sábado, 14 de enero de 2017

II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2017

Posted by salvador on 1/14/2017 11:47:00 p.m. with No comments


“ÉSTE ES EL CORDERO DE DIOS, QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO”


Dios camina con su pueblo, acabamos el tiempo de Navidad, que experimentamos la presencia amorosa del niño Dios, débil y frágil, que se ha revestido de esta carne humana; y ahora empieza Dios a caminar con su pueblo, donde es necesario saber quién es y conocer su misión, porque ha venido, para estar y caminar con nosotros.

Juan nos afirma, que Jesús es el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Los judíos no conocían quien era Jesús, pensaban que era Juan el Bautista el Mesías, pero él da una respuesta a los enviados por los judíos, diciendo: que no era el Mesías, sino que detrás de mí, viene alguien que es más grande que él. Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba y exclamó: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.   

Jesús como “Cordero de Dios”, es la imagen que nos da Juan sobre Jesús; que nos indica que Jesús, será la nueva víctima, que se ofrece como Cordero Pascual.  El Cordero, que será llevado al matadero, sin mancha, sin defecto, que cargará sobre el pecado de la humanidad, no gritará, no voceará, manso y humilde, que será llevado al matadero, como dice Isaías. Nadie es dueño de este Cordero, no es el cordero que eligen los hombres y ofrecen en el Templo para que Dios perdone sus pecados, es el Padre que elige a su Hijo, que se ofrece como víctima, como el verdadero Cordero de Dios, que será signo de la acción salvadora de Yahvé. Sabemos que nadie quiere ser culpable, por eso siempre buscamos a un inocente y lo hacemos culpable para que pague por nuestros delitos, esa es la experiencia humana, pensamos que alguien deber pagar.

Juan Bautista presta su última declaración solemne sobre la misión de Jesús: Es “… que quita el pecado del mundo”, el Cordero de Dios, el Hijo de Dios. Al principio no lo conocía, pero cuando se posa la paloma sobre Jesús, recién lo conoció. Por eso Juan ya lo conoce y puede ahora dar su declaración en favor suyo: “él es el Hijo de Dios”, él quita, o carga el pecado del mundo. Nadie quiere expresarse sobre el pecado, que nos afecta a todos, incluso en nuestros días, perdiéndose la conciencia de pecado, como nos decía el Papa Pio XII. La triste noticia que siempre percibimos de nuestra realidad, que nos informan todos los medios de comunicación social, como son los crímenes, robos, asaltos, adulterios de grandes artistas (enmascaran estos pecados, diciendo que empieza una nueva relación, que gran mentira), maltrato de mujeres,…También creemos que todo lo que decidimos está bien, pero no es así, porque muchas veces, se va contra el orden establecido por Dios, por eso esta sociedad no quiere que se hable nada del pecado, del misterio de iniquidad que afecta al hombre. Jesús como el Cordero, se hace pecado y carga todo el pecado del mundo; porque esa es su misión, Dios no ha venido a juzgarnos, sino a perdonarnos y carga con todo el pecado de la humanidad.

Juan Bautista, con su humildad, nos dice que el bautiza con agua, pero hay otro mayor que él, que es que ha de bautizar con Espíritu Santo, es la acción poderosa del Espíritu Santo, que nos purificará de todo pecado y nos dará una nueva vida, un nuevo nacimiento, que empieza con la muerte de Cristo Jesús que muere como Cordero en la Cruz, pues no ha venido a condenar, sino a salvar al hombre. A partir de ahora tenemos que dar testimonio de nuestra vida que vivimos un continuo proceso de conversión, que, al recibir la gracia bautismal, habita en nosotros el Espíritu Santo, que es la obra de Dios en nuestra vida, no es el padre que te hace hijo de Dios, sino es Dios mismo que nos hace hijos de Dios, hemos nacido a una nueva vida, donde tenemos que dar testimonio como buenos hijos de Dios, que somos ya distintos, porque el Señor ha trasformado tu vida.

                     Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


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