sábado, 13 de febrero de 2016

I DOMINGO DE CUARESMA CICLO - C 2016

Posted by salvador on 2/13/2016 08:36:00 p.m. with No comments


JESÚS, VENCE AL TENTADOR



Jesús como hombre es tentado por Satanás, es conducido por el Espíritu al desierto, durante cuarenta días fue tentado, privado de todo, en soledad, sin comer, ni beber, en ayuno y oración, para encontrarse consigo mismo y con su Padre. Adán y Eva fueron probados, el pueblo de Israel estaba en el desierto, donde fue probado; también cada uno de nosotros somos probados en la fe y unidos a Cristo Jesús venceremos.

Adán y Eva se dejaron engañar por el Tentador, El Tentador” o diablo, no es un simple demonio, y acá se alude al diablo o “Satán”, el jefe de todos los espíritus perversos que se han rebelado contra Dios, han roto su armonía sobre el mundo, ha pervertido nuestra tierra. El Tentador engaño a Adán y Eva, haciéndoles creer que serán como dioses, que no morirán…

El Tentador, quiere engañar a Jesús, el nuevo Adán, para que redima sin sufrimiento, de una manera fácil, y haciendo uso de su poder, riqueza y de manera mágica. El tentador quiere destruir en el fondo, el plan de Dios, pero como decimos en nuestro propio lenguaje, Jesús no se dejo engañar, no piso el palito, se mantuvo fiel y obediente a su Padre.

Jesús vence al tentador, al rechazar su oferta encantadora, unidos a él, estamos para vencer toda tentación. Enfrentándose con la fuerza amenazante del mal, al que lo derrota, aceptando el hambre, pudiendo convertir la piedra en pan, no lo hace, diciendo que no solamente vive de pan el hombre. Frente al poder del mundo, Jesús no cede, le dice: Esta escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a a él solo darás culto"... Frente a las cosas espectaculares y sorprendentes o mágicas, Jesús no cae en ese juego de lo fácil, acepta el Plan de su Padre, por eso le dice: Esta mandado: "No tentaras al Señor tu Dios". Es decir que el mesianismo de Jesús no puede distorsionarse por caprichos demoníacos, ni caprichos humanos. En esta tierra se manifiesta la figura y la actuación de Cristo Jesús, donde se da la lucha inevitable rompiendo la fuerza del Tentador.

Cuando se deja de luchar o combatir, el hombre es engañado y cae en desgracia y empieza por aceptar la oferta del tentador: La idolatría de los placeres que el mundo nos ofrece, “Si eres Hijo de Dios convierte estas piedras en pan” y así creeremos en ti”; si nos llenas de prosperidad y de seguridad económica, creeremos en ti. La idolatría del poder económico, político, religioso y otros poderes de todo índole, para ganar todo aquello, el hombre hace todo lo imposible, como es: acá todo vale   ( la mentira, el robo...), incluso si tiene que vender su alma al demonio, con tal de ganar el poder y pervertirse creyéndose dueño y señor de la vida, ordenando la muerte de criaturas inocentes...mediante leyes.   La manipulación de Dios: “Manifiesta un gran milagro de lanzarte de la parte más alta del templo  y creemos que eres Dios”, y cuando realizas un milagro creeremos en ti, queremos un dios a nuestra medida, que todo lo resuelva de manera espectacular. El hombre no quiere dejar a Dios que sea Dios. Por ello  el hombre quiere dominar y detentar el poder, y es así que vuelve a caer en la esclavitud de lo que más ama, apartándose más de Dios, y queriendo ser otro dios mejor que Dios, así como fue en la tentación de Adán y Eva. En este momento actual, todo sucede,  como si Dios no existiese, como si el Diablo fuera el rey de nuestra tierra.

Jesús nos ayuda a vencer al enemigo, cuando alimentamos el corazón con su palabra; cuando obedecemos y somos fieles a su Palabra;  y finalmente cuando permitimos que el espíritu de Dios habite en nosotros, el campo de la fe, para dejarnos guiar por su Espíritu hacia la verdad.


                                      Pbro. Salvador Carrasco Castro

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