BUEN PASTOR
¡YO DOY MI VIDA POR LAS OVEJAS!
“Yo soy el
Buen Pastor”, es una imagen sacada de la realidad pastoril
del pueblo de Israel, que expresa la profunda preocupación de Jesús, por cada
uno de nosotros. Jesús es buen Pastor porque es guía del rebaño, conduciendo a su reino de vida, sacándolas de las tinieblas; es buen Pastor
porque está cerca de las ovejas, que han sido descartadas, que no tienen remedio (gente que
parece que no tienen solución, pecadores, enfermos incurables, pobres...), essta con ellas, curando a las heridas, sanado a las enfermas, alimentando a las hambrientas,
misericordioso con los pecadores; para
Jesús el buen Pastor nada está perdido. Es buen Pastor, porque va detrás del
rebaño, no quiere que ninguna quede rezagada o este perdido, quiere que todos
ingresen al paraíso. También es buen Pastor, porque nos da el mejor alimento,
que es su cuerpo y sangre; nos deja también como alimento su palabra. Jesús,
es Buen Pastor, porque no se deja condicionar por ninguna autoridad de su
tiempo., ni con los poderes religiosos o políticos..., que existían en su
tiempo. Los asalariados o falsos pastores se acercan al dinero viendo que han
dejado, y negocian para obtener un poder y no perderlo, que es una triste
realidad.
Los
mercenarios, o asalariados, son los
que se aprovechan de las ovejas, las engañan, las explotan,
las maltratan, las amenaza, las juzgan, las exprimen, incluso las matan;
usan todos los medios de comunicación para manipularlas. No se acercan, ni las
curan, están lejos de ellas, juzgándolas. Esto es muy penoso, que a la
luz de la palabra de Dios, estos grupos de poder no se interesan por nosotros,
más bien sacan provecho y beneficios y los dejan muy endeudados, y con
problemas. Pidamos a Dios por los pastores, para que no busquen sus propios
intereses económicos y los ayude para que puedan tocar a las ovejas que necesitan ser sanadas...nos pide el Papa Francisco, que debemos estar acompañando a
las ovejas, y tener olor de ovejas, atendiendo a todas si es posible. Pero
también hay otros pastores malos, que permanecen indiferentes, ante las injusticias, de robo, muerte y engaño, no hacen nada por el
bien de la niñez, de la familia de la juventud, de la ancianidad, y estos se
están manteniendo en el poder, y permitiendo estos abusos.
“Yo conozco
a las mías y las mías me conocen a mí, es una
bonita expresión, que debe alegrarnos a todos nosotros, porque cada uno es muy
importante para Jesús; él nos llama a cada uno por su nombre, nos conoce
personalmente, sabe de nuestros problemas, aflicciones… conoce también nuestra
manera de pensar, conoce cuales son nuestros deseos, cuáles son nuestras
debilidades; es decir nos conoce muy bien. Como él conoce al Padre y el Padre
lo conoce a él, en ese mismo modo nos conoce a nosotros y nosotros a él, es una
relación muy íntima con Jesús.
“Yo doy mi
vida por las mías”, la gran novedad del
buen pastor, es que da la vida por sus ovejas, para que ninguno muera, y lo hace
todo porque realmente nos ama, en nuestro propio lenguaje: Jesús se desvive por
cada uno de nosotros, es decir, se preocupa profundamente por nosotros. Mientras
el asalariado huye al ver al lobo, no da su vida por las ovejas, porque no es
el dueño, solamente quiere salvarse a sí mismo, y abandona a las ovejas en cuanto
ve venir al lobo, por eso las ovejas se dispersan.
Debemos
saber elegir a los verdaderos pastores, porque
son los indicados, para alimentarnos con la verdadera interpretación de la Palabra
de Dios, nos alimentan con su sana doctrina, nos dan la gracia por medio de los
sacramentos. Que no nos sorprendan los falsos pastores, que están abundando y
aparecen en cada cuadra de nuestra ciudad, confundiendo a la gente con sus
falsas doctrinas, juzgando, sentenciando a los verdaderos pastores, condenándolos
y así confunden a la gente para que los sigan.
Habrá un solo rebaño y un solo Pastor,
hay otras ovejas y otros pastores, Jesús sabe que hay ovejas en
otro rebaño, que Jesús las va a liberar, para que formen un solo rebaño y un
solo Pastor.
Pbro. Salvador Carrasco C.
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