sábado, 27 de julio de 2019

XVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 7/27/2019 07:14:00 p.m. with No comments

DIGAN CON CONFIANZA: “PADRE NUESTRO...”

Hay que atreverse a decir: “Nuestro Padre”, atreverse a orar; Jesús nos enseña cómo debemos dirigirnos a Dios, nuestro Padre, Jesús cuando ora, nos revela que tiene un trato intimo con su Padre, por eso los discípulos al ver que continuamente oraba a su Padre, se quedan admirados por la plena confianza que tiene a su Padre, su trato íntimo y profundo lleno de afectos y sentimientos hacia su Padre; eso los asombra, ven en él que en su oración no hay nada de aburrimiento, ni cansancio, ni rutina, ni fatiga; y ven a Jesús que tiene un trato tan profundo hacia su Padre, por eso se sienten animados, quieren orar como Jesús, y estos paganos convertidos al cristianismo, tienen que atreverse a decir: “Padre nuestro...” porque a sus dioses que han dejado de adorarlos no les decían padre. Si Juan enseñó a sus discípulos a orar, también deben atreverse a orar. Jesús cuando enseña a orar, nos introduce y nos hace partícipe de su intimidad, para que digamos con confianza Padre y pronunciemos sin miedo Abba, pues, no nos acercamos al poderoso, al invisible, al que está lejano; sino a nuestro Padre que está cerca de nosotros, dispuesto a ayudarnos. No quieren que oren como hacen los fariseos que se llenan de tantas palabras, sino como lo hace Jesús que ora de manera humilde, simple y sencilla.

Debemos decir: "Padre, santificado sea tu nombre, pues tenemos un solo Padre bueno; venga tu reino, su reino ya está en medio de nosotros, Jesús con su presencia hace presente su reino. “Danos cada día nuestro pan cotidiano”, no solo necesitamos el pan material, que el algo exterior de nosotros, sino también el pan de su Palabra, que nos alimenta interiormente. “Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende”, es necesario perdonar, para que seamos perdonados por nuestro Padre Santo. “No nos dejes caer en la tentación", en nuestra vida siempre seremos tentados, pero con la ayuda de Jesús, superaremos tota tentación venida del Diablo». Ahora notamos, que al pasar el tiempo lo hacen de manera automática, cotidiana, repetitiva; rápida, y todo esto hace que la oración sea aburrida, tediosa y sin sentido, por eso que nuestros jóvenes cuando lo rezan no les dice nada. Jesús nos recuerda que tenemos un Padre, y al decir que tenemos un Padre, nos hace caer en cuenta que somos hijos de Dios.

El amigo importuno, cuando insistimos, continuamente, como la pequeña parábola del amigo importuno, que toco la puerta de su amigo para que le diese tres panes para comer, para su amigo que llegó, le insistió, y para que no siga molestando, se levantó y le dio lo que pedía. De igual modo si un padre que es malo, sabe dar cosas buenas a sus hijos; cuanto más, nuestro Padre que nos ama, nos dará lo que realmente necesitemos.

La eficacia de la petición, es necesario saber pedir, para que sea escuchada nuestra petición. Como dice el célebre maestro de la Iglesia, santo Tomás de Aquino (s. XIII): "no sólo pedimos lo que podemos desear rectamente, sino que además lo pedimos en el orden que conviene desearlo." Necesitamos "descubrir" de nuevo al Padre nuestro. Rezarlo mejor, sin apuro, evitando la rutina devastadora; "saboreando" las peticiones, entusiasmados por alabar a Dios, hacer que nuestra oración sea eficaz, no se trata de decir tantas palabras, ya que nuestro Padre conoce muy bien lo que realmente necesitamos. Por eso nuestra oración hay que hacerla con humildad, con suplica, con sencillez; y no cobrarle la factura a Dios, pues el se merece todo el respeto y que nos libre de que lo tentemos.

El “Padre Nuestro” es el mejor resumen o la esencia del evangelio que nos deja Jesús, porque nos recuerda que somos hijos de un mismo Padre, y también porque pedimos "en plural", por nuestros hermanos, porque tenemos la seguridad que él nos escucha y nos concederá lo que realmente hemos pedidos con la ayuda del Espíritu Santo. En esta oración encontramos un hilo conductor: primero la confianza íntima con Dios Padre, saber dirigirse a él, como Jesús nos ha enseñado; en segundo lugar, ser constante en la oración, sin desmayar; y finalmente la eficacia de la oración, que con seguridad el Padre dará cosas buenas a sus hijos.

                                  Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

















sábado, 20 de julio de 2019

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

Posted by salvador on 7/20/2019 11:47:00 p.m. with No comments
“UNA ES NECESARIO: ESCUCHAR LA PALABRA DE  DIOS”


Marta hermana de María, acogió a un digno huésped, la hospitalidad y acogida que brindan las hermanas de Lázaro, a Jesús, que deja a los discípulos que avancen y él solo se dirige a la casa de Lázaro, pues para los judíos acoger a  un huésped era sagrado, cuando acogeremos a Jesús en nuestro hogar, ya es tiempo acoger a un digno huésped, que es el buen Samaritano, que quiere ingresar a tu hogar;  todo ello nos invita a que tenemos que ser acogedores y hospitalarios con nuestros enfermos, con los pobres y marginados de la sociedad.

“Marta, Marta, andas inquietas y nerviosas,” ella por ser la mayor se encarga del hogar y se llena de tantas tareas, que le causan preocupaciones, para servir a un digno huésped, era tal su angustia, que requería la ayuda de su hermana; esto también sucede en nosotros en este mundo actual, que estamos muy afanados en esta vida, de hacer muchas cosas como Marta, se ve que no hemos acogido al Señor de las cosas. Percibimos dos estilos o formas de vida: primero, que Marta simboliza a la mujer del Antiguo testamento, que debe preocuparse de tantas normas que existe en la ley y segundo, que estas preocupaciones la esclavizan y no le da tiempo para reconocer a Jesús como Dios y Maestro. Da la impresión que no necesitamos recibir nada del dulce huésped, que realmente viene a darnos su Palabra, pues estamos preocupados en muchas obras, por quedar bien, ¡así no es! Marta dice a Jesús: “Dile que me ayud”. Jesús le dice:

“Solo una es necesaria”. María ha escogido la mejor parte, y Jesús da su sentencia:  “Nadie se lo quitara, pues ella se puso a los pies de Jesús para escuchar sus enseñanzas, y está muy contenta, es una buena discípula del Señor, pues a las mujeres les estaba prohibidas ser discípulas, con Cristo se rompe esa prohibición, a partir de ahora también la mujer es discípula de Cristo, y no solo el varón. Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica nos dice Jesús. También acá percibimos dos cosas, que María simboliza a la mujer del Nuevo Testamento y también personifica al discípulo atento y vigilante, ya que percibe la presencia del Señor y Maestro, que luego nos dice a nosotros: “Haz tu lo mismo”.

Es importante integrar las dos actitudes ante Jesús por un lado estar siempre atento a su palabra, escuchar, meditar, contemplar y estar en profunda oración con Dios, y segundo poner en practica la Palabra de Dios es decir hacerla vida en nuestra vida, ejerciendo la caridad con el prójimo.      


                                                                      Pbro. Salvador A. Carrasco C.


sábado, 13 de julio de 2019

XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 7/13/2019 10:19:00 p.m. with No comments

   EL  BUEN SAMARITANO

Un doctor de la ley pregunta a Jesús: ¿Qué tengo que hacer para ganar la vida eterna? Se trata de alguien interesado por la vida eterna. Está convencido que debe hacer algo para alcanzarla, que la vida eterna no es algo que cae del cielo. Quiere saber qué debe hacer para lograrla. Esto también nos interpela, si nosotros estamos interesados por ganar la vida eterna, y que hacemos en esta vida para alcanzarla. Por eso le pregunta a Jesús: ¿Qué debo hacer para ganar la vida eterna?, Jesús le responde. ¿Que está escrito en la ley? ¡Qué lees en ella? El doctor contesto que: "Amarás al Señor...Y al prójimo como a ti mismo". El doctor de la ley, no quiere quedar mal, por eso le pregunta quién es mi prójimo. (sabiendo que no debe amar a los samaritanos y a los paganos, porque no forman parte de su grupo, son pecadores).


Los religiosos, pasan de largo, nos dice la parábola del Buen Samaritano, que un hombre bajaba a Jericó, fue asaltado, golpeado y despojado de sus pertenencias, quedando mal herido en el camino. Cuando el sacerdote y el levita representantes oficiales del “amor a Dios” en el sistema religiosos judío, bajan de Jerusalén, pasan de largo, no quieren complicarse la vida con el herido que ha sido asaltado; están preocupados de su propia seguridad y comodidad; pues no es de los suyos, es un pecador que está viviendo su propia desgracia, se desentienden del él, no quieren contaminarse. Esta actitud, demuestra que ese amor que tienen a Dios, es falso, por no acercarse ni tener compasión por el prójimo, pues todo es mentira… Esto también nos sucede a nosotros, queremos desentendernos, del no nacido, del niño abandonado y del joven que han caído en desgracia, su hogar ha quedado destruido por el divorcio de sus padres; de las mujeres que tienen que vender sus cuerpos, de los alcohólicos, de los drogadictos, de los que son víctimas de la violencia, de los marginados, de los pobres... Nos convertimos en leguleyos, porque observamos la ley, omitiendo hacerel bien, nos convertimos en cristianos teóricos que conocemos las verdades de fe, pero sin tener compasión con el hombre que cayo en desgracia...; y nos preocupamos de nuestra propia seguridad y comodidad; pero no nos interesa al que ha que ha caído en desgracia.

Para el amor, no hay fronteras, el Samaritano es compasivo que nos da una lección de humanidad, pues se aproxima al que ha caído en desgracias,  que puede ser un familiar, amigo o enemigo, pues no juzga ni hace distinción del que está herido, ya que el sacerdote y el levita, pasaron de largo. El samaritano que iba a Jerusalén es considerado por los judíos, como un hereje, cismático, odiado, repudiado; este al ver al herido, se detiene en su  marcha, se baja de su caballo y se conmueve y tiene compasión por el herido, que esta medio muerto, se aproxima, cura sus heridas, con vino y aceite, que simbolizan a los sacramentos, y lo sube a su caballo, y cuando llega a la posadera, les encarga que le cuiden, dejándoles dos denarios al posadero, hasta cuando vuelva, no hace distinción de persona, ni busca las razones de su desgracia, sabe que está necesitado de ayuda, cuando alguien cae en desgracia. Por eso debemos ser misericordiosos, con nuestro prójimo sin hacer distinción de personas, ni juzgarlas.

¿Qué debo hacer? La respuesta le da Jesús: haz tu lo mismo, tienes que ser misericordioso y compasivo con el que ha caído en desgracia, sea pecador o no, sea familiar o no, lo que importa es el amor por esta persona mal herida y tal vez agónica que necesita ser curada, amada, y ayudada. Es la respuesta para ganar la vida eterna.

Los padres de la iglesia especialmente Orígenes, y San Agustín, interpretan este pasaje del buen samaritano que es el ser Misericordioso, haciendo ver, que los ladrones son los demonios, el herido es el hombre (Adán) es decir el Adán que cayó en pecado, y quien le socorre es Jesús que baja de lo alto, para aproximarse hacia el hombre pecador. Y la posada es la Iglesia, y el pastor es el que cuida del herido, hasta que vuelva Jesús.  

                                                                                              Pbro. Salvador A. Carrasco C.


domingo, 7 de julio de 2019

XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2019

Posted by salvador on 7/07/2019 12:06:00 p.m. with No comments

¡ENVIADOS PARA ANUNCIAR EL REINO DE DIOS!

Los setenta y dos discípulos son escogidos y enviados, para anunciar gozosos, que el reino de Dios está cerca, Jesús escogió a setenta y dos discípulos y los envía de dos en dos, que se han desprendido de todo apego terrenal, poniendo su seguridad en Jesús y no en los valores que el mundo les ofrecía, pues saben que correrán el mismo destino de su Maestro, los envía de dos en dos, para que no desmayen y se apoyen mutuamente.

Oren muchísimo al dueño de la mies, para que envié más operarios a su mies, ya que la cosecha es abundante, es urgente que haya más y más operarios, para que se anúnciela llegada del Reino de Dios, que es un mensaje de salvación a todos los hombres de todos los lugares.

Son enviados como corderos en medio de lobos, no lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias, no deben detenerse en el camino; este anuncio gozoso, debe ser libre y gratuito, no condicionado por ninguna clase de riquezas o tecnologías, o poder alguno; pues se corre el riesgo, de que no sea acogido. Son enviados como corderos, en medio de lobos, pues se manifestará las fuerzas del mal, como enfermedad, posesiones demoniacas y adversarios, que rechazarán este anuncio de la llegada del Reino de Dios y les darán muerte, como ha sucedido al Maestro, pero otros acogerán esta buena noticia y Dios morará en ellos, pues sus vidas cambiarán.

Cuando los discípulos son acogidos en una casa digan primero: “La paz a esta casa”. Con esto quieren indicar que Dios bendice a la familia, y son protegidos. Además, realizarán milagros, los enfermos se sanarán en el nombre de Jesús, pues ha empezado la victoria del bien sobre todo mal, por eso se dan grandes milagros, y muchos son liberados de espíritus malignos.

Estaban muy alegres, al anunciar con gozo la llegada del reino de Dios, porque les acompañaban grandes signos… y hasta los demonios se sometían; pero Jesús les dice, alégrense, porque su nombre está inscrito en el cielo, ya  que confiaron y pusieron su seguridad en Jesús colaborando en la extensión del reino de Dios, donde Jesús va a llegar.

Este anuncio es siempre gozoso, y es tarea de todo bautizado, ya que la esencia de la Iglesia es ser misionera por excelencia, ella esta llamada anunciar la buena noticia a todos los hombres; donde la llegada del reino de Dios, es totalmente distinto a los reinos que hay en este mundo, que se caracterizan por que reina tanta violencia…. Por eso la iglesia tiene que hacer presente el reino de Dios, donde los pobres, enfermos … levantaran la cabeza.

                                                                                        Pbro. Salvador A. Carrasco C.