¡SI EL GRANO DE TRIGO CAE EN TIERRA Y MUERE, DARÁ MUCHO FRUTO!...
Unos
griegos temerosos de Dios, le dicen a Felipe: “Señor quisiéramos ver a Jesús”. quieren ver a Jesús, ya que están admirados por todo lo que habían hablado
de él, sobre todo de su personalidad que dejaba asombrado a mucha gente
sencilla; Felipe le dice a Andrés y le dicen a Jesús, que les contesta.
¡Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre! Es una respuesta, que da Jesús, que ya ha empezado la hora en que el Hijo del hombre será glorificado, que se inicia en la pasión de Cristo Jesús, que dará su vida por todos nosotros en la cruz, y sabrán y conocerán su
gloria; es así que por el lado del mundo, se desata toda la maldad del hombre, contra
el Hijo de Dios, pidiendo su muerte y muerte en cruz, y que muriendo en la cruz, empieza la exaltación de Dios; pero por otro
lado, se revela el amor que Dios Padre nos ha tenido, al darnos a su Hijo, que
lo exalta en la cruz, que transforma su muerte en victoria, y no en un fracaso,
donde todos seremos atraídos, por el amor de Dios, que nos sigue amando en Jesús.
Es necesario que “Sí el grano de
trigo cae en tierra y muere, dará mucho fruto” Jesús está
anunciando su propia muerte, al decir esta pequeña parábola, si el grano de
trigo que cae en tierra y muere, dará mucho fruto, y lo dice para que
comprendamos que es necesario morir, para que obtengamos los frutos de su
muerte, este fruto es la Iglesia.
Quien pierda su vida por mí la ganará, muchas veces preferimos centrarnos en nosotros mismo, y caemos
en el torbellino del consumismo, del utilitarismo, … nos sumergimos en una
cultura de la muerte, buscando motivos para eliminar seres humanos inservibles,
hay que eliminarlo porque será una carga más. Jesús nos pide Jesús que nos desgastemos
por él, atendiendo aquellos que necesitan de nosotros, cuando pides perdón a tu
esposo o esposa, hacer morir tu orgullo y egoísmo, dando amor a los que más
necesitan, ser testigos de la verdad, visitando a los enfermos y presos,
alimentando a los niños pobres, socorriendo a las viudas. Hermanos hay mucho que hacer.
Pbro.
Salvador Carrasco C.
¡LA ORACIÓN DE JESÚS HACIA SU PADRE!
¡Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre! Jesús sabe muy bien que ha llegado su hora, la hora definitiva,
nadie quisiera pasar por ese momento de sufrimiento, maltratos, considerado
como basura de los hombres, vendido, traicionado por sus propios amigos, negado
por Pedro, acusado y calumniado por sus enemigos… Es un momento muy
desesperante, por eso Jesús ora a gritos a su Padre, pidiéndoles que aparte de
mi este cáliz.
Acepta la voluntad de su Padre, Jesús no ha
venido al mundo a realizar sus propios proyectos o sus propios interés; su alimento es siempre hacer la voluntad de
su Padre, es decir, en cada momento y en cada instante, nos esta manifestando
el inmenso y profundo amor que Dios tiene hacia toda la humanidad, dando su
vida por todos nosotros, que muriendo en ella, empieza la exaltación de Dios en
la Cruz; y que en ella se revela dos cosas, somos atraídos todos los hombres
por su amor; y también nos revela la acción homicida de toda la humanidad
contra el Justo, que es inocente.
Pbro.
Salvador Carrasco C.
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