco panes y dos peces, indicando a los discípulos: "Denles ustedes de
comer"...; que la gente se agrupe en número de cincuenta; le alcanzaron
unos cinco panes y dos peces…”, Él tomando los cinco panes y dos peces elevo sus
ojos al cielo, luego pronuncio la bendición sobre ellos, los partió y se los
dio a los discípulos para que repartieran los panes y peces a la gente. Todos
quedaron saciados, nadie se moría de hambre y lo que sobro lo llenaron en doce
canastas. Jesús no quiere que nos falte especialmente el alimento
espiritual, ni tampoco el alimento material.
Jesús nos deja una prenda de amor, no quiere dejarnos solos, por eso,
dejo como recuerdo su cuerpo (pan) y su sangre. Esto significa mucho para
nosotros, que, al bendecir el pan y los peces, este signo enriquece el Misterio
Eucarístico. Jesús algún día se donará como alimento para la vida eterna. Los
Apóstoles por sí mismo no pueden darse como alimento, es Jesús el mismo que nos
ofrece su cuerpo y su sangre como comida verdadera y bebida verdadera, que se
nos dará a través de los doce, que son enviados para repartir el alimento
espiritual.
Su cuerpo y su sangre son el dulce
alimento espiritual del cielo, que es la verdadera comida y verdadera bebida, que se
da como alimento para cada uno de nosotros para que tengamos vida eterna, que
ninguno de nosotros se pierda y al recibir este dulce alimento, estamos en
comunión con el cuerpo total de Cristo que es la Iglesia. ¿Qué damos nosotros?
….
Pbro.
Salvador A. Carrasco C
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