viernes, 1 de noviembre de 2013

DOMINGO XXXI TIEMPO ORDINARIO CICLO - C

Posted by salvador on 11/01/2013 05:17:00 p.m. with No comments

EL ENCUENTRO CON JESÚS, ¡CAMBIA EL CORAZÓN!

Un caso perdido, Zaqueo, como jefe de publicanos, es rico, cuya riqueza es mal obtenida, y no se preocupa por los otros; es un hombre marginado por el sistema religioso, por ser pecador público, muy repudiado, despreciado, rechazado, odiado, por su gente; por estar al servicio del imperio romano. Es decir un pecador y traidor, imposible de salvarse, que es visto como un caso perdido.
Zaqueo desea ver a Jesús, movido aparentemente por la curiosidad pero, en lo más profundo de su ser, es movido por el amor de Dios que lo conducía, intenta ver a Jesús. Su baja estatura se lo impide y entonces se sube a un árbol para, desde allí, ver el paso de Jesús. Grande sería su sorpresa al oír la voz de Jesús llamándole e invitándole a bajar del árbol para ir a su casa a comer juntos. ¡Qué alegría la de Zaqueo! Solo deseaba o quería ver al Señor y el Señor le bendice abundantemente al hacerse su huésped. ¡Qué bondad tan grande la de Jesús! La bondad y el amor de Jesús transformarán el corazón de Zaqueo atrapado por la ambición y codicia.
"Hoy ha llegado la salvación a esta casa" Jesús vino para rescatar a los pecadores, imposible de salvarse, al hombre necesitado de salvación. Zaqueo recibe esa gracia, al recibir a Jesús en su casa, la palabra lo transforma, y cambia de actitud ante las riquezas, y le dice a Jesús que repartirá la mitad de sus bienes a los pobres y que restituirá cuatro veces a los que les ha engañado. Por eso dice el Señor: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”. La salvación de Jesús comienza a experimentarse cuando la persona comienza a romper con lo que le impide la libertad y comienza a ser libre para amar a Dios y a los demás. Zaqueo dejo atrás su avaricia y codicia y da paso en su alma a la justicia y la solidaridad.
Dejemos que Jesús cambien nuestros corazones, pues su palabra, renueva nuestros corazones, y hace que cambiemos, y entremos por ese proceso de conversión como Zaqueo, Jesús te dice, hoy baja, vengo alojarme en tu casa para cambiar tu corazón.

Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

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