sábado, 7 de septiembre de 2019

XXIII DOMINGO DEL TEIMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 9/07/2019 03:49:00 p.m. with No comments

 “EL DISCÍPULO DE JESÚS, DEBE VIVIR LA RADICALIDAD DEL REINO DE DIOS”


Vivir la radicalidad del Reino de Dios, mucha gente acompaña a Jesús, por algún interés, o de manera inconsciente, como si su conciencia estuviera adormecida, por las exigencia que el mundo les ofrece (éxito, poder, dinero, etc.); por eso Jesús les  hace una invitación sería, y conozcan las exigencias que Jesús propone a sus discípulo, para que sean auténticos seguidores del él:

Posponer la familia, los amigos, incluso posponerse uno mismo, muchas veces la familia son un obstáculo para seguir a Jesús, así, cuando tienes alguna visita de tus familiares, dejas de asistir a misa, porque tienes que atenderlos y complacerlos, y pospones a Jesús. Jesús no quiere que rompas con tu familia, sino más bien quiere que primero ames a Dios, sin dejar de amar a tu familia, como nos recuerda el libro de Dt. 6,4. “Amaras al Señor tu Dios sobre todas las cosas…”. Posponerse uno mismo, y esto es lo más difícil en nuestra vida, porque siempre tenemos nuestros propios proyectos, como son el deporte, el paseo, los viajes, el trabajo, que tengo que ganar dinero, porque hoy es mi oportunidad; nos cuesta obedecer y dejamos de lado a Jesús; que pena, siempre a Dios lo posponemos.

Para ser discípulo de Cristo hay que cargar la cruz y renunciar a todo, cueste lo que cueste, pues, la cruz es cuando pierdes un trabajo, por ser fiel a Jesús y coherente con los principios cristianos; cuando se burlan de ti, porque vas a misa;…, por eso es tu cruz; no es el dolor por el dolor, sino soportar todo por amor a Jesús, por ser consecuente con los valores del reino de Dios, por ser un auténtico discípulo de Jesús, pues se corre la misma suerte de Jesús.

Renunciar a los bienes, porque nos dan seguridad en los vaivenes de la vida, como son la vejez, la enfermedad, los accidentes etc.  Con el peligro de caer en la idolatría de los bienes por qué no compartimos. El gran peligro cuando no cumplimos estas exigencias, nos puede resultar una trampa mortal, la familia, nuestros intereses, nuestra propia vida y las riquezas, por haber dejado a Jesús.


Finalmente, ser cristiano no es un juego, por eso Jesús, nos dice dos parábolas, una que nos indica que hay que contar con todo el presupuesto, para construir unas torres, así es la vida del cristiano que tiene que contar con todos los medios que el Señor nos pone para construir nuestra verdadera vida en Cristo Jesús; y la otra parábola, que nos indica si contamos con la fuerza necesaria, para la batalla, para salir vencedores en este mundo; así es el verdadero cristiano, que se va formando, para empezar una vida nueva y combatir muchísimo, como un verdadero discípulo de Jesús, por eso la tarea no es fácil, necesitas de la ayuda de Dios.

             Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


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