¿QUIÉN DICE LA
GENTE QUE SOY YO?
¿Quién
dice la gente que soy yo? Los
discípulos le dicen: : “Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros,
que uno de los profetas.” así de fácil se expresa la gente sobre Jesús. Nos
damos cuenta, que por no conocer bien a Jesús, desfiguran su imagen, y lo ven como un personaje más del antiguo
testamento; podemos decir que cada uno de nosotros tenemos una imagen de Jesús
a nuestra manera.
En
el camino, Jesús les pregunta a sus discípulos, ¿Quién dice que soy yo? Los discípulos tienen que conocer
la identidad de Jesús, saber a quién están siguiendo y porque lo siguen; al
estar con Jesús, los discípulos han visto los milagros, han escuchado sus
enseñanzas, observan que tiene autoridad y poder sobre toda enfermedad y todo
espíritu inmundo; es ahí donde Pedro en nombre de los doce le dice:
“Tú
eres el Mesías”, es una respuesta correcta, pero mal comprendida, porque
los discípulos están ilusionados por él Mesías, es decir lo ven como un mesías
político, incluso religioso, que va a liberar a Israel del dominio romano, no
han comprendido su mesianismo.
Jesús
les prohibió terminantemente de decirlo a nadie, porque
se puede correr el riesgo de desvirtuar su mesianismo, como lo estamos viviendo
algunos de nosotros los cristianos. Quieren ser cristianos sin ningún tipo de
problemas, un cristianismo facilísimo; triunfalista victorioso; es decir que tenemos que tener éxitos terrenales
… Jesús les ordena estrictamente que no lo dijeran a nadie, va por otra línea de
la pedagogía que poco a poco comprenderán su mesianismo.
Jesús
les explica con claridad lo que le va a suceder: que
el Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser condenado, ejecutado y
resucitar a los tres días. Esto no lo ven bien sus discípulos, no quieren eso, por
eso Pedro aparta a Jesús y lo increpa, pues manifiesta su propio egoísmo. Jesús
le dice a Pedro:
Apártate
de mí Satanás, es una expresión muy dura de Jesús, porque
Pedro, no ha comprendido bien el mesianismo de Jesús; él está pensando como los hombres,
teniendo sus propias ambiciones, como se da hoy en día, y que muchas veces se
llena del espíritu de la mundanidad; Pedro no piensa como Dios, por eso recibe
el reproche de Jesús. También nos sucede a nosotros, hay momentos oscuros en
nuestra vida que así pensamos, y nos olvidamos que somos ciudadanos del reino
de los cielos.
Jesús
nos invita a seguirlo, uno tiene que renunciar a sus
propias ambiciones, saber cargar la cruz que nos invita Jesús, y ponerse en
camino con Jesús. Cuantos cristianos seguimos siendo egoístas, no queremos
correr la misma suerte de Jesús. Por eso hay cristianos que quieren lo fácil… y
otros que no quieren sufrir o correr riesgos, es decir no desean vivir en
profundidad su fe, no quieren comprometerse con Jesús, si es así todavía no
sabes quién es Jesús para tu vida. Es un camino riesgoso, pues no puedes quedarte callado, al ver tanta corrupción, el que se queda callado, hace que la corrupción siga proliferando como un cancer en nuestra sociedad y se permite que se haga mucho daño.
. Pbro.
Salvador A. Carrasco Castro
0 comentarios:
Publicar un comentario