¡LA GRANDEZA O REALIZACIÓN DEL HOMBRE ES AMAR Y SERVIR!
Jesús instruye a sus discípulos, anunciándoles que
el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres… Jesús
procura estar sólo con sus discípulos; trata de no encontrarse con la gente,
porque lo buscan por otros intereses…, y también porque quieren hacerlo rey. Por
segunda vez, les vuelve anunciar lo que le va a suceder al Hijo del hombre, va
a morir y resucitar al tercer día; pero no le dan importancia, porque piensan
en un mesías político, un mesías terrenal, y están muy preocupados en sus
propios intereses egoístas, todavía están sordos y mudos. Jesús cuando les
anuncia por segunda vez, sobre su pasión… quiere vislumbrar el verdadero mesianismo,
caminando hacia Jerusalén.
Llegando
a Cafarnaúm, Jesús les pregunta: “¿de que discutían por el camino?, se quedaron
callados y no comprendía lo que Jesús les anuncio. Jesús sabía que había una
agría discusión entre ellos, de quien será el primero y el más
importante…, ahora estaban callados… eran egoístas… y ambiciosos; buscaban sus
propios intereses terrenales como Pedro. Así es el pensamiento del mundo, que
nos ofrece muchas oportunidades para ser los primeros y los más importantes, a
como dé lugar, no me importa mi hermano o el otro, pues lo que más me importa
es llenarme de éxitos, de títulos, de honores de fama, es decir: del tener, del
poder y del aparecer el más importante, dominar a las personas y someterlas.
Los
discípulos estaban perdidos, porque no entendían lo que
Jesús les había enseñado, que el hombre va a desatar toda su brutalidad contra
Jesús, el justo, y ese va ser su destino, por ser fiel a su Padre; y estos son
los riesgos que cada discípulo tiene que
sufrir o correr por ser fiel; pero no quieren comprender , pues sólo
pensaban en un mesianismo político, querían ocupar un puesto más importante,
tener
poder, grandezas y que alguien nos sirva, Jesús nos da la clave para
ser grande, y algo más, pero que muchas veces queremos demostrar ese poder y
mantenerlo sometiendo a la gente incluso matando, eso Dios no quiere
La grandeza
del hombre, es amar y servir como Jesús nos enseñó, Jesús
nos plantea algo totalmente distinto, a los doce: “El que quiera ser el
primero, que sea el último y el que quiera ser grande que sea servidor de todos" Uno
tiene que ser humilde y sencillo, para servir y amar especialmente a los desprotegidos
como lo hizo Jesús; que el sufrimiento que se tenga por ser coherente consigo
mismo y fiel a Dios, debe ser consecuencia de la fidelidad a Dios y no por
otras razones. Los otros males que se dan, hay que evitarlos porque Dios no
quiere que sus hijos sufran, en esto los instruía, sobre su pasión.
Puso
al medio un niño y dijo: “ el que recibe a un niño, como este en mi nombre, me
recibe a mi; … el niño, en la sociedad judía era lo último, como
el pobre no valía nada, era el menos importante, débil, indefenso, maltratado…por
eso nos dice que tenemos que acogerlo, abrazarlo y protegerlo; de esta manera
estará acogiendo a Jesús cuando te preocupas por los indefensos, desprotegidos,
marginados.
Hoy
salgamos contentos de la casa de Dios, porque hemos
descubiertos que para el hombre llegue a realizarse y ser grande y ser importante,
tiene que ponerse al servicio de los más pobres, y desprotegidos de la sociedad
y acogerlos.
. Pbro.
Salvador A. Carrasco Castro
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