sábado, 7 de marzo de 2020

II DOMINGO DE CUARESMA CICLO A 2020

Posted by salvador on 3/07/2020 08:29:00 p.m. with No comments

¡CONTEMPLARON SU GLORIA¡

Jesús va al monte, y esta vez toma consigo, a sus más íntimos amigos, que nos representan a nosotros, como nos dice San Juan Crisóstomo: llevo a Pedro, porque ardientemente amaba al Señor, llevo a Juan por ser el discípulo amado y a su hermano Santiago, porque aceptó beber el cáliz… Los llevo a una montaña más alta, sin mencionarlos porque estaban cerca de Jesús, los demás no tuvieron esta gracia; Jesús empezó a transfigurarse, quedándose profundamente asombrados y emocionados, al ver la gloria de Dios, escondida en su humanidad.

La carne pecadora contempla la gloria de Dios, un pedazo de cielo en la tierra, el paraíso vino a la tierra, dicha experiencia la tuvieron, Pedro, Juan y Santiago, que siendo pecadores, contemplan la gloria divina de Jesús en el monte, vieron que su rostro se volvía radiante como el sol y sus vestiduras se volvían resplandecientes como la luz, y se  aparecieron Moisés, el mediador de la Ley y Elías que simboliza a todos los profetas, ellos estaban hablando sobre la gloria de Dios, es decir de la cruz y de su pasión, dando testimonio que en  él se cumplía todo.

Ellos contemplaron la Transfiguración de Jesús, estaban felices los tres, al ver lo más maravilloso en su vida; cual es el paraíso, Jesús quiere consolarlos, porque les anuncio que tenía que padecer…y morir. Pedro toma la iniciativa y dice a Jesús: “Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres haré tres carpas… Pedro decía esto, porque no quería que aceptar que Jesús padeciese y muriese en Jerusalén; pero como nos dice Lucas, no sabía lo que decía.  No quieren volver a bajar del monte, quieren estar en su verdadera realidad, que es el paraíso, que fuimos expulsados por culpa de Adán y Eva, prefieren quedarse allí continuamente, sin que nadie supiese.

Escuchan la voz del Padre, se  llenan de miedo que les dice: “Este es mi Hijo el amado, escuchadle”, una nube los cubrió y escucharon la voz como un trueno, llenos de miedo cayeron rostro en tierra, en señal de adoración, esto nos indica que, a partir de ahora, debemos escuchar a Jesús, sepamos responder al llamado que el Señor nos hace, dejándonos iluminar por El, como lo hizo, Abram sin poner condiciones, dejemos que nos tome y caminemos con Él, y nos lleve al monte Tabor, para que seamos transformados, transfigurados, cada día, al estar unidos con Jesús; y tenemos que descender del monte, para seguir a Jesús camino hacia Jerusalén.


                                           Pbro. Salvador A. Carrasco Castro 


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