¡ENVIADOS, PARA ANUNCIAR LA BUENA NOTICIA!
Jesús, eligió y llamo a
los discípulos, para formar el grupo de los doce, llamó a los que él quiso, gente humilde, con
poca preparación, para estar con él, viviendo en pobreza, sin apego de ninguna
clase de bienes y aprendan muchas cosas del maestro.

Da algunas normas para
que puedan evangelizar sin dificultad, no lleven túnica de repuesto, con ello les indica que
deben ser transparentes, y que no deben llevar una doble vida; no lleven
alforja, ni dinero, pues deben confiar en Dios, que
el cuida de todos los evangelizadores, que no les falte nada; es urgente el
anuncio de la buena Noticia, y hay que hacerlo de dos en dos, contando con un
solo bastón, para el camino llegando a todos los rincones. No hay que
preocuparse en tener existo, pues todo es obra de Dios.
Ungían a los enfermos y
puedan expulsar a los demonios, les dio autoridad, no sobre las personas, sino sobre los espíritus inmundos y para que puedan curar toda enfermedad, ya se vislumbra el sacramento de la santa unción, para que alcancen
la salud del cuerpo y especialmente al salud del alma.
La evangelización es
tarea de todo bautizado y no solo de un pequeño grupo, que en este caso, no solo sería de los
sacerdotes, sino todos los bautizados, que han sido elegidos, y enviados para
que participen de la misión de Jesucristo, como los apóstoles. Dios confía a
unos discípulos, y a cada creyente que
ha sido elegido y enviado para que anuncien la Buena noticia.
Pbro. Salvador Carrasco C.
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