viernes, 31 de marzo de 2017

V DOMINGO DE CUARESMA CICLO A 2017

Posted by salvador on 3/31/2017 11:28:00 p.m. with No comments


 YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA”.
              “LÁZARO, VEN AFUERA”
Señor, tu amigo Lázaro está enfermo” le mandan avisar las hermanas de Lázaro a Jesús, pero Jesús se queda dos días, no puede arriesgar su vida y se queda con una intención, para que los discípulos vean la gloria de Dios y crean en él. El miedo no paraliza a Jesús, por eso va a Betania, pero Lázaro ya había muerto; también damos muerte a nuestro corazón, por eso estamos muertos, así, hay una persona que no puede sanarse, está muerto; si no perdonas a tu hermano, a tu mujer o tu marido, también estás muerto; etc. 
 
Jesús, conduce a las hermanas al camino del gran progreso de la fe, de “creer en Jesús como el Señor de la vida”. Las hermanas como los que los acompañaban no conocían bien a Jesús. Los judíos estaban murmurando contra él, decían: “este que ha hecho ver al ciego, ¿no podría haber impedido que muriera éste?  Ven que Jesús está sollozando, se conmueve ante la muerte de Lázaro, por eso les dice donde lo han enterrado; llora la muerte también de cada uno de nosotros, porque algunos no quieren creer en él, que es el Señor de la vida y de la Resurrección.

“Lázaro, ven afuera” es la Palabra que tiene poder de dar la vida y esta Palabra es el mismo Cristo, por eso le dice a Marta: “Yo soy la Resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá y el que está vivo y cree en mí no morirá”. ¿Crees esto? Ella le contesto: “Si, Señor: yo creo…” El muerto escucha el poder de la Palabra, que lo levanta, y nos levanta, por eso grita en nuestra tumba: “Yo soy la vida y Resurrección”. Dios no solo resucitará el cuerpo, sino también dará vida a nuestro corazón, pues el pecado ha producido la muerte del alma, que parece que nos sepulta para siempre, como dice San Agustín: "la mala costumbre se hizo ley", que es muy difícil salir de ella estamos apretados por esa gran piedra; pero el poder de la Palabra llega hasta el fondo de nuestra existencia que nos levanta, por eso Dios tiene la última palabra. Jesús dijo: “Desátenlo y déjenlo ir”. estas vendas son todos los lazos del pecado que tenemos que libéranos porque producen nuestra muerte, que puede ser ya definitiva. Recuerda que Jesús habla al muerto y el muerto escucha, que increíble poder de Dios, que el muerto se levanta como dice el profeta Ezequiel.

Este acontecimiento tiene dos significados, por un lado, el plano superficial, que es el mundo material, la vida temporal, donde estamos muy apegados, y que nos desvivimos por ello; y por el otro lado, en el plano más profundo, que es la vida eterna que obtenemos por la fe en Cristo, que no se acaba nunca, donde debemos esforzarnos, para no perderla. Por eso la resurrección de Lázaro es un signo que Jesús resucitara sin la ayuda de nadie, por ser el mismo Dios.

Si creemos en El, tendremos vida eterna, es una afirmación tajante, debemos mantener la fe en Cristo Jesús, pues en estos últimos tiempos creemos en las cosas terrenales, que, por supuesto debilitan nuestra vida espiritual, por eso le dice a Lázaro levántate, para que viva una vida verdadera, donde Jesús nos reconstruye para obtener la vida eterna, porque él es el Señor de la vida y de la muerte.

                                        Pbro. Salvador A. Carrasco Castro



sábado, 25 de marzo de 2017

IV DOMINGO DE CUARESMA CICLO A 2017

Posted by salvador on 3/25/2017 09:45:00 p.m. with No comments


¡EL CAMINO PROGRESIVO DE LA  FE, LO SACO DE LAS TINIEBLAS!


Dios manifiesta su gloria, Jesús se acercó al ciego de nacimiento, para realizar su obra para gloria de Dios; los judíos, creen que nació ciego, por haber pecado él o sus padres; el ciego no participa de la sinagoga, ni es capaz de leer la Torá, pobre hombre, pobre de muchos nosotros, que aún muchos todavía estamos ciegos. Jesús conoce nuestra debilidad humana y viene a sanarnos de la ceguera no solo del cuerpo, sino del alma, para que se manifieste la gloria de Dios.

El camino progresivo de la fe, empieza, cuando Jesús unge con barro los ojos del ciego, y este ciego de nacimiento no sabe quién lo untó los ojos, Jesús le manda que se lave en el poso de Siloe; él fue, se lavó y volvió con vista, recién puedo ver, estaba muy feliz, él se fió de su palabra, por eso se sano, ahí empezó el camino progresivo de su de fe. No es el agua que lo curo, sino fue la saliva de Jesús que lo sanó. Jesús se retiró, para que no lo alaben como nos dice San Juan Crisóstomo, y este ciego no sabía quién lo unto sus ojos, pero al recobrar la vista, como humano queda agradecido, se entera que es Jesús quién lo sano de la vista.

“Soy yo” responde el ciego, a los vecinos que estaban perplejos, lo conocían al pedir limosna; pensaban que no era él o se parecía a él, por ello les responde: “Soy yo” el ciego que fui sanado, respondiendo, así como un acto de agradecimiento por haber recuperado la vista, y no es otro.

Los fariseos no quieren aceptar este milagro evidente, al preguntar al hombre como había adquirido la vista, el hombre les contesto: “Me puso barro en los ojos, me lavé y veo”. Para los fariseos les resulta imposible que un hombre pecador, pueda hacer este milagro, y lo peor del caso es que ha quebrantando el sábado. Este bien, que ha realizado Jesús, suscita división en los fariseos; por eso le vuelven a preguntar al hombre, y este responde lo mismo, no duda en su afirmación, porque ha quedado sanado.

Confiesa que es un profeta, los fariseos no estaban convencidos del milagro, por eso le vuelven a preguntar: ¿Tú que dices del que te ha abierto los ojos? Les responde sin ambages que es un profeta. Conoce quien lo ha sanado, es Jesús y por ello es expulsado de la sinagoga por dar testimonio, ante los fariseos de su sanación.

El camino progresivo de la fe, lo sacó de las tinieblas, al ser expulsado, Jesús lo encontró y le dice: ¿Crees en el Hijo del Hombre? le contesto, quien es, Jesús le dice lo estás viendo, y dijo: Si Creo y se arrodillo, recibiendo la luz, que es la fe en Cristo Jesús; mientras que los escribas y fariseos permanecen en tinieblas, por no creer en Jesús. Dios quiera que no permanezcamos en las tinieblas, que el sane nuestra ceguera, para poder vivir en la luz de Cristo como dice San Pablo: “Él nos sacó de las tinieblas, para que caminemos como hijos de la luz".

                                      Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


sábado, 18 de marzo de 2017

III DOMINGO DE CUARESMA CICLO A 2017

Posted by salvador on 3/18/2017 10:19:00 p.m. with No comments






¡EL ENCUENTRO INESPERADO!


El pozo de Jacob, es un lugar de encuentro, Jesús bajo el calor del medio día, llega al pozo y se sienta; al ver que llega una samaritana, inicia el dialogo, pidiéndole agua para calmar su sed, ella se extraña por el acento de su voz, reconoce que es judío, se sorprende que un judío le pida agua, sabiendo que no se llevan bien. Jesús no marca distancia, pues viene a cumplir la misión que el Padre le ha encomendado, pues quiere a mostrarle el camino que conduce hacia la fe, tiene sed de la samaritana y de todos nosotros. Todos somos samaritanos, como nos dice San Agustín, que necesitamos recibir ese don, que nos ofrece Jesús.

El encuentro inesperado con Jesús, transforma la vida de la Samaritana, al decirle “dame de beber”, Jesús la va llevando, para que sea, ella la que pida: al decirle: “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva”. Jesús hace que la samaritana tenga necesidad de esa agua viva. Ella piensa en el agua natural y no tiene los medios necesarios para sacar esa agua viva, además es el pozo de Jacob…Jesús le hace ver, que el agua calma la sed, pero volverá a tener sed, (todo pecado nos deja insatisfecho…como la idolatría de la riqueza), pero el agua que él dará, no tendrá sed, porque esta agua viva, satisface las exigencias profundas del corazón, de todo ser humano y no tendrá sed, por eso ella empieza a entender y le pide de esa agua que calmará su sed.

Para recibir ese don que es el Espíritu Santo (agua viva), es necesario que ella sea sincera y se convierta de corazón, por eso Jesús le dice: “Llama a tu marido y vuelve acá”, para suscitar en ella una fe, un camino de conversión y arrepentimiento; le contesta que no tiene marido, así Jesús suscito el arrepentimiento en su vida pasada, al decirle que ha tenido cinco hombres y el “último hombre no es su marido”, en eso ha dicho la verdad, no reprochándola, sino haciéndola ver lo malo de su vida pasada, es la imagen que nos muestra que vamos detrás de otros ídolos (una iglesia evangélica a otra, sectas, brujos…). . Ella reconoce que Jesús es un profeta al sentirse liberada.

Los verdaderos adoradores adoraran a Dios, en Espíritu y verdad, ya no será ni Jerusalén, ni el monte de Garizín, el hombre que quiera estar en contacto con Dios lo hará por medio de la persona de Jesucristo, para adorar al Padre como él quiere, en espíritu y verdad.

La Samaritana, se convierte en una gran evangelizadora, va a la ciudad de Samaría, para dar testimonio de este gran profeta, al decir a sus vecinos que ha encontrado al Mesías, que le ha dicho toda su verdad, ha cambiado su vida, dando testimonio de él, trayendo a muchos samaritanos que lo vieron y escucharon sus enseñanzas y creyeron el él. También nosotros tenemos que anunciar a Cristo en nuestros hogares, en nuestro trabajo, anunciar a nuestros amigos…

                              Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


sábado, 11 de marzo de 2017

II DOMINGO DE CUARESMA CICLO A 2017

Posted by salvador on 3/11/2017 08:43:00 p.m. with No comments




¡CONTEMPLARON, LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR¡

Jesús va al monte, y esta vez toma consigo, a sus más íntimos amigos, que nos representan a nosotros, como nos dice San Juan Crisóstomo: llevo a Pedro, porque ardientemente amaba al Señor, llevo a Juan por ser el discípulo amado y a su hermano Santiago, porque aceptó beber el cáliz… Los llevo a una montaña más alta, sin mencionarlos porque estaban cerca de Jesús, los demás no tuvieron esta gracia; Jesús empezó a transfigurarse, quedándose profundamente asombrados y emocionados, al ver la gloria de Dios escondida en su humanidad.

La carne pecadora contempla la gloria de Dios, un pedazo de cielo en la tierra, el paraíso vino a la tierra, dicha experiencia la tuvieron, Pedro, Juan y Santiago, que siendo pecadores, contemplan la gloria divina de Jesús en el monte, vieron que su rostro se volvía radiante como el sol y sus vestiduras se volvían resplandecientes como la luz, y se  aparecieron Moisés, el mediador de la Ley y Elías que simboliza a todos los profetas, ellos estaban hablando sobre la gloria de Dios, es decir de la cruz y de su pasión, dando testimonio que en él se cumplía todo.


Ellos contemplaron la Transfiguración de Jesús, estaban muy felices los tres, al ver lo más maravilloso en su vida; cual es, el "paraíso", Jesús quiere consolarlos, porque les anuncio que tenía que padecer…y morir. Pedro toma la iniciativa y dice a Jesús: “Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres haré tres carpas… Pedro decía esto, porque no quería que Jesús padeciese y muriese en Jerusalén, pero como nos dice Lucas, no sabía lo que decía.  No quiere volver estar en la tierra, quiere estar en su verdadera realidad, que es el paraíso, el hombre fue expulsado por culpa de Adán y Eva, por eso prefieren quedarse contemplando la gloria de Dios continuamente, sin que nadie supiese.

Una nube luminosa los envuelve y escuchan la voz del Padre, se llenan de miedo que les dice: “Este es mi Hijo el amado, escuchadle”, una nube los cubrió y escucharon la voz como un trueno, llenos de miedo cayeron rostro en tierra, en señal de adoración, en señal que deben hacer morir al hombre viejo; que a partir de ahora, deben escuchar a Jesús, responder a la elección y a su llamado que nos hace el Señor, dejándonos iluminar por Él que es la Palabra, como lo hizo Abrahán que escucho al ser elegido y llamado para dejar su tierra y parentela y marchar a otra tierra prometida. No podemos poner condiciones, dejemos que nos tome y caminemos con Él, y nos lleve al monte Tabor, para que seamos transformados, transfigurados, cada día, al ser configurados con Jesús, podamos transformar el mundo y extendiendo el reino de Dios y venciendo al mal.


                                                                            Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

sábado, 4 de marzo de 2017

I DOMINGO DE CUARESMA CICLO A 2017

Posted by salvador on 3/04/2017 07:23:00 p.m. with No comments

¡ JESÚS… VENCIÓ AL TENTADOR¡

Jesús como todo ser humano experimenta la tentación y vence…, mostrando su total fide­lidad al plan del Padre y no desviando la misión que tenía; (no fue así con Adán y Eva…), por eso encontramos personas (y podemos ser nosotros) que fácilmente se dejan engañar por el tentador, que nos pinta muy bonito (el dinero, el poder, el placer, el éxito), para hacernos creer que es bueno, por eso fácilmente caemos en toda clase de tentaciones… La tentación es una prueba para conocernos realmente como somos, Jesús como humano venció al tentador, que intento por tres veces hacerle caer. Si caemos en tentación, cometemos pecado.

El demonio se acercó a Jesús cuando tuvo hambre, después de ayunar cuarenta días y con sus cuarenta noches, le propone a Jesús priorizar su hambre y que haga uso de su poder:  ”Si es Dios”, para que convierta las piedras en pan. En nuestra vida, se presentan situaciones muy difíciles, cuando estamos sin dinero y el hambre se acrecienta, por no tener trabajo, uno se ve en la miseria…son momentos muy difíciles, es ahí cuando el tentador, aprovecha esa situación del hombre, para priorizar lo material, haciéndonos olvidar del verdadero alimento espiritual; por eso Jesús le responde al tentador: Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”. No nos olvidemos, Dios siempre está con nosotros, es un Dios Providente que cuida de nosotros, no desconfiemos del él, que conoce nuestras necesidades. Cuidado muchas veces queremos lo fácil y dar gusto al cuerpo.

El Tentador  lleva a Jesús, a la parte más alta del templo, y le dice tírate, ahora usa las Sagradas Escrituras, diciendo a Jesús: Está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrá en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”. El tentador, quiere que Jesús haga un exhibicionismo de su poder; también nosotros queremos, que Jesús haga grandes portentos, para creer en él, y podemos decir: “si eres Hijo de Dios”, tienes que mostrar tu poder, realiza ahora ya los milagros, que necesitamos ver. Jesús responde al tentador: “También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”. Jesús no se dejó convencer por el demonio, también, dejemos que Dios haga su obra en nosotros, Dios tiene un gran proyecto de amor hacia cada uno de nosotros, no con la violencia y abuso de poder, sino con amor.

Jesús venció al Tentador, al decirle: “Vete Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él darás culto”.  El Tentador, arremete con todo, lleva a Jesús a una montaña altísima y le muestra los reinos del mundo y su gloria, diciéndole: “Todo esto te lo daré si te postras y me adoras”. Muchas veces hacemos cosas muy sucias con el fin de ganar dinero, y empezamos a divinizar lo que tenemos, y somos, como: la egolatría, la tecnolatría... y cuantas divinidades que nos hemos creado, que adoramos, desplazando a Dios, por que nos llenan de dinero, desplazando a Dios a un segundo plano, y no nos importa el día del Señor.

El papa Benedicto XVI, enseña que en estas tentaciones se refleja la lucha interior de Jesús por cumplir su misión; y el núcleo de toda tentación, es poner a Dios en un lugar secundario o considerarlo incluso algo que ya no es necesario, que resulta molesto frente a lo que parece más urgente en la vida.

Venciendo las tentaciones, Satanás conoce las Sagradas Escrituras, las usa para hacer caer a Jesús, que está sólo en el desierto, debilitado, con hambre, sin trono, sin riquezas… pero Jesús le responde… al tentador, con expresiones lapidarias de las Sagradas Escrituras. Jesús nos muestra que divinizar lo material, el bienestar, el placer y el poder es algo fraudulento, que nos ofrece el tentador… Por eso es necesario estar unidos a Jesús para vencer toda tentación, descubriendo las propuestas engañosas del tentador y no caer fácilmente en tentación, respondiendo con un “no” al Tentador, y diciendo un ”si” a Dios, que nos libera, salva y sana.

                                Pbro. Salvador A. Carrasco Castro.