domingo, 10 de mayo de 2015

DOMINGO VI DE PASCUA DE RESURRECCIÓN CICLO B 2015

Posted by salvador on 5/10/2015 12:52:00 p.m. with No comments




   “PERMANECER EN EL AMOR”


El Padre celestial, que ha tomado la iniciativa en este movimiento de amor, ha enviado por amor a su Hijo, por y para los hombres. El Hijo acepta esta misión llevando esa corriente de amor  hasta los hombres, y solo así comienza el recorrido inverso del amor de los hombres a Cristo y luego al Padre celestial Este movimiento  de amor, garantiza la permanencia y presencia del Señor.

“Si guardan mis mandamientos permanecerán en mi amor”, Jesús nos da la clave para permanecer en su amor, cual es, guardando los mandamientos, Jesús cumplió los mandamientos de su Padre, de manera muy perfecta, y no como los santos, que le fallaron y a medias; por eso nos pide que cumplamos los mandamientos no ha medias, sino cada vez más perfecta,  y procurando hacer la voluntad del Padre celestial, para permanecer en el amor, que todo lo recrea.

Todo cristiano debe mantenerse alegre, la alegría que Cristo nos da, no es como el mundo nos quiere dar, que es una alegría falsa y pasajera; la alegría que Cristo nos da, es verdadera, duradera, que llegara a su plenitud, a pesar de las tribulaciones que tengamos que pasar, nada nos quitara dicha alegría de sabernos que el Padre nos ama como a su Hijo, donde permanece y si hace presente… por nosotros.

“Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. Jesús se presenta como modelo  de amor, pues él es la medida como nosotros debemos amar, incluso hasta el límite de nuestra existencia, como él lo demostró dando la vida por sus amigos. Los llama amigos, a los discípulos o creyentes, ya no los llama siervos, porque el amigo está en el mismo nivel, donde debemos amarnos los unos a los otros, reflejando el amor de Dios.

"Yo los he elegido, y no ustedes a mí"  debemos recordar estas expresión  de Jesús, que primero nos ha elegido, para que seamos sus discípulos y no es que nosotros lo hemos elegido; sino por pura gracia de Dios, hemos sido elegidos, tampoco por nuestros méritos, sino por puro amor, estando destinados para que demos frutos, y permanezcamos en su amor.

Pidan con confianza a mi Padre, que él se los concederá, porque unidos al Hijo, y permaneciendo en su amor, el Padre nos ama en el Hijo, y por tanto él nos concede lo que realmente le pedimos.

Pbro. Salvador A. Carrasco Castro



0 comentarios:

Publicar un comentario