sábado, 25 de junio de 2016

DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2016

Posted by salvador on 6/25/2016 08:21:00 p.m. with No comments
¡JESÚS NO HA VENIDO A DESTRUIR...!


Jesús libremente decide ir a Jerusalén, por Samaria, a pesar de los detractores y lo peligroso que puede ser ese camino, y para sorpresa de sus discípulos, que sabían que los judíos son odiados, y lógicamente los samaritanos no les dan hospedaje.

Jesús es rechazado por los samaritanos, los discípulos que fueron enviados por Jesús a Samaria, para buscar un alojamiento, al enterarse que eran judíos, no les dan hospedaje, son rechazados porque les llevan odio a los judíos, y Jesús siendo judío es rechazado por la gente de Samaria, no por ello reacciona con violencia; con esto les quiere dar una gran lección el Maestro, así como lo han rechazado también los discípulos algún día serán rechazados, de igualmente los que seguimos ahora a Jesús seremos rechazados, despreciados, odiados, etc.,  pues siempre hemos querido que nos traten bien, pero cuando se sigue con radicalidad a Jesús, el mundo los odiara, porque no somos del mundo, esto ya nos advirtió Jesús a sus discípulos.
Jesús no quiere violencia contra los Samaritanos; ante la reacción violenta y con deseos de venganza divina de Juan y Santiago,  los hijos del trueno, que habían sido formados por las costumbres judías, que buscaban venganza o castigo divino. Jesús los reprende firmemente, no quiere que se haga daño a los Samaritanos, pues no ha venido a destruir y a matar, sino les da una gran lección. Así como lo han rechazado, también a sus discípulos los rechazarán, por eso le pide paciencia, comprensión y que no reaccionen con violencia, cuando sean rechazados. Hay que dirigirse a otras aldeas, donde la gente tiene hambre de Dios.

                                  Pbro. Salvador A. Carrasco C.

sábado, 18 de junio de 2016

DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

Posted by salvador on 6/18/2016 09:00:00 p.m. with No comments
  ¿QUIÉN ES JESÚS?

Hay diversidad de imágenes acerca de Jesús, al  preguntar a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que soy yo?” encontramos varias respuestas, por un lado dicen que es un profeta, recordando a Elías o a Juan el Bautista, o un profeta de Dios; pues la gente se queda admirada por lo que decía y hacia Jesús. Ahora también encontramos diversas respuestas, ya que tenemos a un Cristo que se acomoda a nuestra fe, lo vemos como un milagrero, como un exorcista, como un curandero, es decir nos falta por conocer realmente quien es Jesús.

Ahora dice a sus discípulos: “¿Quién dice que soy Yo?”, Pedro tomando la palabra, da una respuesta desde la fe, que Jesús es el Mesías de Dios, que significa el “Ungido” Consagrado”, aquel que viene a salvar al hombre. Pero siempre la imagen del Mesías estaba distorsionada porque pensaban que era un Mesías político, que vendría a liberar a Israel del dominio romano, por eso los apóstoles tenían sus espadas, como es el caso de Pedro, donde Jesús les ordena tajantemente no decirlo a nadie, que guarden silencio, pues hasta entonces no habían comprendido sobre el mesianismo de Jesús.

Jesús al revelar su verdadera identidad, sabremos: ¿Quién es Jesús?, al decirnos que el Hijo del hombre tiene que padecer muchos, ser rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día; todo esto recién lo comprendieron después de la resurrección de Jesús, al saber sobre su suerte, por ser coherente con sus principios. Antes de su muerte, pensaban como los demás judíos, un hombre súper héroe, como hoy en día al niño que juega, y así en estos tiempos se sigue distorsionando la imagen de Jesús, no quieren comprender los riesgos que tubo Jesús por ser fiel a su Padre.

Jesús nos invita a que seamos sus discípulos, anunciándonos  el camino que tendremos que recorrer,  la del Maestro. Ser discípulo significa seguir a Jesús y correr la misma suerte que él, así lo entendieron los apóstoles cuando recibieron el Espíritu Santo, por eso que muchos de ellos derramaron su sangre por Cristo Jesús, no negándole, y muchos mártires murieron a causa de la fe en Cristo. Ahora en estos tiempos, tenemos que ser otros cristos, renunciando a sí mismo, asumir el dolor, que es la cruz, es decir corriendo tal vez la misma suerte que Jesús, pues no buscamos el dolor por el dolor, sino que son las consecuencias de la fidelidad y lealtad a Jesús, son los riesgos que corre su cuerpo que somos nosotros que realmente seguimos a Jesús, como nos dice San Pablo.
                    

                                                        Pbro. Salvador A. Carrasco C.



sábado, 11 de junio de 2016

DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C 2016

Posted by salvador on 6/11/2016 08:03:00 p.m. with No comments
  ¡DIOS PERDONA Y DIGNIFICA A LA MUJER!  


Jesús, es invitado por el fariseo a su casa, encontrándose en ella otros comensales, el motivo es por curiosidad, quiere saber si Jesús, es o no el profeta, ya que mucha gente seguía a Jesús por sus enseñanzas; pero una mujer rompiendo los esquemas de toda cortesía, se introduce en la casa del fariseo.

La mujer pecadora, quiere ser curada y perdonada, es la realidad de todo hombre pecador; todo el mundo la conocía, y estaba en boca de todos; pobre mujer, llena de pecados, se coloca detrás de Jesús, junto a sus pies, y con sus lágrimas, lava los pies de Jesús, con sus cabellos los seca, besa los pies de Jesús, los unge; ella quiere ser curada y perdonada.

El fariseo que se cree justo, no necesita del perdón de Dios, se fija en Jesús, descubre que no es un profetapues sabía bien que la mujer que la está tocando,  es una pecadora. Si Jesús sabría que es una pecadora, al momento se alejaría de ella, o le dirá apártate de mí pecadora o la recriminaría. Mas Jesús al conocer el corazón del fariseo, este no quiere ser curado y sanado por el maestro, porque está lleno de orgullo y soberbia, y cree que es un hombre justo, que no necesita perdón, esta distanciado de Jesús no necesita arrepentirse, según él está justificado por cumplir la ley.

Dios perdona a la mujer pecadora y la dignifica, pues sus muchos pecado, han sido perdonados, por eso Jesús plantea una parábola sencilla y asombrosa al fariseo Simón: “A un prestamista le debían,  uno cincuenta denarios y otro quinientos, pero como no tienen dinero para poder pagarle, les perdona a los dos, y Jesús le dice a Simón: ¿cuál de ellos lo amara más? le responde: "al que más se le perdono". Agrega tu no me diste el trato que ella hizo conmigo, cuando ingrese a tu casa, porque su amor era grande, por eso a ella Jesús le dijo: "Tus pecados están perdonados", porque grande fue su amor..

Jesús bondadoso, hace que cada pecador sea perdonado, pero no condenado, porque el fariseo tiene el hábito de juzgar al pecador y condenarlo, mientras que Jesús hace que cada pecador, alcance la bondad, la misericordia y el perdón de Dios. Me pregunto: ¿Qué  puede mover al pecador, para acercarse a Jesús y obtener el perdón de los pecados?; y la segunda ¿Tengo la actitud del fariseo, de reprochar y acusar al pecador, creyéndome estar limpio y puro a los ojos de Dios?.
                           
              


                           
     Pbro. Salvador A. Carrasco C.


sábado, 4 de junio de 2016

DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO - C 2016

Posted by salvador on 6/04/2016 06:41:00 p.m. with No comments
¡JESÚS, SE COMPADECE!  


Jesús, iba con su comitiva, y se encuentra con otra comitiva fúnebre, que se dirigen a enterrar al hijo único de una madre viuda, que están saliendo de un pueblo pequeño llamado Nain, esta pobre mujer perdió a su marido, su tragedia se prolonga, pues ha perdido a su hijo único, y no solo eso, sino, que está muerta para la sociedad judía, no tiene en que apoyarse y ampararse. Las viudas solían estar en aquel tiempo abandonadas a la generosidad de la familia y del pueblo. La viuda muere socialmente, no cuenta con su esposo, la tragedia se engrandece más, pues pierde a su único hijo, su única esperanza, su único apoyo.

Jesús es fuertemente conmovido por el dolor de esta pobre mujer y se compadece de esta pobre viuda, que vive su tragedia, su propio dolor, vive la pérdida de su ser querido, su desolación y abandono de los suyos. Jesús conmovido…se acerca y le dice “No llores” y dirigiéndose al muchacho le dice: “Muchacho a ti te digo, levántate, ”estas palabras de Jesús están llenas de vida, están llenas de fuerza y llenas del Espíritu de Dios. Al momento el muchacho se levantó y se puso a conversar, Jesús se la entregó a su madre; pues también como dice San Agustín, hay muchos que están muertos por el pecado, y necesitamos que Jesús nos diga: “Levántate…” Es la gracia de Dios, que necesitamos todos, para levantarnos. No como las noticas malas, que solo viven de la tragedia humana exacerbando el mal que nos afecta. Nos devuelve a la vida de gracia, y no estamos solos, pues así como el joven ahora acompaña a su madre, así también a nosotros nos acompaña Dios, que es nuestro gran apoyo.

Jesús, es el Señor de la vida, que ha cambiado el llanto en alegría, el dolor en gozo, a una comitiva entristecida, hace que cante y alaben al Señor, volviendo a sus casas, por el gran milagro que había visto un pueblo entero, que queda deslumbrado ante el poder de Dios. El dolor ha dejado paso al asombro, al estupor y a un júbilo incontenible. Pero más que admiración por la dicha de un hijo muerto que es devuelto a su madre, hay aquí una especie de temor religioso y una certeza que embriaga a todos: "Un gran profeta se ha levantado entre nosotros y Dios ha visitado a su pueblo".

La fama del milagro de Naím se extendió inmediatamente por todas las comarcas de Galilea y Judea. Este episodio, que tanto impresionó al pueblo, nos recuerda que Alguien, que no es de este mundo, nos ha visitado, que está con nosotros -"Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo", prometió el Señor (Mt 28,20)- y al que podemos acudir en nuestros apuros espirituales y materiales.

                                  Pbro. Salvador A. Carrasco C.