viernes, 23 de febrero de 2018

II DOMINGO DE CUARESMA CICLO B 2018

Posted by salvador on 2/23/2018 08:35:00 p.m. with No comments

¡EN JESÚS, SE MANIFIESTA LA GLORIA DE DIOS!


Jesús va al monte a orar con sus mejores amigos más cercanos; era habitual en Jesús orar a su Padre, y esta vez lo hace acompañado de sus tres mejores amigos, que están disponibles en seguirle y no le van a fallar, se fue lejos a un monte, y no fue con los demás discípulos, porque no quiso darle esta gracia especialmente a Judas que lo iba a traicionar.


Pedro, Juan y Santiago vieron en Jesús la “Gloria de Dios”, ellos tuvieron una rica experiencia de ver a Jesús, que se estaba transfigurando delante de ellos, y vieron que sus vestiduras eran tan blancas, que ningún batanero las podía dejar tan blanco; estaban tan asombrados, de ver la gloria de Dios. Jesús permite, que tengan dicha experiencia, para que no se desanimen ante lo que ha de venir, ya que estos discípulos tendrán dificultades en el seguimiento a Jesús, humanamente ambicionaban cargos o una mejor posición en el reino que Jesús estaba inaugurando, por eso les permite ver la gloria de Dios, para animarlos a seguir adelante, sin desfallecer, ya que se venían momentos muy difíciles, pues hace seis días Jesús les hablo, que el Hijo de Dios tenía que padecer mucho, quedando muy extrañados.

¿Qué bien se está aquí?, estaban tan contentos, de no solo ver a Moisés y a Elías, ellos vieron la verdadera realidad del Maestro, que en su humanidad resplandecía la divinidad de Dios, es decir la Gloria de Dios, por eso Pedro dijo: “Maestro que bien se está aquí”. Quería hacer tres tiendas, un para Moisés, que simboliza la Ley; otra para Elías, que es padre de los profetas; y otra para Jesús, pero es necesario descender de la montaña, para volver a la realidad terrenal, descubriendo que, en la realidad natural, se esconde lo sobrenatural; este es el gran motivo, para que se sientan animados a soportar todo por el Maestro. También nosotros, la fe nos hace ver que para llegar a la gloria, es necesario también saber cargar la cruz.

¡Este es mi Hijo amado, escúchenlo!, es la voz que escucharon estos tres discípulos del Padre, estaban de miedo, por la voz potente que escucharon. Sabemos que en este mundo estamos llenos de tantos ruidos, que nos impide escuchar la voz del Hijo, y los que creemos en Jesús, tenemos que estar atentos para escuchar a Jesús, como el enviado del Padre, no dejemos que el mundo nos ensordezca con sus ruidos, dejemos que Jesús nos hable en nuestro corazón, para que seamos transformados por Él.

Nos pide, que sepamos responder al llamado que el Señor nos hace, dejándonos iluminar por El, como lo hizo Abrahán, que supo responderé a un Dios desconocido, poniendo su confianza en El, y que nosotros con mayor razón debemos responde a un Dios que se nos ha manifestado, sin poner condiciones.


                        Pbro.  Salvador Carrasco C.

viernes, 16 de febrero de 2018

I DOMINGO DE CUARESMA CICLO B 2018

Posted by salvador on 2/16/2018 09:50:00 p.m. with No comments


JESÚS VENCIÓ NUESTRAS TENTACIONES!

El Espíritu Santo impulsa a Jesús al desierto, después de haber sido ungido por el Espíritu Santo, en el rio Jordán, el cual ha hecho morada en Él; de igual manera este Espíritu mora en cada bautizado, nos lleva al desierto de la vida, pues somos conducidos por él, y es necesario siempre estar ligados a Él o depender de Dios en cada momento de nuestra existencia.


Jesús estuvo cuarenta días en el desiertoel desierto es un lugar que hace que la persona pueda ser muy ambivalente, es decir el hombre se encuentra consigo mismo, y dejándose tentar continuamente por un personaje sin rostro y sin identidad, Satanás, incluso hasta en su ministerio. En el desierto hay animales adversos, además están los ángeles que continuamente están sirviendo al Señor; también el desierto es un lugar de purificación, un lugar de oración, lugar de privaciones, un lugar para encontrarse con Dios en la soledad y en el silencio, rodeados de animales salvajes, que no hacen daño a Jesús. Nos preguntamos, la tentación ¿es mala? no, sino es un medio que nos puede ayudar para saber conocer nuestras debilidades, así como el pueblo de Israel cayo fácilmente en tentación, y ofendió a Dios haciéndose otros dioses, de igual manera Adán y Eva fueron tentados por Satanás.

Jesús venció nuestras tentaciones, por eso el Demonio, una pobre criatura espiritual, que se atrevió a tentarle durante cuarenta días, quedo muy confundido, ante la humanidad débil de Jesús, que como nos narran los otros evangelistas, sintió hambre, sed…, como todo ser humano, venció toda clase de tentaciones, hasta el final de su ministerio. Jesús mismo permitió ser tentado, y así se solidarizó con nosotros, si Adán y Eva cayeron en tentación por insidia del Demonio, Jesús dice a Satanás: “Apártate de mí Satanás…” El pueblo elegido de Dios, estando en el desierto, cayo también en tentación al hacer un becerro de oro; Jesús venció toda clase de tentaciones en el desierto. Por eso al estar unidos con Cristo, podremos vencer toda tentación, sin él fácilmente caeremos en tentación, pues el pecado siempre nos tienta, porque el demonio lo pinta muy bonito, para que continuamente caigamos  en tentación.

Jesús empieza su ministerio en Galilea diciendo: Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio”, el Espíritu lo conduce a galilea para que empiece su misión, diciendo que el tiempo se ha cumplido, ha empezado una nueva etapa en la historia de la humanidad, el reino de Dios se hace presente en Cristo Jesús, por eso nos pide dos cosas a todos nosotros: “Conviértanse y crean en el Evangelio”. Convertirse, es volver a Dios, no hay que esperar, hay que dejar nuestros propios proyectos ambiciosos y egoísta, y dejar que el proyecto de Dios se realice en nosotros y esto empieza con un fuerte arrepentimiento; luego creer en él, significa como dice San Pedro, asumir nuestro bautismo donde se nos dá una nueva vida, para formar parte de su reino que ha empezado con su presencia, viviendo el modelo de vida que Jesús nos propone.

Para meditar: la tentación no es mala, ni buena, pero está ahí, para que puedas conocer tu debilidad; ahora bien en el desierto de la vida, uno va descubriendo toda clase de tentaciones, como son: no quería mentir, pero lo hice; no quería robar, pero lo hice; no quería cometer adulterio, pero lo hice;… pues cuando lo vuelves hacer, o repetir eso, quiere decir que no has vencido ese tipo de tentación, por eso es recomendable un buen retiro, apartándose del mundo para encontrarse consigo mismo, y examinarse que pecados continuamente se comete, es decir que continuamente estoy cayendo en tentación. Por eso san Marcos nos dice que Jesús fue tentado en el desierto durante cuarenta días, pienso que son varias tentaciones que tuvo en el desierto incluso en su vida ministerial, por eso no especifica toda clase de tentaciones, Jesús las tuvo como todo ser humano, pero las venció. Si caes en una de ellas, pide a Dios que te ayude a superar, también diciendo como Jesús: “Apártate de mí Satanás”, “Rechazo a toda obra mala que me insinúa  el diablo” ... Si he caído, pido a Dios que me conceda la gracia de superar toda clase de tentaciones, para no caer en pecado, y con la oración del Padre nuestro que nos dice: “…y no nos dejes caer en la tentación…”, pues no dice líbranos de toda tentacio, por ello la tentación siempre las tendremos hasta el final de nuestra existencia.
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                                  Pbro.  Salvador Carrasco C.

Agradezco de todo corazón a los que me estan animando, para hacer llegar estas homilias dominicales, a mis amigos lectores, que Dios los bendiga y que la obra de Dios se haga realidad en ustedes.


sábado, 10 de febrero de 2018

VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

Posted by salvador on 2/10/2018 09:20:00 p.m. with No comments

 JESÚS: “QUIERO: QUEDA LIMPIO”.


Jesús ve la miseria del hombre marginado, el hombre leproso, según la ley, tenía que andar con la cabeza rapada, con la barba tapada, tenía que gritar: ¡Impuro!, ¡Impuro!; además la lepra era a causa del pecado; lo que más le afectaba, es estar marginado, de su ámbito familiar, religioso, del culto, perdiendo su identidad religiosa, y vivir apartado lejos de su pueblo. Es un hombre muerto en vida, por el mismo sistema religioso que imperaba; cuanta gente en estos tiempos están marginados, sin opción alguna, como casos difíciles de curarse, así también los que tienen lepra del alma se alejan poco a poco de su comunidad, ya no pueden participar de los dones que el Señor nos da.

El leproso lleno de fe se acerca a Jesús y le dice de rodillas: “Si quieres, puedes limpiarme”, él va contra el legalismo, acercándose a Jesús, corriendo el riesgo de ser apedreado, reconoce su miseria humana, sufre mucho, porque ha sido arrancado de todo ámbito, pero confía en el Señor, que es el único que con autoridad puede limpiarlo, sanarlo, liberarlo y pueda reincorporarse a todos los ámbitos de la sociedad judía; por eso se acerca y se pone de rodillas a los pies de Jesús suplicándole: “Si quieres, puedes limpiarme”.

Jesús se compadece del leproso, y sin prejuicios legales extendió la mano y lo tocó diciendo: “Quiero: queda limpio” que alegría de este hombre al haber experimentado la sanación integral. Jesús se compadece y superando todo temor, no solo a las leyes judías, sino también al temor de contagiarse, extendió su mano, lo toco, y le dijo: “Quiero: queda limpio”. Jesús al tocar al hombre, no se contagió, al contrario, Jesús le comunico vida y salud; el bien sobre el mal. Nosotros necesitamos que Jesús nos toque, para que quedemos limpios, y podamos participar de sus dones.

El hombre sanado empieza a divulgar lo que Jesús hizo, Jesús le dice severamente que no diga a nadie, y que se presente ante el sacerdote; pero la alegría de ser limpiado, dejar de ser un marginado… y empieza a pregonar las obras que Dios ha realizado en él, por eso Jesús no pudo ingresar a los pueblos, a pesar de ello la gente lo busca. Nos preguntamos, hemos reconocido nuestras impurezas, todos necesitamos acercarnos a Jesús, para suplicarle que nos limpie de toda enfermedad espiritual y corporal.

 Pbro.  Salvador Carrasco C.


sábado, 3 de febrero de 2018

V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B 2018

Posted by salvador on 2/03/2018 09:00:00 p.m. with No comments

  ¡JESÚS, QUIERE NUESTRO BIEN!

su obra continua.

Se compadece de la miseria humana, en la sinagoga se compadeció del hombre poseído, que lo libera del espíritu maligno; ahora se compadece de una mujer que esta con fiebre y postrada en cama; es la suegra de Pedro, no puede hacer nada, la fiebre le impide realizar su vida con normalidad. Cuanta gente en estos tiempos, sufren por tener una enfermedad que los tiene atados en la cama, o paralizados sin poder realizar alguna actividad; lo peor del caso es que algunas de las enfermedades son incurables, están desahuciados, esperando solo la muerte. Jesús conoce la fragilidad del  ser humano, por eso quiere nuestro bien, en todo sentido.

Jesús quiere el bien de la mujer que esta postrada por la fiebre, que al extender su mano sobre la mujer, al momento desaparece la fiebre, ella se levanta y se pone inmediatamente a servirlos. Jesús rompe todo esquema de comportamiento de los rabinos, que les resulta difícil acercarse a una mujer enferma, y no permitían que la mujer les sirviese; Jesús se acerca a la mujer con fiebre,  y queda liberada de dicha fiebre que no le permitía desplazarse por su propio hogar, Jesús permite que le sirvan, como también a sus discípulos.

Jesús continua con su ministerio anunciando y liberando, todos estos milagros de sanación y liberación que acompañan en su predicación nos indica que ha llegado el reino, que ha empezado la victoria del bien contra el mal; este mal que afecta a todo hombre que es víctima de diversos males que lo aquejan, Jesús va a cargar con todos nuestros males, devolviendo al hombre su verdadera imagen de Dios. Jesús como dice el Papa Francisco: “Jesús esta siempre en la calle”, donde va sanando a muchos enfermos, que venían al atardecer.

La Iglesia debe estar al servicio del reino, así como el hombre ha quedado liberado, de igual manera la mujer que quedo liberada de su mal, ella se pone al servicio del Reino, que es el mismo Jesús, donde Jesús no se detiene, sino va a otros pueblos a predicar y anunciar la llegada del reino de Dios, es decir anunciando la llegada del reino; la obra de Dios continua no se ha detenido, de esta forma la Iglesia continua con la misión que Jesús le ha confiado, una iglesia que debe estar libre de toda enfermedad, de toda posesión, para que pueda continuar con la misión que Jesús.


                                      Pbro. Salvador A. Carrasco Castro