viernes, 18 de agosto de 2017

XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2017

Posted by salvador on 8/18/2017 11:18:00 p.m. with No comments


LA FE EN EL SEÑOR, ROMPE TODA FRONTERA

Una mujer pagana, reconoce que Jesús, está en Tiro y Sidón, descansando, por que sus enemigos mucho lo acechaban, pero una mujer cananea sale de un lugar,  teniendo la única oportunidad, decide alcanzar a Jesús; y esta gritando desde lejos a Jesús para que se compadezca de ella; es una mujer pagana, sola, que sufre muchísimo, porque su hija esta atormentada por un espíritu maligno; Jesús no le hace caso, y sigue gritando por el camino, diciendo: “... Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo”. Sabe esta mujer que Jesús es el Señor, porque Jesús siempre atrae a mucha gente, especialmente los que necesitan de él.

Jesús no la atiende, ha venido por las ovejas pedidas de Israel, su misión era esa; la mujer no se desanima, otros ante este silencio o indiferencia de Jesús, se desaniman y no siguen suplicando; pues esta mujer nos da una gran lección, cual es su constancia, su confianza, tiene le seguridad que Jesús es compasivo y misericordioso con los que mas sufren, y no hace distinción de clases o de religión, pues es una pagana, idolatra; pero  sigue suplicando al Señor, con una oración humilde, hasta que sea atendida; y los discípulos, piden a Jesús que la atienda, porque sus gritos fastidiaba mucho a los discípulos, por eso le piden a Jesús que la atienda a esta mujer; y se vuelven intercesores de esta pobre mujer. Jesús les dice que ha venido por por las ovejas perdidas de Israel, nuevamente no es atendida.

La mujer  acercándose a Jesús se postro a sus pies en señal de adoración diciéndole: “Señor socórreme”. Muchos de nosotros necesitamos ser socorridos por el Señor, y Jesús esta pronto en socorrerte. Jesús le dice: “No está bien echar a los perros el pan de los hijos”. Ella entendió muy bien lo que dijo Jesús, no se sintió ofendida, porque así trataban a los paganos o gentiles, sino que asimilo dicha expresión, diciéndole a Jesús:“Tienes razón Señor, pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos”. Jesús se queda sorprendida por la fe de esta mujer pagana, que reconoce a Jesús como el Señor.

Jesús alaba la fe de esta mujer cananea, y con ello se rompe toda frontera, y con ello se demuestra que la misericordia y compasión de Dios; no solamente es para los judíos, sino también para los gentiles; ya no hay dos pueblos, sino uno solo, el de los que creen en Jesús; así una mujer cananea, que persevero y reconoció la soberanía de Jesús, nos demuestra que los bienes del Reino benefician también a los paganos, por eso los que creemos en Jesús, somos admitidos en el Reino de Dios, sin distinción de ninguna clase social, económica, solo basta la fe, que es una respuesta que da el hombre a Jesús.


Jesús nos invita, a tener fe, a perseverar en la oración,  no desanimarse, interceder por los demás,  reconocer que somos necesitados de Dios, por eso le pedimos socórrenos Señor, confiar plenamente en el Señor, que no nos abandona. Es importante confiar en el Señor.

                                                        Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

sábado, 12 de agosto de 2017

XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2017

Posted by salvador on 8/12/2017 10:40:00 p.m. with No comments


¡SEÑOR, SÁLVAME!


“Están llenos de miedo y de temor, incluso dudan”, cuando la barca que simboliza a la Iglesia, está siendo fuertemente sacudida por la fuerza del mal, y Jesús que camina sobre las aguas, hacia la barca, ellos, creen ver un fantasma, y se llenan de miedo, gritan de temor, y dudan de él; pues para la mentalidad antigua, el mar era el lugar donde habitaban las fuerzas del mal, el reino de la muerte, amenazador para el hombre. Al “caminar sobre el agua” Jesús, manifiesta su poder divino, y nos indica que con su muerte y resurrección triunfa sobre el poder del mal y de la muerte, que nos amenaza y busca destrozarnos. Nuestra existencia, ¿no es también como una frágil embarcación, sacudida por las olas, que atraviesa el mar de la vida y que espera llegar a una meta que tenga sentido?

“Ánimo, soy yo”, Pedro al saber que es Jesús, le pide que caminase también sobre las aguas, y Jesús le concede participar del poder divino y acercándose hacia Jesús, esto, refleja situaciones que hemos experimentado también nosotros más de una vez, Jesús nos concede alguna gracia cuando le pedimos con fe… Pero hay algo que nos desconcentra y no miramos a Jesús sino en aquello que nos preocupa, por eso nos preguntamos: ¿Quién no ha visto, que muchas veces nuestros proyectos se han hecho agua, y no ha experimentado la tentación del desánimo o de la desesperación, frente a situaciones difíciles? ¿No podemos salvarnos del mal? ¿Cuántas veces decimos que la guerra esta pedida, ante la fuerza del mal que arrecian contra la Iglesia? En circunstancias así, debemos reavivar la fe y decir con el salmista: «Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación» (Sal 85,8).


¡Sálvame Señor, que me hundo!, Pedro creía tener una fe clara y una fuerza muy consistente, pero «empezó a hundirse». Pedro había asegurado a Jesús, que estaba dispuesto a seguirlo hasta morir, pero su debilidad lo acobardó y negó al Maestro en los hechos de la Pasión. ¿Por qué Pedro se hunde justo cuando empieza a andar sobre el agua? Porque, en vez de mirar a Jesucristo, miró la violencia del mar que le hizo perder fuerza y a partir de ese instante, su confianza en el Señor se debilitó y los pies no le respondieron, por eso se hunde; por eso es urgente, que todo cristiano y la iglesia, tiene que estar anclada en alguien, ese alguien es Jesús; que nos tiende la mano como a Pedro, que se aferra firmemente a Jesús para no hundirse. Dios no nos ha olvidado, y como Iglesia podemos decir:

¡Señor, sálvanos de la fuerza del mal, después de su resurrección, el Señor no permite que su apóstol se hunda en el remordimiento y la desesperación y le devuelve la confianza con su perdón generoso! ¿A quién miro yo en el combate de la vida? Cuando noto, que el peso de mis pecados y errores me arrastran y me hunden cada vez más; y nuestra fe nos dice que él no se olvida de nosotros, por eso pido a Dios, que extienda su mano y me salve; que salve esta barca, que es la iglesia, en estos tiempos que hay también fuertes tempestades, que nos dan miedo y temor que nos paraliza, pero sabemos que Jesús no olivada a su iglesia, al decir: "Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos".

                                                        Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


viernes, 4 de agosto de 2017

XVIII FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR CICLO A 2017

Posted by salvador on 8/04/2017 10:20:00 p.m. with No comments

“CONTEMPLARON LA MAJESTAD Y GLORIA DE DIOS”
Jesús tomó consigo a los tres apóstoles más cercanos, para que vieran la gloria de Dios, los escogió para que cumplieran una misión. Tomó a Pedro, porque tenía un gran amor ardiente a su maestro; a Santiago, porque fue capaz de beber el cáliz, juntamente con su hermano Juan; y a Juan porque le tenía un amor predilecto. No menciono sus nombres para no despertar celos en los otros apóstoles. Todos los apóstoles estaban tristes por lo que Jesús les dijo, que era necesario ir a Jerusalén, que será entregado, padecer y morir; y que también correrían la misma suerte, todos sus discípulos; esto les resultaba difícil a los apóstoles, por eso estaban tristes y apenados. Jesús llevo solamente para que puedan animar a los demás apóstoles, para mantenerse firmes, hasta el día que Jesucristo resucite; estarán en una espera constante y en una gran expectación, porque recibirán su recompensa de ser semejante a Jesús en su gloria y resplandor. También Dios nos toma a nosotros para estar con el y contemplar su gloria, fuera de todos los ruidos e imágenes de este mundo.

Contemplaron la majestad y gloria de Dios en el Tabor, fue  lo más maravilloso que pudieron contemplar sus ojos, pero estos ojos, no podían ver toda la gloria de Dios, pues la luz los enceguecía, Jesús permitió que tuvieran la visión de ver su gloria, para que estén atraídos por él. No les manifestó la visión del infierno, porque eran gente muy sencilla, limpia de corazón y sin envidia. Que solamente al final del tiempo, vendrá con toda su gloria y majestad, donde lo veremos con todo su resplandor; y los que sean dignos de ver su gloria, Jesús los acoge con su palabra que les dirá: “Vengan a mí benditos, a la casa de mi Padre”. Por eso debemos dejarnos transfigurarnos por Él.

Jesús se transfiguró delante de ellos, también se aparecieron Moisés y Elías; con ello, se nos manifiesta que Jesús es el legislador por excelencia, y que también es mas que profeta, y maestro; pero Moisés ni Elías, no tenían el rostro resplandeciente. Además su presencia, nos indica que Moisés ya murió, pero vive en el Señor, y Elías que no murió, nos indica que Jesús el Señor de la vida. Los apóstoles mas íntimos de Jesús,  pudieron contemplar como su rostro se volvía radiante como el sol, y sus vestiduras resplandecían como la luz. Jesús revela y manifiesta su divinidad, que esta oculta en su humanidad.

Pedro quiere quedarse para seguir viendo la gloria de Dios, al decir a Jesús, que bien se está aquí, y hay que hace tres tiendas, para estos personajes celestes; pero no se puede equipara a Jesús con estos personajes, porque Jesús es Dios. Todo esto lo decía, porque no quería que Jesús fuera a Jerusalén a padecer y morir, ni que estas cosas les sucedieran a los apóstoles, no era un refugio, ese lugar, como muchas veces se suele decir cuando estamos en adoración ante el santísimo, que huimos de nuestra realidad, como si no nos importase esta realidad, sino más bien para que estemos firmes y vigilantes, sabiendo que Dios, esta escondido en su humanidad. Jesús no le respondió, pero una nube los cubrió, que escucharon una voz potente, de lo alto, que los estremeció.

                                  Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


                                 ¡ESCÚCHENLO!


Finalmente, se llenaron de temor y miedo al escuchar la voz potente del Padre: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo” es la voz del Padre, que retumbo en el monte Tabor, y que estremeció a los tres apóstoles, que se llenaron de miedo, porque la voz potente, los envolvía, y esta voz venia de la nube, y al estar con temor, cayeron postrados en adoración. Muchas veces tenemos miedo de escuchar a Jesús, tal vez, porque los ruidos del mundo nos ensordecen, estamos bombardeados de tantos ruidos y de propagandas, y de malas noticias. 

Jesús se acercó y los levanto, vieron que él estaba solo, y disipó sus angustias, diciéndoles que no se lo digan a nadie, hasta el día que resucite. Por eso todo católico, debe siempre escuchar a Jesús, que su mensaje llegue a todos los rincones del mundo, para que sea escuchado. No tengamos miedo al mundo, debemos saber que Dios esta escondido, pero no ausente, animo no tengas miedo al mundo, anuncia la buena noticias, porque el señor te ira transfigurandote poco a poco, para que algún día recibas, lo que el Señor a prometido, cuando él venga con toda su ejercito celestial; pero que ahora estamos en espera y en expectación, lo que el Señor a prometido a todos sus discípulos.

                    Pbro. Salvador A. Carrasco Castro