SEÑOR: "AUMÉNTANOS LA FE"
El peligro de perder la
fe, los apóstoles estaban
confundidos, ya que el domingo pasado, no pueden concebir porque el rico no se
salva, si su riqueza es una bendición de Dios, pero el pobre si se salva y está
en el seno de Abraham, sabiendo que el pobre padece de necesidad porque ha pecado; también la exigencia de perdonar al que te ha ofendido, que es muy dificil de perdonarlo, etc. También
como nos dice el profeta Habacuc, frente a tanta amenaza externa, y situaciones
adversas dentro del reino como son las injusticias, la explotaciones, engaños,
etc.. ¿Cuándo va actuar Dios? Ahora, sigue teniendo actualidad, esta lectura,
porque también hay, en nuestros días, tanto crimen, robos, secuestros, organizaciones
criminales, injusticias, etc. Uno se pregunta cómo el profeta Habacuc ¿Por qué me
permites ver tanta violencia,…? frente a esto uno puede perder la fe en el Señor, por
eso le piden a Jesús:
“Auméntanos la fe”. Jesús les dice: “Si ustedes tuvieran fe como un
granito de mostaza…” seria formidable, ya que la semilla de mostaza, es tan
pequeña, de todas las semillas; acá lo
importante es si “tuvieran fe”, la fe es un regalo de Dios, es la respuesta del
hombe hacia Dios, no solo es un asentimiento intelectual, sino también es la
confianza plena en Dios, es una fuerza vital, que nos ayuda a vivir en la
verdad, frente a tanta adversidad y dificultades que tienen los discípulos, y
ante las novedades que nos enseña Jesús que rompe todo esquema, hay que confiar
plenamente en él. Teniendo esta fe tan pequeña como la de un granito de mostaza
Jesús sigue diciendo:
Dirían al árbol “Arráncate de raíz, y plántate en el mar” inmediatamente
sucedería, esa es la fuerza de la fe, por más raíces profundas que tenga el
árbol será arrancado. Con ello nos indica que la vida de fe de un cristiano es
un camino, que poco a poco tiene que crecer en la fe, ya que Dios nos ha
salvado arrancándonos del mal, para empezar una nueva vida de fe en Cristo
Jesús, y que debemos cuidar esta fe, que hemos recibido, cuando venga la prueba.
Viviendo nuestra fe, empezamos amar a Jesús, por eso también, no tenemos que ser como los
fariseos que buscamos recompensa, sino como buenos discípulos para que podamos
decir que “Somos siervos inútiles”, que
todo lo hacemos por amor, sin esperar recompensa..
Pbro. Salvador A. Carrasco C.
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